Gonzalo Heredia y ‘Mey’ Scápola anticipan detalles de la adaptación al formato escénico del exitoso filme de 2013
‘Coherencia’: ciencia ficción en el teatro
¿Existen más versiones de uno mismo?: la pregunta subyace en la puesta dirigida por Hernán Guerschuny, primera incursión en las tablas del realizador de ‘Una noche de amor’ y la serie sobre Nahir Galarza.
Cuando Gonzalo Heredia supo que iba a llevar al teatro la adaptación de la película ‘Coherencia’, de James Ward Byrkit, fue Mey Scápola la primera persona que lo supo, aunque ella entre risas le reclama por haber sido “la segunda”.
“Mirate esto”, recuerda que le dijo el actor a su excompañera de ‘Desnudos’. Ella leyó el material y decidió embarcarse junto con él en esta pieza que debuta esta noche en el Multiteatro y que viene a proponer una historia diferente a lo que estamos acostumbrados a ver.
La obra de ciencia ficción cuenta la historia de seis amigos que se juntan a cenar una noche en la que un cometa pasa muy cerca de la Tierra y un apagón afecta a todo el barrio menos a una casa que ellos deciden visitar. Enseguida comenzarán a ocurrir situaciones extrañas que los llevarán a pensar que están interactuando con ellos mismos en universos paralelos.
Dirigida por Hernán Guerschuny y protagonizada por Heredia, Scápola, Vanesa González, Guillermo Pfening, Nicolás Pauls y Laura Cymer,, ‘Coherencia’ es la adaptación que hizo el propio Heredia de la película homónima estrenada en 2013, que por su bajo presupuesto y la manera en que fue filmada durante pocos días en la casa del director se convirtió en un filme de culto para los amantes del género.
UNA BUSQUEDA
-Gonzalo, ¿por qué decidió adaptar este género que no es tan común en nuestro teatro?
(Heredia) -Quizás fue eso mismo, para tener un desafío por delante, para construir algo que no sea tan común. Creo que la avenida Corrientes está llena de comedias de living, de parejas, de familias; yo he sido parte de eso hasta hace dos minutos (bajó de cartel con ‘La mentira’) y hay en mí algo de una búsqueda. Para algo uno cuenta historias. Eso de alguna manera te interpela a vos como persona y quizás tenés la posibilidad de contarlo e iluminarle ciertas zonas al público. Creo que eso es lo que puede hacer un artista, el poder que tiene. A mí, con 43 años, me pasa de buscar historias que me interpelen. Estos amigos después de que pasa un cometa empiezan a darse cuenta de que existen diferentes versiones de ellos mismos en otras casas, que se replican y demás, pero el mensaje concreto tiene que ver con esas preguntas de si sos la mejor versión tuya o qué hubiera pasado si hubiera tomado otras decisiones en esos puntos en los que la vida dio un cierto giro. Eso es algo que yo me pregunto y no hace falta que pase ningún cometa.
-¿Usted también se hace esos planteos, Mey?
(Scápola) -A mí realmente me gusta mucho el tema de la astrología, del cielo, de los cometas, de la luna y las energías. No lo había pensado demasiado, pero creo muchísimo y nosotros no somos tan ajenos a la naturaleza ni a nada de lo que suceda. Al creer muchísimo en eso me es más fácil pensar que algo externo puede llamarte la atención, modificarte, cambiar. Así como creo que una relación o un trabajo te modifica, si te hacés algunas preguntas interesantes de la vida, me parece que esto es como un escalón más en la obra, que es cuánto te puede modificar el exterior a vos, cuánto dejás que te modifique, cuánto controlás, cuánto soltás, cuánto miedo te puede dar lo que pase afuera. La astrología siempre dice que como es afuera es adentro y a mí me gusta pensar que hay algo de ese afuera que no sabemos que pasa, que nos pasa todo el tiempo. Me gusta siempre pensar las historias de manera más macro, entonces creo que hay algo de ese afuera que nos está convocando a hacernos preguntas distintas. Es raro no pensar que estamos influenciados de algo que sucede afuera.
-¿Qué fue lo que les pareció más interesante al momento de abordar sus personajes?
(GH) -En mi caso, el personaje tiene una enfermedad supuestamente curada. El tuvo un acercamiento con el alcohol para llenar ese vacío de frustración que tiene en su vida y que está ligado a no haber podido ser lo que imaginaba. Hay algo de ese punto de cuando no te realizás en la vida y llegás como a cierta edad en la que sabés que ya no va a pasar. Algo de esa frustración a mí me interpela, no porque lo haya sentido, pero lo puedo entender perfectamente. Por eso me gusta este papel, jugar con esas dos versiones o más que existen dentro suyo, ver cómo lleva esa frustración y desde qué lugar trata de disolverla. Es un personaje complejo.
(MS) -Mi personaje es una zorra (risas), lo fui descubriendo a medida que se fue ensayando. Por supuesto que había características e indicios de una mina que estuvo con uno, que estuvo con otro, que viene con muchas cosas. Ella hace cosas que yo no haría nunca. No te digo que trataría de guardar la forma, pero hay cosas que me daría un poco de pudor hacer y hay algo de ella que no tiene ningún problema. Se pone más mala que nunca, más irónica, todos tenemos algo de eso, pero hay algo de ese riesgo que ella corre en quedar mal que lo estoy transitando y viendo hasta dónde se anima. Lo más difícil es ver cómo estos personajes atraviesan la obra después de que pasan determinadas cosas.
ATIPICA
-¿Cómo creen que va a recibir el público esta propuesta?
(GH) -Eso es un interrogante. Uno siempre trabaja, da lo mejor y espera lo mejor. A uno lo conmueve la historia y el personaje que interpreta y quiere que a la gente le pase lo mismo. Somos conscientes de que es una obra bastante atípica y en ese sentido las salas están llena de comedias de living, de familias y parejas, entonces creo que ‘Coherencia’ llega a ponerse en un lugar un poco diferente, pero que sigue contando una historia que convoca.
(MS) -Creo que así como ‘Reverso’ (La Plaza), el año pasado, o ‘El eternatuta’, en Netflix, esta obra te pide otra atención y seguramente otra apertura. A mí me hace acordar a cuando vas a ver un show de magia. Si desde que empieza estás tratando de descubrir el truco la vas a pasar pésimo. Acá hay algo de esa magia que nosotros vamos a contar con todos los rubros porque hay luces particulares, sonidos muy envolventes y una historia.
Apuntamos a que la gente se meta en ese cuento y confié en que las cosas se van a ir develando de a poco, como en una película de suspenso. Por ahora lo que nos pasa es que el afiche causa intriga, la gente quiere saber de qué se trata. Después está el riesgo de tirarte a hacer una obra que no contamos nunca.
-Gonzalo, ¿participó en la elección del elenco?
(GH) -No tanto. Sí me gusta que se forme un buen grupo de trabajo, un grupo fluido, humanamente bello. Es muy importante, sobre todo en el teatro, porque tenés que estar tanto tiempo conviviendo y más en este proyecto que es bastante atípico.
-Mey, ¿qué fue lo que le atrajo a usted de la propuesta?
(MS) -Es un género que nos cuesta a todos en el sentido de que yo no estoy muy acostumbrada a ver o hacer esto, pero al mismo tiempo fue lo que me hizo decir: “¡A ver qué onda! Juguemos”. La vez pasada lo decíamos en el ensayo, es la primera vez que estamos en una en la que realmente es probar y probar y uno un poco eso lo pierde en el trabajo después de hacer muchos años de teatro. Hacer algo en lo que te preguntes todo el tiempo por dónde ir y descartar lo que estás haciendo para seguir probando es de lo que más me atrajo.