Caso García Belsunce: absolvieron a Carrascosa por falta de pruebas

La Plata - La Sala I del Tribunal de Casación bonaerense absolvió hoy por falta de pruebas a Carlos Alberto Carrascosa por el asesinato a balazos en 2002 de su esposa, María Marta García Belsunce, y dispuso su inmediata libertad, informó la Suprema Corte bonaerense.

Carrascosa, que desde 2015 cumple condena a perpetua en prisión domiciliaria dentro de la casa de un amigo en el partido de Luján, dijo sentir una "emoción que no puede hablar", y prometió que van a "averiguar ahora" quién mató a su mujer.

El crimen de García Belsunce, una socióloga de 50 años que era presidenta de la organización Missing Children, se produjo el domingo 27 de octubre de 2002 en su casa del country Carmel, de Pilar, donde la encontraron con cinco balazos en la cabeza luego de haber estado reunida con su marido y amigos. 

Horas después de conocido el fallo, y luego de que le quitaran la tobillera electrónica mediante la cual se monitoreaban sus movimientos, García Belsunce afirmó ante la prensa en Luján "soy libre" y dijo que se sentía "tranquilo" porque "tengo la grandeza de ser inocente".

También anunció que iba a presentarse como querellante para accionar en la causa y buscar al culpable del crimen de María Marta, a quien calificó como su "mujer, amiga y amante".

Los camaristas Víctor Horacio Violini, Martín Manuel Ordoqui y Daniel Carral, de la Sala I de Casación bonaerense, admitieron el recurso de casación interpuesto por la defensa de Carrascosa y lo absolvieron "en orden a los delitos de encubrimiento agravado y homicidio calificado por el vínculo".

"No se encuentra acreditada la autoría del encartado en el hecho principal que le fuera imputado y por el que mediara condena", escribió el juez Violini en su voto -al que adhirieron Ordoqui y Canale- y resolvió "revocar la sentencia por la que se condenara" para "dictar veredicto absolutorio".

También dispusieron los jueces remitir copias de las "irregularidades detectadas en la sustanciación de la Investigación Penal Preparatoria" por parte del fiscal Diego Molina Pico al "jurado de Enjuiciamiento, a la Procuración y a Suprema Corte de Justicia".

Al respecto, Violini escribió: "Me resulta sumamente llamativo que si desde la primera foja del expediente el fiscal pretendía averiguar la causa de muerte se haya tomado 17 días para peticionar la realización de la autopsia, y en el ínterin, haya solicitado y recibido prueba que, aunque importante, nada podía aportar a ese específico objetivo".

El fallo concluyó que "al día de la fecha, el autor del homicidio se desconoce".

Carrascosa fue absuelto la primera vez en 2007 por el Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro, que sin embargo lo condenó a cinco años de cárcel por el encubrimiento, pero en 2009 el Tribunal de Casación bonaerense lo sentenció a prisión perpetua como coautor del homicidio.

Entre aquellos camaristas que mandaron a Carrascosa a la cárcel se encontraban los jueces Benjamín Sal Llargués y Horacio Piombo, que luego debieron renunciar a sus cargos en medio de duros cuestionamientos por reducirle la pena a un violador de un menor.

En enero de 2015 Carrascosa fue autorizado por la Justicia a cumplir la pena bajo detención domiciliaria, aunque antes tuvo que depositar una fianza de un millón de pesos, dinero que según reveló sus abogados fue reunido por un grupo de amigos y familiares de la víctima.

En principio el hecho se quiso hacer pasar como un accidente, pero luego se comprobó que había sido un asesinato. Varios familiares y allegados fueron acusados y condenados por encubrimiento.

Así, Guillermo Bártoli, el fallecido cuñado de María Marta, recibió 5 años de prisión; Horacio García Belsunce (hermano), 4 años; Juan Hurtig (hermano), 3 años y 6 meses de prisión; Juan Gauvry Gordon (médico) y Sergio Binello (vecino del country), 3 años de prisión. A todos los condenados se les ordenó la detención inmediata. En el caso de Beatriz Michelini (masajista de la víctima), el tribunal le otorgó la absolución. Más tarde, los condenados fueron liberados tras el pago de una fianza.