Con la diversidad como estandarte­

La Fiesta Nacional del Teatro continúa hasta el sábado en La Pampa, con más de cuarenta obras de distintas provincias en las que destacan temas como las nuevas identidades y la violencia de género.­

­Desde los viejos tiempos, celebrar los oficios se convirtió en costumbre y más aún en el mágico mundo de los artistas, donde la ficción y la realidad se daban la mano. Así se marcaron los territorios y surgieron las fiestas, los festivales donde las representaciones mantuvieron un tono social y festivo. Respetando el tiempo y los espacios, también el teatro se incorporó a esta corriente y surgieron celebraciones como esta Fiesta Nacional del Teatro que año a año convoca encuentros escénicos con sede en distintas provincias.

Organizada por el Instituto Nacional del Teatro, a cargo del mendocino Gustavo Uano, profesional que conoce bien el universo de las artes escénicas desde su egreso de la Universidad Nacional de Cuyo, la Fiesta tiene lugar en la ciudad de Santa Rosa. Luego de la interrupción motivada por el brote pandémico, la capital pampeana presenta hasta el sábado 32 espectáculos distribuidos a lo largo de 130 funciones, que se suman a otros diez espectáculos invitados, provenientes de distintas regiones del país. Y por supuesto, un mundo de actores, directores y amantes del teatro acompañando el reencuentro.­

Reconocer la mirada de los autores regionales a través de las representaciones se suma a la actividad de los espacios de reflexión y las charlas, todas alojadas en carpas circenses, armadas con entusiasmo recordando las que cobijaron las primeras representaciones del teatro argentino; sumadas a las mesas de debate y las presentaciones de libros en el stand de la Editorial INTeatro.­

­MITOS Y LEYENDAS­

Un paneo sobre las temáticas de las distintas obras escogidas para esta edición de la Fiesta permite visualizar ciertos temas que se repiten o que surgen con preeminencia en la sociedad, generadora de ficciones de contenido real. Lo que primero llama la atención es la particular recurrencia a la literatura nacional e internacional, y también a sus mitos y leyendas. Es el caso de `El Banquete de los sobrevivientes', de Alberto Moreno (representante por Catamarca), cuyos personajes son convocados para leer el `Banquete' de Platón. Si ciertos autores recurren a clásicos griegos, otros como Fernando Airaldo (Córdoba) incorporan fragmentos de una multiplicidad de autores tan eclécticos como Orwell, Vonnegut o Sun Tzu, pasando por Martín Kohan Y Luis Tedesco. Mientras la representante de Santa Cruz, Nadia Romina Silva, toma las cartas del surrealista Artaud en su exilio psiquiátrico (`Una tonelada de caracoles'), las directoras Laura Volpe y Paula San Martín (Mendoza) presentan su versión de `Telémaco Sub Europa', del chileno Marco Antonio de la Parra, y los representantes de Tucumán eligen a Urdapilleta y Tortonese con `La moribunda'.­

Un caso aparte es la inclusión de la polémica escritora Gabriela Cabezón Cámara. Victoria Roland (CABA) dirige la versión de su novela `Le viste la cara a Dios', con el nombre de `Beya Durmiente', una imperdible sorpresa que reúne a la actriz Carla Crespo con la magia musical de Bárbara Togander.­

También la poesía está presente en `Ella', una evocación de poemas de Alejandra Pizarnik (Santiago del Estero), y en los títeres de guante que protagonizan `Fuga', evocadora del universo del maestro titiritero Guaira Castilla que eligen los representantes de Salta: Carmen Ruíz de los Llanos, Emiliano del Alba y Andrea García.

­VIEJAS FUENTES­

Es de subrayar la presencia del personaje de Medea, la heroína del clásico de Eurípides, una verdadera fuente del imaginario joven teatral que año tras año la revive, ya para relacionarla en este festival de teatro con un caso policial (`Proyecto Medea', obra dirigida por el representante de Formosa, Lázaro Mareco) o para convertirla en una rastreadora del verdadero culpable de la muerte de sus hijos (`Medea va', de Edgardo Dib, de Entre Ríos). Diferentes ejemplos de recurrencia a viejas fuentes para nuevas historias.­

Entre los temas que se reiteran en la selección de obras presentadas, y que en general no han sido abordados en encuentros teatrales anteriores, destacan la diversidad sexual, en tanto asunción de identidades y preferencias sexuales; la violencia de género y la trata de personas, viejos males estos últimos que movimientos recientes como el Me Too y la fuerza de la lucha por los derechos humanos obligan a destacar.­

Respecto de la visibilización de la violencia de género y la trata de personas, `Delirio', presentada por Río Negro, `Beya Durmiente' y `Turba', con la notable Iride Mockert dirigida por Alejandra Fletchner (ambas de CABA), son muestra palpable de la preocupación por situaciones que incluyen en nuestro país un 69 % de explotación sexual, generalmente mujeres, a veces con una carga de sometimiento laboral.

En cuanto al tema de la diversidad sexual, el asunto es abordado por la representación de Córdoba con `La niña que fue Cyrano', de Guillermo Baldo, también su director, que plantea un tema tabú en teatro para niños, el caso de Valentina que es niña y a veces niño.­

La Fiesta Nacional de Teatro permite que la producción dramática de las provincias y la Capital siga entrelazándose y que el público nuevamente asuma su condición de tal en el marco de una celebración popular que renace luego de un año de silencio.

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