Consejos para ganarle al estrés de fin de año

Organización, alimentación saludable, descanso y actividad física son los pilares del bienestar en épocas de numerosas presiones, según el doctor Miguel Sangiovanni, mágister en Hipertensión Arterial y Mecánica Vascular.

Al llegar diciembre suele aumentar la presión laboral por terminar proyectos y alcanzar metas. Se suma la presión social y económica de organizar reuniones con familiares y amigos. Se modifican los hábitos de sueño, alimentación y de organización cotidiana. Es entonces cuando aparece esa sensación de cansancio físico y mental extra, así como la percepción de que las circunstancias sobrepasan los recursos. 
Con el objetivo de prevenir las consecuencias negativas de esta clase de presiones que suelen surgir en esta época del año, el doctor Miguel C. Sangiovanni, mágister en Hipertensión Arterial y Mecánica Vascular de Dim Centros de Salud, brinda herramientas y consejos a tener en cuenta. Además, clasifica y explica los tipos de estrés (crónico y agudo), para poder identificarlos y transitar estos días con un poco más de serenidad.
“El fenómeno del estrés se define como las reacciones fisiológicas que en su conjunto preparan al organismo para la acción. Considerado desde este punto de vista, el estrés sería una alarma, un estímulo que conduce a la acción, una respuesta necesaria para la supervivencia, respuesta que puede ser coherente con las demandas del entorno, o bien, insuficientes o exageradas”, detalla el profesional. 
Cuando esta respuesta natural se da en exceso, se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo humano y provoca la aparición de enfermedades y anomalías patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento del cuerpo humano, aclara.
RECONOCER EL ESTRES
El primer paso es registrar y reconocer posibles picos de estrés, especialmente el de fin de año. “Reconocido como una serie de reacciones físicas, emocionales y psicológicas que generan la aparición de trastornos generales o específicos del cuerpo y de la mente, y que causan diferentes afecciones de la salud, el estrés está presente de forma casi habitual en la actualidad y se manifiesta aún más cuando se cierran varios ciclos en forma simultánea. Estas manifestaciones suelen ser de tipo cardiovasculares, psicológicas e incluso producir significativas alteraciones de peso”, puntualiza.
Para evitar sobrepasarse, el profesional recomienda “organizarse de tal manera que dentro de las actividades haya tiempo para el ocio y la meditación, porque esto contribuye a generar una sensación de paz que se antepone al cansancio habitual que caracteriza al estrés”, puntualiza Sangiovanni.
Según el experto, otro de los factores generadores de estrés es el afán de cuidar la alimentación, ya que en las fiestas son comunes las comidas poco habituales en la dieta diaria y, en ese sentido, hace hincapié en que “es fundamental tomar conciencia de la importancia de disfrutarlas en su justa medida, evitando los excesos”. 
“Se recomienda observar los colores y sentir los aromas, texturas y temperaturas, además de los sabores”, sugiere.
Por otra parte, aconseja “respetar las horas recomendadas para el descanso con un patrón de sueño estable y evitar el sedentarismo, realizando actividades físicas completan las claves que ayudan a mantenerse alejados del estrés de fin de año”.
TIPOS DE ESTRÉS
Sangiovanni indica que, por un lado, existe un tipo de estrés que podríamos llamar "fisiológico” o “estrés Agudo”. Un mecanismo adaptativo a situaciones bien definidas, aclara. “En esta situación nuestro organismo libera hormonas que hacen que el cerebro esté más alerta, haciendo que los músculos se tensionen y aumente el pulso y la presión arterial. A corto plazo, estas reacciones son favorables porque ayudan a manejar la situación que causa el estrés. Esta es la manera que el cuerpo se protege a sí mismo”, abunda.
Asimismo, hace referencia al “estrés crónico”, que dura por un período de tiempo prolongado. “Al ser permanentes, estas alteraciones hormonales favorecen trastornos tanto psicológicos como físicos y también inmunológicos (nuestro sistema de defensa), provocando enfermedades tales como: hipertensión arterial, infartos cerebrovasculares, diabetes, obesidad, depresión, ansiedad, problemas de la piel (como acné o eczema), desórdenes menstruales e inclusive cáncer”, advierte.
La lista de las consecuencias que puede tener el estrés sobre la salud es extensa y continúa con diarrea o estreñimiento, mala memoria, dolores de cabeza, falta de energía o de concentración. Problemas sexuales, cuello o mandíbula rígidos, cansancio generalizado, problemas para dormir o dormir demasiado. Malestares gástricos, uso de alcohol o drogas para relajarse, pérdida o aumento de peso y dolores y trastornos generalizados, entre muchos más.
TODO AHORA, NO
La idea constante de que todo debe realizarse antes del fin de año genera la sensación equivocada de que no alcanza el tiempo, despertando un estado de alerta en el organismo que incrementa la sensación de cansancio extremo, señala Sangiovanni. 
Al registrarse esa sensación, lo aconsejable para mantener la salud es establecer las prioridades, determinando lo que realmente es necesario hacer en ese momento y ser flexibles en la realización de las actividades que son opcionales, contrasta.
“Otro recurso importante es aprovechar los períodos de descanso para planificar actividades al aire libre, independientemente de que se programe o no un viaje. Siempre es recomendable establecer más contacto con la naturaleza; realizar actividad física y programar actividades y metas para el año próximo”, sugiere.
“En resumen, intentar tomar el mando de nuestra vida y que el vértigo social no nos empuje a una vida sin rumbo ni sentido”, agrega el profesional, quien  insiste en que si bien estos consejos pueden parecer utópicos, hay que recordar que los verdaderos cambios se generan desde uno mismo, con interés, toma de conciencia y planificación.