Carta abierta al Presidente

Señor Presidente, con todo el respeto que merece su investidura y en ocasión de lo expresado por Usted en el Ciclo Nos mueve el orgullo (1), llevado a cabo el pasado 3 de noviembre en el Centro Cultural Kirchner, me permito hacer estos breves comentarios.­

Usted comenzó su discurso dando las buenas noches a "todos, todas y todes" y se ocupó de señalar que es correcto decir "todes" porque eso incluye a todos y todas y nadie se siente excluido.­

En otro pasaje afirmó que prefiere hablar de respeto y no de tolerancia, porque -dijo- tengo la impresión de que tolerar es algo parecido a "me tengo que bancar lo que no me gusta", por eso -continuó diciendo- prefiero hablar de respeto porque a decir verdad no tengo porqué bancarme nada, sí debo "respetar al otro cómo es, a la otra cómo es, al otre cómo es".­

Exhortó también a profundizar la lucha y el camino iniciado con el matrimonio igualitario, la igualdad de género, la legalización del aborto, el documento no binario, contra la discriminación y con la imposición del cupo de personas trans en la Administración Pública Nacional, imposición ésta que antes de su gobierno no existía, según Usted, por "la imbecilidad humana".­

Haciendo suyas las palabras, el pensamiento y el accionar de Carlos Jáuregui (primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina-CHA, 1984-1987), afirmó que "en una sociedad que te avergüenza, que te persigue, el orgullo es una respuesta política" y que la lucha iniciada por Jáuregui no hay que pararla, hay que seguir "hasta que el último energúmeno entienda que todos debemos ser respetados cuando elegimos ser lo que somos".­

Señor Presidente, haciendo mías sus palabras debo decir que no tenemos porqué bancar lo que no nos gusta y mucho menos respetar aquello que se impone a la fuerza contra el decir y sentir del pueblo argentino.­

Me refiero, en primer lugar, al llamado lenguaje inclusivo, al que Usted recurre insistentemente y respecto del cual la Academia Argentina de Letras ha manifestado que es ajeno a la morfología del idioma español y a la vez innecesario, ya que el masculino genérico o gramatical ya es inclusivo. Expresaba José Luis Moure, académico y ex presidente de esa Academia, que dicho lenguaje "no surge como cambio "desde abajo", es decir como una progresiva y por lo general lenta necesidad expresiva de un número considerable de hablantes, sino como una propuesta "desde arriba", numéricamente minoritaria nacida de un grupo de clase media que busca imponer con marca en la lengua un valor en torno a un reclamo social" (2).­

De modo que, reitero, no tenemos porqué bancarnos ni mucho menos respetar una forma de hablar extraña y ajena, que quiere imponerse en virtud de un reclamo social minoritario y que atenta gravemente contra nuestra propia identidad cultural.­

En segundo lugar, en su discurso y haciendo uso de un lenguaje ofensivo, ha tratado de imbéciles y energúmenos a los que no comulgamos y rechazamos todo ese plexo de leyes y normativas que Usted promueve y elogia como grandes conquistas democráticas. Me refiero a la igualdad de género, la legalización del aborto, el matrimonio igualitario, el documento no binario, el cupo trans, entre otras.­

Señor Presidente, la inmensa mayoría de los argentinos, imbéciles y energúmenos según sus calificativos, no está de acuerdo con esas leyes y normas que Usted defiende y promueve como conquistas de la democracia y de su gobierno. En lo que refiere a la ideología de género los datos del último Censo Nacional realizado en el mes de mayo de este año son más que elocuentes: tan sólo 56.793 argentinos, el 0,12% de los 47.327.407 que formamos la población total, no se percibe como perteneciente a ningún sexo (no binarios), o sea que el 99,88% de los argentinos quiere seguir siendo varón o mujer, conforme a su naturaleza e identidad sexual.­

Señor Presidente, los imbéciles y energúmenos queremos seguir hablando el lenguaje aprendido en nuestra casa y en nuestra escuela, los imbéciles y energúmenos defendemos nuestra lengua, defendemos la vida, la familia, el matrimonio constituido entre varón y mujer, la identidad sexual y no la igualdad de género. Sepa también que los imbéciles y energúmenos, a quienes Usted no representa, respetamos los actos privados, las decisiones de cada persona y el estilo y forma de vida que prefieran y elijan, a diferencia suya no nos sentimos con autoridad para juzgar a nadie.­

Señor Presidente, no tenemos porqué bancarnos los agraviantes calificativos con los que Usted conceptúa a la mayoría absoluta del pueblo argentino, ajeno a este pensamiento único y totalitario del cual Usted es su vocero y fiel representante. No queremos y nos resistimos a que se nos siga imponiendo "democráticamente" un estilo de vida y un orden público ajeno a nuestra cultura e identidad nacional.­

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1 - Palabras del Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en la apertura del Ciclo `Nos mueve el orgullo"', con motivo de las celebraciones del Mes del Orgullo, en el Centro Cultural Kirchner. Jueves 3 de noviembre de 2022, www.casarosada.gob.ar­

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2- Academia Argentina de Letras, www.aal.edu.ar­

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Daniel Passaniti­

DNI 11.386.594­