Camila Peralta: “Vivir de la actuación es un sueño”

La actriz sorprende en el Metropolitan con su unipersonal ‘Suavecita’, que surgió del ‘off’ y hoy cautiva a la calle Corrientes. En poco tiempo más estrena ‘En el barro’, por Netflix.

Camila Peralta es de esas actrices que pueden saltar de un personaje a otro a una velocidad vertiginosa. Durante la hora que dura ‘Suavecita’ pasa por todo tipo de matices y deja a los espectadores absortos ante tanto talento. Seguramente esa es la clave para que esta obra que empezó en el off porteño haya desembarcado finalmente en el Metropolitan, donde llena la sala cada martes.

La pieza escrita por Martín Bontempo retrata la historia de una madre de bajos recursos que es contratada por un médico para probar una terapia alternativa en pacientes terminales. De a poco Suavecita, como la llaman entre las enfermeras, empieza a salvarlos generando cierta devoción alrededor de su figura.

 

CALLE CORRIENTES

-¿Cómo fue abrirse paso desde el ‘off’ hasta el circuito comercial con la misma obra?

-Lo que está buenísimo de ‘Suavecita’ es que es un equipo conformado por un montón de gente. Estoy yo solita en el escenario, pero hay un equipo de producción muy bueno que para mí es clave para todos los pasos que está dando la obra, porque creo que si hubiéramos estado de un manera más independiente, que era como trabajábamos con Martín hasta que empezamos a hacer ‘Suavecita’, nos hubiera costado un poco más entender si daba o no pasar a una sala más grande. Lo hicimos muy de a poco también, si bien tuvimos un año de función en Nün donde iba mucha gente. Este paso fue algo que pedía un poco la misma obra.

-¿Cambió algo al pasar a una sala más grande?

-Martín y yo siempre estamos cambiando cositas porque somos así, nos gusta ir modificando para seguir manteniendo vivo nuestro deseo hacia la obra y nuestro desafío de hacer. Entonces siempre va cambiando, más allá de la sala. Después, lo que pasó es que al ir a una sala grande yo tuve que empezar a usar micrófono y eso fue todo un vértigo en un momento porque quizás se pierde la intimidad del personaje. Pero yo me siento muy tranquila con esa decisión porque mi personaje está lleno de muletillas y palabritas que dice medio por lo bajo y Suavecita habla muy suavecito, entonces si yo lo hacía en una sala tan grande sin micrófono iba a cambiarme el personaje. En el fondo, tomamos la decisión de usar micrófono para que se mantenga el espíritu del personaje, y fue muy bien. Para actuar fue lo mismo porque siempre lo hago en la misma cantidad de metros, pero lo lindo es tener tanto público y escuchar tanta respuesta. Es muy estimulante como actriz para seguir haciéndolo.

 

UN PACTO

-Mucha gente llega sin saber bien qué es lo que va a ver.

-Sí, es verdad. Nunca dijimos nada nosotros, no es que yo hablo después de la función, pero me parece que la gente que va a ver ‘Suavecita’ y vive la experiencia sin tener mucha información, después la recomienda y decide no contar nada para que el otro lo viva de la misma manera porque parte de la obra es ir descubriendo con el personaje lo que le está pasando. Es como un pacto que se arma con los espectadores, que no lo pedimos pero se dio de esa manera y para mí es lo mejor.

-¿Cuál fue el mayor desafío que le presentó la obra?

-Era la primera vez que hacía una obra de un solo personaje y el mayor desafío fue ese, sentirme cómoda y encontrar herramientas para yo poder estar en escena sola y bancármela. También había una cosa técnica de aguantar esa hora vocal y físicamente, porque por ahí uno cuando la empieza a hacer le pone demasiada energía y llega al final casi sin aliento. Fue aprender eso sobre la marcha, porque las primeras funciones terminaba agotada. Tuve que entender cómo manejar la energía y cuánta resistencia tenía el cuerpo. Finalmente, pude hacer en algunos momentos hasta dos funciones seguidas.