Cocina judía con amor de familia

El restaurante "El Chiri de Villa Kreplaj" no se llama chiri por chiringuito, como podría suponerse. Eso lo aclara el dueño y chef Juan Pablo Gorbán mientras charla con los periodistas en una reciente comida -una de las tantas que en los últimos meses sirvieron para celebrar los diez años del lugar-. Gorbán da una explicación bastante larga para el nombre, pero si alguien está interesado, bien puede ir y preguntarle -no ahora, ya que hasta el 12 de este mes, está cerrado por vacaciones-. Seguramente, a su vuelta, el chef se hará el tiempo para charlar de este y de cualquier otro tema. Es que tanto él, como su boliche, resulta bien cercano, familiar, amable.

Pero el secreto del restaurante no está en el nombre, o en su decoración bien hogareña, sino, sobre todo, en la comida. Respetando y honrando la tradición judía pero dándole toques originales, Gorbán prepara los deliciosos sandwiches de pastrón, el pollo con farfalaj o las espectaculares entradas para compartir los hummus del día, los knishes, falafel y el arenque marinado, entre tantas otras delicias.

LA BOBE

Y ‘El chiri’ tiene una reina indiscutida, quien, como no podía ser de otra manera, también aparece en la reunión de prensa. Se trata de la inefable Dorita, la bobe -’abuela’ en idish- de Gorbán. Con sus 94 años espléndidos, ella se larga a charlar con los comensales haciendo alarde de coquetería y simpatía. Y cuenta infidencias y secretos -ninguno grave- de Gorbán, del lugar, de la historia familiar. Dorita habla de su juventud, de la marroquinería que tenía con su esposo y sobre todo de su amor por la comida. Ese mismo amor que le transmitió a su nieto.

Por supuesto, prueba los platos y los elogia, describe sabores, adivina ingredientes. Gorban hace un culto en eso de seguir las recetas de su bobe. Las replicó, con su estilo, en las ensaladas como tabule o en los exquisitos sandwiches de bagel de salmón, por ejemplo.

DE VACACIONES

Cuando termina la noche, el chef se ofrece a llevar a Dorita a su casa. Y así, juntos, se van. En el Instagram del restaurante ahora se ve una foto trucada de ambos en la que, muy divertidos, se tiran de lo que podría ser un paracaídas. Advierte el posteo que estarán de vacaciones hasta el 12 de febrero. A partir de entonces, no hay que dudar en darse una vuelta por ‘El Chiri’. Familia, buena mesa y sobre todo mucho amor esperan a los comensales. Nada poco, en estos tiempos.

‘El Chiri de Villa Kreplaj’

Dirección: Velasco 701, Villa Crespo, CABA.

Horario: todos los días de 9 a 0.

Instagram: @elchiridvk.