Crítica gastronómica con mirada personal
Guía no definitiva del Morfi Porteño
Por Silvina Reusmann y Cayetana Vidal
Monoblock. 200 páginas
Fue escrito con pasión, conocimiento y amor. Eso se nota al recorrer las páginas de la Guía no definitiva del Morfi Porteño. Sus autoras, las periodistas especializadas en gastronomía Silvina Reusmann y Cayetana Vidal construyeron un “rico” material que profundiza en la tan particular identidad culinaria de la ciudad de Buenos Aires.
¿Se puede hablar de gastronomía porteña?, se preguntan en la introducción. Y la respuesta se desgrana en un sinfín de platos emblemáticos, personajes inolvidables e historias entrañables.
Aparecen la pizza con muzzarella hasta el borde, el choripán antes de la cancha, la milanesa XXXL para compartir, el tostado de jamón y queso y tantos más.
Se ofrece, además, un perfil emotivo y entrañable de la legendaria doña Petrona C. de Gandulfo que se destaca sin dudas por el peso del personaje y la calidad de las palabras.
En tanto, las autoras se hacen lugar también para mostrar curiosidades como el origen del “cosito de la pizza, el sepi”, que fue creado por el argentino Daniel Troglia, en 1974, “para separar el queso de la caja de la pizza”.
Ambas periodistas crecieron entre anécdotas de críticos gastronómicos -Cayetana es hija de Fernando Vidal Buzzi, pionero de la crítica gastronómica en el país- y se destacan por su mirada personal y emotiva a la hora de juzgar un local o un plato. Las bellas ilustraciones del libro corrieron por cuenta de alguien que también mamó la cultura gastronómica desde chica: Milagros Brascó, hija del legendario Miguel Brascó.
Morfi... resulta ideal para aquellos que busquen, por ejemplo, algún bodegón aún desconocido pero que está a punto de volverse tendencia. De hecho, al final cuenta con una guía con más de 350 espacios gastronómicos para explorar. Asimismo, se brindan páginas para que los lectores anoten sus propias aventuras gastronómicas.
Muy oportuna es la sección dedicada a la coctelería, cerveza y vinos con párrafos de Nicolás y Laura Catena. En tanto, colaboraron con reflexiones y perlitas Narda Lepes y Tomás Kalika, entre otros.