‘Celebramos Prilidiano’ (Pueyrredon con tilde)

Celebremos Prilidano fue el título de la exposición con la que en el Museo Pueyrredon de San Isidro celebró el bicentenario del nacimiento del reconocido artista, que viviera en la quinta del Bosque Alegre propiedad que había sido de su abuelo con Francisco de Tellechea, y en la que habría de residir en su infancia y a su regreso al país en tiempos de Rosas.
Muy bien ambientada reunió una serie de obras pertenecientes a la propia colección, como también a préstamos del Museo Nacional de Bellas Artes, Museo Mitre, Museo de Arte Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco, Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo, Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat, Facultad de Dercho (UBA), Jockey Club, Matteo Goretti, Mario López Olaciregui, Daniel Maman, Jorge Pereyra Iraola, Horacio Pueyrredon e Inés Menéndez Behety, Adrian Schwartz y Andrea Arditti, Carlos Vertanessian; lo mismo que algunos coleccionistas que han preferido mantener el anonimato.
Curada por Eleonora Jaureguiberry, Cecilia Lebrero y Patricio López Méndez, editaron un “catálogo” en el que además escribieron Roberto Amigo, Laura Malosetti Costa, Carlos Vertanessian. María Paula Zingoni y Raúl Romero, enfocando distintos aspectos del artista, desde su modernidad, sus múltiples facetas, comentarios sobre algunos retratos, los desnudos, Prilidiano y la fotografía, la cultura visual en su obra y el arquitecto.
Pusimos “catálogo” entre comillas porque lamentablemente no se hizo el detalle de las obras expuestas, lo que nos permite a través del tiempo continuar el rastro de las mismas, como los editados por Amigos del Arte en 1933, o el del mismo Museo cuando en 1970 hizo una exposición con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes en el centenario de la muerte del artista.
Pero lo más curioso es que en todo momento el apellido Pueyrredon está acentuado. Y no lo lleva, es suficiente ver los documentos firmados por el fundador de la familia don Juan Martín de Pueyrredon y Labroucherie, de sus hijos, comenzando por Juan Martín el Director Supremo que hizo posible la campaña sanmartiniana, Prilidiano, Honorio el canciller de Yrigoyen y Carlos Alberto, intendente porteño y destacado historiador.
Por si fuera poco, podemos como un ejemplo de actualizado ver la página del reconocido cantante César Banana Pueyrredon en la que su apellido no tiene tilde (indudablemente que no se trata de un error), a pesar de la insistencia en colocárselo en los medios.
Por eso la publicación del Museo Pueyrredon de San Isidro, nos llamó la atención, cosa que se repite en la página de ese municipio; la que debiera tener en cuenta que el partido que lleva el nombre del Director Supremo y cuya ciudad cabecera es Mar del Plata, escribe correctamente el apellido.
Podríamos abundar en detalles, pero agregamos finalmente estos versos de Victoria Pueyrredon, reconocida editora de la revista Letras de Buenos Aires. Que publicara en el año 2000, y que nos aclara este tema con buen humor:

El diccionario complica
Cuando nos cambia las frases
Porque aprendimos las bases
Y nada significa.
Hasta la Ñ sacaron
La H y los acentos
Pero siempre se empeñaron
En no olvidar ni una vez
El problema del acento
De mi apellido bearnés
Desde el colegio he sufrido
Y en los años que he vivido
Reconozcan mi lamento
Y comprendan lo que siento
¡Pueyrredon va sin acento!


CORREGIR UN ERROR
El Instituto Histórico Municipal de San Isidro, reúne a un grupo de destacados historiadores que sin duda podrán asesorar a las nuevas autoridades sobre este particular, y corregir un error, máxime cuando en 1776 se cumplirán 250 años del nacimiento de quien era el Jefe del Estado con el título de Director Supremo en ocasión de la Declaración de nuestra Independencia.
Sobre este particular en el año 2000 en ocasión de un gran encuentro de los descendientes del fundador de la familia en Buenos Aires, se reunieron firmas solicitando que el busto de don Juan Martín de Pueyrredon se colocara en la galería de la Casa de Gobierno, que los acontecimientos posteriores dejaron en el olvido. Bueno es que en vista de aniversario que se cumplirá dentro de tres años, se vaya pensando en salvar ese olvido. Quizás la provincia de San Luis, a la que don Juan Martín representaba en el Congreso de Tucumán, pueda entregar al país ese busto, con materiales de esas tierras y hacer justicia con la memoria de su diputado en aquellas jornadas.