Bruno de Sá lució su coloratura y virtuosismo, junto al destacado ensamble barroco.
Ciclo Barroco del Teatro Colón. Concierto y recital a cargo de Alessandro De Marchi (director) y Bruno de Sá (sopranista). Con el Ensamble Barroco. En obras de compositores del siglo XVIII. El lunes 6 en el teatro Colón.
Por lo pronto, habrá que recordar que la historia de la ópera se remonta ya a cuatro siglos de existencia. Un género diríamos resiliente que ha transitado centurias y generaciones desde su nacimiento en la Camerata Fiorentina abarcando un espectro de variables genéricas y estilísticas.
El barroco fue en tal sentido un período propiciatorio de la afirmación del bel canto y este concierto al que aludimos, presentado con la curaduría de nuestra compatriota, la soprano Verónica Cangemi, dentro del ciclo denominado Divina Italia, fue una muestra elocuente.
Contó con la colaboración de la respectiva Embajada, presentando este singular concierto con la presencia del maestro Alessandro De Marchi a cargo del ensamble barroco constituido por más de veinte instrumentistas de nuestro medio y el conocido sopranista brasileño Bruno de Sá, de destacada carrera internacional
El extenso programa constituyó a la vez un aporte diríamos didáctico para el público por la diversidad de los compositores de aquel período, con sus óperas que ilustraban el amplio panorama lírico de esos tiempos.
De ahí que comenzó con la llamada “sinfonía” (como solía denominarse entonces a la obertura) de la ópera ‘Bejazet’ (también conocida como ‘Il tamerlano’), de Antonio Vivaldi, que data de 1735, para introducir luego al sopranista Bruno de Sá con lucidas interpretaciones vivaldianas, de dos arias de ‘Il Giustino’, desarrollando esa peculiar técnica emisiva falsetística que tuviera preponderancia en el período.
Compositores de la talla de Arcangelo Corelli, nacido en Fusignano, Ravenna, considerado gran representante del barroco musical italiano, con el ‘Concerto per la notte di natale’, Op.6 N.º 8, vertido con precisión por De Marchi (también en el clave) y el ensamble barroco, que en su conformación sumaba a los instrumentos habituales de cuerdas y vientos, un archilaúd, instrumento de cuerda pulsada, y la tiorba, ambos provenientes del laúd.
ABARCATIVO
Fueron muchos los compositores barrocos evocados, como Domenico Scarlatti y su ópera ‘Griselda’, de la cual el citado Bruno de Sá canto el aria ‘Di che sogno, o che delirio’, o el napolitano Nicola Porpora con su ópera ‘Carlo il Calvo’, entre tantos ejemplos ofrecidos.
De ahí que pueda conceptuarse como abarcativo el concierto con una decena de compositores del período, y puede hablarse de una interpretación viva y precisa propuesta por el especialista visitante, como es el maestro De Marchi (estando a la vez en el clave y con su marcación precisa), y también muy destacada la labor del sopranista brasileño en sus arias, vertidas con variedad de matices expresivos en sus numerosas interpretaciones a lo largo de la velada, sumando las dos partes del recital, que finalizó con una despedida evocativa al programa por parte del intérprete.
Agregó en su despedida una página del virtuoso Carlo Broschi, apodado Farinelli, que trascendió por todo el mundo conocido hasta entonces y cuyo virtuosismo fue emblemático. El intérprete lució su coloratura y recursos emisivos conquistando al público concurrente, que despidió también al maestro italiano y sus colaboradores con afecto.
Calificación: Muy bueno.
FOTO: GENTILEZA A. COLOMBAROLI