¿Condena o respeto de una decisión trágica?

Miradas sobre el suicidio

Por Hugo Francisco Bauzá
Fondo de Cultura Económica. 440 página

En la actualidad, la palabra muerte parece haber perdido el aura de sacralidad que presentaba en otros tiempos. En sintonía, el tema del suicidio también cambió...ya no es más aquella concepción infernal descripta por autores de la antigüedad clásica que condenaba a aquellos que tomaban esa trágica determinación a pagar culpas por el acto cometido y sus almas vagaban a la espera de una sepultura, prohibida por la Iglesia. Los reparos no eran sólo religiosos, sino también del ámbito civil: A los deudos del suicida se los solía mirar con cierta desconfianza.

Este es el punto de partida de la obra de Hugo Francisco Bauzá (profesor de la UBA) quien -a partir de una abundante y variada bibliografía- aborda detalladamente el tratamiento literario que recibió el suicidio a lo largo de los siglos.

"Hoy con los avances de la psiquiatría y el psicoanálisis ha cambiado sustancialmente el punto de vista respecto del suicida, de quien se piensa que posee determinada patología, o bien ha sido preso, en en el momento crítico de su decisión, de un abatimiento, por lo que, lejos de condenarlo, se trata de comprender su determinación", explica.

Bajo esta mirada, Bauzá desarrolla los diferentes matices sobre el tema que aparecen en la mitología clásica, la cultura romana, la tradición grecolatina, y durante la época isabelina. También hay un capítulo dedicado a la Argentina con el suicidio de Alem y los escritores Horacio Quiroga, Leopoldo Lugones y Alfonsina Storni. Asimismo, entre otros, desfilan el penoso caso del filósofo Walter Benjamin y las miradas literarias de Hemingway, Dostoievski, Virginia Woolf y Antonio Di Benedetto.

"Ante una muerte voluntaria -reflexiona en el final- por mas que creamos conocer la causa, no siempre tendremos plena certeza acerca del por qué el suicida tomó esa determinación extrema. Frente a un suicidio, no nos resta más que la resignación y un respetuoso silencio en recuerdo de quien decidió acelerar su partida".