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Covid: miedo a la muerte

``La muerte se anuncia como lo distinto al poder. El incremento de poder se experimenta como una disminución de la muerte'' (Eugenio Ionesco, `El rey se muere').

El aumento de consumo de estupefacientes en todo el mundo y también en nuestro país es evidente. La huida y la sensación de poder que generan ciertos estupefacientes (cocaína, por ejemplo) son buscados como un elemento esencial para muchos, especialmente cuando la muerte ronda cerca y con la posibilidad de morir solo en un cuarto de hospital o de ni siquiera encontrar hospital.

La angustia ante la muerte la palpamos en nuestro consultorio y es como una ``sombra'' que está permanentemente a nuestro lado. Llamadas de personas que han perdido a seres queridos, amigos muertos, otros luchando por su vida. Al lado de eso aumenta el consumo de estupefacientes. Las vías de distribución han aumentado, así como las variadas ofertas ante el aumento de la demanda. Me hace recordar a Charles Baudelaire en sus viajes con el hachis cuando dice: ``huir, huir, no importa dónde pero huir''.

Un paciente de varios años de tratamiento me trae una nota de un diario de Rosario en donde se muestra el índice de inflación a través del aumento de la cocaína. Concretamente a él lo conocí porque se alienó y quedó sujeto a la llamada `alita de mosca'. Precisamente el diario en su tapa mencionaba el aumento de esa droga. Durante mucho tiempo, el paciente luchó con su adicción y hoy ya cercano a los 30 -lo conocí a los 16 años- me comenta las características de esta droga: ``la cocaína tiene varios procesos y en uno de estos se llega a la `alita de mosca'. Genera un efecto muy fuerte y es de un precio barato en el mercado. Según él, esta droga tiene un efecto de excitación y marcó un antes y un después en su vida''.

LA OTRA PANDEMIA

Como menciona muy bien el Dr. Omar López Matos en una nota de este mismo medio, se está gestando otra pandemia ligada a trastornos psiquiátricos, alcoholismo, consumo de sustancias, conflictividad familiar (nunca como hoy aparecen situaciones de violencia familiar ligadas en muchos casos a consumo de estimulantes).

Ahora aparece también el miedo a no tener camas con patologías no diagnosticadas ni tratadas en 2020 como el progreso de enfermedades oncológicas, diabetes, crisis hipertensivas, maculopatias, etc. Nuestros pacientes con consumo de sustancias vienen con patologías ligadas al llamado síndrome metabólico: sobrepeso, diabetes, hipertensión, etc. El descuido, la falta de diagnóstico precoz, la depresión latente en la no consulta ante los primeros síntomas fueron y son un agravante. La cocaína, en tiempos de pandemia, se ha transformado en un valor necesario para muchos. Desde el poderoso hasta el joven desamparado e incluso desescolarizado o en crisis por abandono familiar. Para cada uno tiene su efecto.

En una nota del diario El Ancasti de Catamarca, del 19 de este mes, toma a la cocaína como una marca de un índice inflacionario por la búsqueda de esta sustancia por muchos y los controles que la pandemia impuso a la circulación de la mercadería. Hay exceso de oferta con dificultad de circular y exceso de demanda por parte de los usuarios. Esto genera inflación por una mera ley económica.

El mismo medio informó que en 2018 `la alita de mosca' estaba entre los 300 y 600 pesos y hoy oscila en los 3 mil pesos. La `alita de mosca' fue y es un furor en esa provincia, dice el medio, así como la marihuana.

El efecto deriva de que solo el 25 por ciento es producto de la coca, el resto es material de estiramiento con aspirina, xilocaína y lactosa. Todo vale con tal de facilitar el `high' y la subida y salir del vacío o la angustia actual.

CONSUMO NATURALIZADO Y CONSECUENCIAS

Al mismo tiempo en Unión Square, Nueva York, mostrando el certificado de vacunación, una organización cannábica de promoción regala un cigarrillo de marihuana. El video muestra una larga cola de personas que busca el estupefaciente antídoto de todo -hoy para muchos- y el apologista dice: ``Se viene la nueva época post-covid''.

En la Argentina, en tanto, muchos tienen autocultivo en sus propias casas con alto contenido THC (tetrahidrocannabinol) que es el principio psicoactivo que genera distintos efectos: cierta euforia inicial y la visión o percepción de un `para-mundo' (mundos paralelos perceptivos), falta de motivación posterior, depresión y finalmente, brotes psicóticos.

Esto es muy común verlo hoy en nuestros consultorios. Se facilitan también las ventas barriales entre los que tienen el autocultivo y los que no lo tienen o los trueques entre los que poseen marihuana y los que tienen otras drogas en su poder. Al mismo tiempo es común el consumo entre familiares.

El consumo parece haberse naturalizado con diversas consecuencias en personas vulnerables. La consulta psiquiátrica o psicológica ante la aparición de síntomas como la angustia o la depresión parece no tener tanta vigencia o se acude en última instancia cuando empiezan a aparecer los primeros síntomas psicóticos. La marihuana deteriora el sistema nervioso y el aparato mental. Es la `sombra oculta' detrás del consumo y, en el fondo, es una huida cuando no se encuentra salida ni protección.

Eugenio Ionesco dice que es la revuelta contra la muerte, con la hipertrofia del yo y la ciega negación de lo distinto. La muerte que se avecina condena al rey (en la novela) a una impotencia total. Todo se sustrae a su poder. Elegí precisamente a Ionesco porque muestra en su obra la caída de la adoración a idolatrías vacías y la soledad de los humanos ante ciertas circunstancias que necesitamos enfrentar. ``No quiero morir. Los reyes deberían ser inmortales. Me han prometido que solo moriré cuando lo decida''.

Vivimos una época en que el ejercicio de la aceptación, la humildad, la transparencia y la reconciliación, lemas de la recuperación en Gradiva, con lo verdadero y lo no fatuo de la vida nos debe hacer pensar.

* Director General Gradiva - Rehabilitación en adicciones.