Las sucesivas crisis económicas y la pandemia generaron la clausura del local, pero las ventas seguirán por internet
Cerró un pedazo de la historia musical argentina
La mística Antigua Casa Núñez fue más que una tienda de guitarras, sino un lugar donde la música y pasión se entrelazaron para dar vida a melodías que resonarán por siempre en el país.
“Me duele un poco que se cierre así. Por empezar, es una casa antigua, tiene muchos años como el Tortoni, pero nada más que se diferencia por la música y sobre todo por las guitarras criollas. Es la pérdida de un lugar emblemático de la música que acompañó a los mejores artistas de música nativa, de música popular”, explicó a La Prensa Onofre Paz, figura icónica del grupo folklórico Los Manseros Santiagueños mientras recorría el último lunes el local de la Antigua Casa Núñez, en Sarmiento 1573.
Emblema de la luthería y la música en Argentina, la famosa fábrica de instrumentos cerró sus puertas esta última semana, marcando el fin de una era para los amantes de la música y la cultura. “Después de 150 años de historia, es hora de cerrar las puertas de nuestro histórico local comercial (...) Tomamos esta decisión, al tiempo que iniciamos un camino de reestructuración que nos permitirá, en algún tiempo, volver a dedicarnos a pleno a aquello que amamos”, dice el comunicado que la marca publicó en su cuenta de Instagram.
Fundada en 1870 por el inmigrante español Francisco Núñez, quien con su trabajo logró destacarse frente a otros reconocidos constructores de instrumentos musicales de Europa. En el año 1870 comenzó a hacer realidad su sueño al establecer la fábrica de guitarras Francisco Núñez y CIA. Años después, importó de Europa las máquinas más avanzadas para la producción masiva de guitarras.
Fue él quien inauguró la tienda en la calle Sarmiento y montó el taller en el barrio de Flores, donde se producían mandolinas y bandurrias, aunque las guitarras eran el producto principal. Su labor le permitió obtener medallas de oro y diplomas de honor en ferias internacionales en el viejo continente
Tras el fallecimiento del fundador en 1919, el negocio fue heredado por su esposa y su sobrino, quienes lo renombraron como Antigua Casa Núñez. Posteriormente, el taller se mudó de Flores a la misma cuadra de la calle Sarmiento, consolidándose en ese lugar.
La perfección de su arte atrajo a notables guitarristas de la época, quienes se reunían en la Casa Núñez para compartir su técnica guitarrística en conciertos y tertulias allí organizadas.
Con el paso de los años, Carlos Gardel, Atahualpa Yupanqui, Luis Salinas y Gustavo Cerati, entre otros, encontraron en el local sus instrumentos. La destacada fábrica se convirtió en un símbolo de la música porteña, inspirando a varias generaciones de artistas y, también, a aquellas personas de todo el mundo que buscaban instrumentos de calidad y un servicio experto.
Pero como a otros emprendimientos del sector, las sucesivas crisis económicas terminaron también perjudicando a la Antigua Casa Núñez. Además, se le sumaron los efectos de la pandemia, por la que estuvo sin abrir al público por seis meses; la inflación, que no dejaba establecer un precio acorde al valor del instrumento; y el último impacto de la recesión económica motivaron el cierre definitivo del local, aunque se espera que siga funcionando las ventas en alguna plataforma digital.
En tanto, el mundo de la música cambió notoriamente en las últimas décadas y el universo digital ha revolucionado la industria musical, obligándola a adaptarse a nuevas reglas. Actualmente, las generaciones más jóvenes buscan una experiencia musical enriquecida con elementos visuales e interactivos que les permitan opinar o jugar, manteniendo sus sentidos constantemente estimulados.
La guitarra eléctrica ha encontrado su lugar en las redes sociales, juegos y comunidades virtuales, gracias a pioneros que se adelantaron a las empresas en su adopción. Pero, al mismo tiempo, este cambio generó un fuerte impacto en el sector tradicional de la producción de la música.
EMOTIVO ADIOS
La noticia de su cierre generó en los últimos días un movimiento incesante de personas ingresando en el local. Muchos fueron interesados en adquirir alguno de los instrumentos que estaban expuestos y otros para compartir su apoyo a los empleados y a la historia de esta destacada casa musical. Así, en el amplio local en que alguna vez desbordaba por la exposición de instrumentos musicales sólo se encontraba el remanente de artículos que todavía no se habían vendido o que faltaban ser retirados por sus compradores.
“No puedo creer que cierre. Me escapaba del colegio para venir acá y probar alguno de los instrumentos que tenían. Fue mi rincón musical de mi adolescencia cuando quería formar una banda con unos amigos”, explicó a La Prensa emocionado Rodrigo Suárez, que finalmente cambió las guitarras por el servicio técnico de las computadoras.
Gerardo, que no quiso dar su apellido, le consultaba a uno de los cuatro empleados que seguían trabajando en el local si vendían cuerdas para su guitarra. “Para mí se cierra un lugar que visitaba con mi padre cuando era chico. Siempre que venía era como ingresar a un ambiente místico, donde la música afloraba en cada rincón. Siempre observaba los recortes de diarios que tenían expuestos y me imaginaba tocando en algún lugar del mundo”, recordó el abogado entristecido por el inminente cierre de las místicas puertas.
El ambiente melancólico se vio interrumpido por la llegada de Onofre Paz que, caminando con paso decidido, se dirigió al lugar donde se encontraba uno de los empleados para consultarles si habían quedado aún alguna guitarra para vender. Ante una respuesta negativa, el famoso músico del grupo folclórico Los Manseros Santiagueños, que este año cumplió 60 años de trayectoria, se quedó sentado en un rincón de local observando pensativo las paredes vacías y, quizás, recordando una de las tantas veces que fue a probar un instrumento.
A su lado se encontraba su hija Karina, que por unos minutos aprovechó para tocar una de las guitarras que aún se encontraban en el local. El eco que generaba cada nota permitió a los presentes admirar la calidad con que estaba construido este instrumento excepcional y, simultáneamente, surgió un emotivo sentimiento que inundó el local ante la certeza de que esa sería la última vez que un reconocido músico tocara rodeado de esas paredes.
“Cuando me enteré de que cerraban le propuse a papá que fuéramos a saludar a la gente del lugar, a ver qué pasaba, porque a veces por ahí uno escucha cosas y no termina sabiendo si son verdaderas o no. A mí me traía siempre desde chica, así que era como una salida que hacíamos siempre”, recordó la folklorista que acompaño recientemente a su padre en el Festival de Doma y Folclore de Jesús María durante un emotivo homenaje a su hermano Martín Paz.
REDES SOCIALES
Si el público no dejaba de visitar el local de Sarmiento, las redes sociales se inundaron rápidamente de recuerdos de todo tipo vinculados a la marca. "La tocamos los tres hermanos, pero sólo en las manos de Gus sonó afinada y con lindas melodías. Fue el principio de todo lo maravilloso que vino después. La guitarra de “Antigua casa Núñez” sigue hasta hoy...", publicó Laura Cerati, hermana de Gustavo en sus redes sociales.
Por otra parte, Beto Coppola, un jazzista de Buenos Aires, fue quien confirmó la noticia a través de sus redes sociales: "Adiós Antigua Casa Núñez, tres siglos junto a los guitarristas y la música popular Argentina".
Otro ejemplo de los músicos nacionales que han contado anécdotas con estas guitarras fue Juanchi Baleiron de Los Pericos. En sus redes sociales, se mostró tocando en 1984, un día previo de ingresar a la colimba. "En esa época fue letal con iorio, Hugo Benítez, Chofa y Pablo Álvarez", señaló.
Por otra parte, decenas de clientes dejaron expresiones de apoyo e historias personales vinculados a esta casa musical.
“Me acuerdo cuando compre mí primer guitarra, me gasté hasta la plata para volver en el colectivo y el vendedor me dice “para no te vas a quedar sin plata para el bondi” y me bajo el precio de la viola para que pueda volver a casa. Gran gesto”, recordaba el usuario Javier Capano.
Otro mensaje decía que: “Ayer horas después de leer la noticia, sin querer la vida me llevo a pasar por la puerta donde pare para preguntar algo a una persona que estaba en la vereda. Cuando me di cuenta de que estaba en la puerta de casa Núñez y ver qué se estaba cerrando me dio mucho dolor. Lo que si guardo como un lindo recuerdo es ir a mis 18 años a comprar mi primer guitarra con un amigo y venir tocándola en el subte, no pude esperar llegar a casa. Pero claro no solo me había comprado primer guitarra, sino que era una Antigua Casa Núñez”.
“Les agradezco el maravilloso aporte que hicieron a la música en nuestra Argentina. Nos ayudaron desde los pequeños aprendices hasta los mejores profesionales. No creo que se pierdan así nomás. ¡¡Ojalá puedan volver pronto y sigan ofreciendo la calidad y calidez musical para tantos!! Bendiciones y gracias por este maravilloso trayecto sonoro transcurrido. Y esperamos la nueva etapa de Casa Núñez pronto”, decía otro posteo.
Sin duda, el legado de la Antigua Casa Núñez perdurará en los instrumentos que creó, en las melodías que ayudó a componer y en los recuerdos de aquellos que cruzaron su umbral.