Está condenado a prisión perpetua por el crimen de su esposa y asegura que atraviesa una profunda depresión

Carrascosa pide la prisión domiciliaria para "morir" en su casa

El viudo de María Marta García Belsunce insistió en su inocencia. "Los verdaderos asesinos se ríen de mí", aseguró, y cuestionó por qué no le otorgan el beneficio si ya tiene 68 años "y en rigor a otros imputados más jóvenes se lo dan".

Carlos Carrascosa, condenado a prisión perpetua por el crimen de su esposa, María Marta García Belsunce, formalizó hoy un pedido de prisión domiciliaria ante la Cámara de Apelaciones de San Isidro para "morir" en su casa.

Carrascosa reiteró que es "inocente" y que vive una "depresión muy fuerte" por haber sido sentenciado, a su entender, injustamente, informaron fuentes judiciales.

Durante dos horas, Carrascosa le dijo a los jueces de la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro que se encuentra en grave estado de salud y que quiere "morir" en su casa, se explicó.

También planteó que no entiende por qué no le otorgan el beneficio de la prisión en su vivienda, a los 68 años y a raíz de sus problemas de salud, si a otros imputados más jóvenes se lo dan.

La semana pasada, en una carta pública, Carrascosa había hecho saber estos argumentos: "Desde hace casi cuatro años estoy preso por un delito que no cometí y estoy sufriendo en mi cuerpo y en mi mente las terribles consecuencias de que se me considere el asesino de mi esposa María Marta, cuando los verdaderos asesinos se ríen de mí, de la Justicia y de la gente".

María Marta García Belsunce (50) fue hallada muerta el 27 de octubre de 2002 en su casa del country Carmel, de Pilar, con medio cuerpo semisumergido en la bañera, y su marido siempre sostuvo que creyó que se trató de un accidente porque era "muy torpe". La mujer fue asesinada con cinco tiros en la cabeza pero nadie se enteró de ese crimen porque familiares y amigos actuaron como si hubiera sido un accidente. Luego, una autopsia dejó al descubierto el homicidio.

En un fallo dividido, en 2007, el Tribunal Oral en lo Criminal 6 de San Isidro entendió que Carrascosa había sido el promotor de esa confusión inicial que llevó a tender una supuesta red de encubrimiento en torno al homicidio y lo condenó a cinco años y medio de cárcel.

Pero el juez Luis Rizzi votó distinto a sus colegas María Etcheverry y Hernán San Martín luego de resaltar la "abrumadora carencia de certezas" y "las admitidas torpezas de la Fiscalía" que, además, no explicó "el móvil del crimen".

Así, la defensa pero también la Fiscalía apelaron la sentencia ante la Cámara de Casación bonaerense que, en un fallo inédito, reinterpretó la prueba y decidió condenar a Carrascosa por el homicidio agravado de su esposa.
Carrascosa fue a prisión de inmediato, mientras que sus familiares fueron sometidos hace dos años a un juicio oral en donde terminaron condenados por encubrimiento agravado.

La Suprema Corte bonaerense confirmó el año pasado la condena impartida por Casación, y ahora el último recurso que le queda es que la Corte Suprema de la Nación revoque la sentencia.

Mientras tanto, hay un planteo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.