Cristina ya dividió su campaña en tres frentes y rehúye a Massa

Lo que vendrá

Puesta en marcha la campaña, desde el kirchnerismo se suman las quejas que la plata no alcanza, que el plan de recortes que impuso Mauricio Macri se hace sentir en los distintos Frentes. En el Instituto Patria y en las oficinas de Alberto Fernández en San Telmo el comentario es casi idéntico, cuesta conseguir fondos del sector privado, los del Gobierno son insuficientes y no nos van a alcanzar ni para pagar las boletas, se quejan. En el Frente de Todos temen que vaya a producirse una disputa que será muy desigual a la hora de contar con plata para promocionar a los candidatos, ya que estiman el Cambiemos todavía tiene los fondos del Estado. Esta "emergencia económica" hizo que Alberto solo disponga de muy pocos colaboradores para organizar la campaña y después de negociar con ellos bajos salarios. De hecho esta carencia de fondos impide por ahora, que viejos colaboradores de la mayor confianza del candidato a presidente, con experiencia en las batallas electorales todavía no hayan aceptado sumarse al staff del ex jefe de Gabinete porque no pueden prometerles el pago que pretenden.

Hay más síntomas de la austeridad con la que se manejan el kirchnerismo. Alberto solo viaja en vuelos de línea y cuando llega a las distintas provincias el traslado queda a cargo de colaboradores militantes que ponen sus propios coches incluidos los gastos de combustible. Sergio Massa y Axel Kicillof corren la misma suerte. Al parecer, muchos de los empresarios que en anteriores elecciones habían colaborado con Cristina, este año decidieron no participar con plata para ninguna fuerza política. "Tienen miedo de quedar pegados a algún escándalo y se cuidan mucho de aparecer", dijo uno de los laderos de Massa.

En el conurbano la situación empeora las cosas porque los intendentes reconocen que por primera vez "vamos a tener que bancar nosotros la campaña, con dinero de nuestras intendencias". Ya saben que desde la cabeza del Frente no llegará ni un peso y esto los pone nerviosos. Para colmo la mayoría de los fondos que los Kirchner destinaban a "hacer política" están embargados por la Justicia en las distintas causas que se le siguen a la Cristina Fernández. A partir de hoy, el Gobierno comenzará a girar los fondos de los presupuestos aprobados por la justicia electoral, pero ya advirtieron que no se entregará todo el dinero junto, sino por etapas, de acuerdo a las partidas. Según consigna un medio político digital en el Instituto Patria aseguran que "Con la plata que nos da el Gobierno no pagás ni los afiches".

Aunque en el entorno de CFK aseguran que lo que se pueda hacer será con fondos privados, solo que algunos de los empresarios que apoyaron económicamente a la viuda de Kirchner, están procesados en la causa de los cuadernos por el pago de coimas miembros del Gabinete K. Y nuevos colaboradores de ese novel sería un milagro conseguir alguno. Las quejas de los candidatos de los otros Frentes no se hicieron oír todavía, pero en el kirchnerismo estaban acostumbrados a manejar cifras enormes de plata en cada campaña.

MASSA NO ENTRA EN LA FOTO
Este fin de semana Cristina siguió la presentación de su libro, excusa para hacer campaña sin decirlo, en Río Gallegos, su casa. En su discurso fue dura con Macri y lo acusó de haber impuesto una forma agresiva en su comunicación electoral. Lo que todavía sigue siendo un enigma es la fecha del acto conjunto de la ex presidente con su candidato Alberto Fernández, la presentación oficial de la fórmula. Nadie tiene siquiera una sospecha, ni siquiera en La Cámpora. Ante las preguntas de la prensas a sus colaboradores, estos se limitan a explicar que "La idea es complementarnos, como venimos haciendo hasta ahora. Hemos recorrido más de diez provincias con la fórmula y eso nos permite estar en contacto mucha gente y sectores". Llama la atención que en lugar de unificar, se abrieron tres frentes para organizar la estrategia electoral del kirchnerismo. CFK decidió que haya campañas divididas. La suya, la de Alberto F. y la de Sergio Massa. No es fácil coordinar con este sistema se quejan algunos colaboradores que deben ponerse de acuerdo con los demás jefes del manejo de la imagen partidaria. Este sistema le permite a Cristina seguir esquivando la foto con Sergio Massa, algo que el tigrense ve con cierto recelo. En su equipo de trabajo hay quienes aseguran que "si la señora se siente ofendida por lo que dijo Sergio sobre su gestión de gobierno, Massa también podría enojarse por los insultos y descalificaciones que la señora hizo sobre él".

Este desencuentro hace que muchos dentro del kirchnerismo más duro, no le tengan confianza al candidato a diputado, que se sumó al Frente a último momento. Es verdad que CFK y Massa se reunieron dos veces pero al parecer las reuniones fueron precisamente para decidir la apertura en tres de la campaña y abrir un espacio especial para apoyar a Axel Kicillof en la provincia, tarea para la que Cristina designó a su hijo Máximo que puso a La Cámpora al servicio del ex ministro de economía que intenta sumar votos en un terreno que desconoce y contrataron como asesor al experto catalán Antoni Gutiérrez Rubi. Algunos observadores han detectado una falla en la comunicación del Frente de Todos, es que sus dos referentes más importantes Kicillof y Massa se dedican a recapturar a la clase media de los pueblos y ciudades pero descuidan los polos de mayor población donde está la mayoría de sus votantes, lo que hace suponer que descuentan que estos son votos cautivos que no perderán. En los próximos días es muy probable que haya más cruces entre el macrismo y el kirchnerismo que siguen chicaneándose con cuestiones personales y sin propuestas concretas. Hay además en todos los Frentes algunas grietas que deben cerrarse para no tener sorpresas de último momento.