Missing Children destaca la necesidad de un protocolo de búsqueda inmediato que priorice las primeras horas

Ayudar a que los niños vuelvan a casa

La ONG trabaja con las desapariciones de menores en todo el país. La realidad muestra que la respuesta estatal aún presenta falencias en el entrecruzado de datos.

“Si bien la Alerta Sofía representa un avance significativo, existen áreas de mejora notables, especialmente en la rapidez de su activación. El caso de Lian, donde la activación tardó 24 horas, subraya esta necesidad”, explicó a La Prensa Ana Rosa Llobet, presidenta de la ONG “Missing Children Argentina”, que actualmente asisten en la búsqueda de Lian Gael Flores Soraide, el niño de 3 años que fue visto por última vez en un paraje de Córdoba hace una semana.

La desaparición del menor conmocionó al país al revivir similitudes con el caso de Loan Danilo Peña, el pequeño de cinco años que desapareció el 13 de junio de 2024 en el paraje El Algarrobal, en la localidad correntina de 9 de Julio. Como en el caso de Loan, Lian parece haberse desvanecido de la faz de la tierra y su ausencia ha reavivado el debate sobre la eficacia de los protocolos de búsqueda de niños, niñas y adolescentes en la Argentina.

“Considero que se pueden implementar mejoras sustanciales en los protocolos. En primer lugar, se debe priorizar la celeridad en la activación. En segundo lugar, es fundamental explorar la aplicación de tecnologías más avanzadas. Por ejemplo, en algunos países, las fotografías de niños desaparecidos se difunden automáticamente en los teléfonos móviles de los residentes de la zona, lo cual podría ser una estrategia efectiva a considerar", destacó la presidenta de la entidad que desde 1999 trabaja exclusivamente en caso de menores desaparecidos en el país, una ardua tarea que ha dado una respuesta a miles de familias desesperadas.

Por otra parte, la especialista señaló la necesidad de un protocolo de búsqueda inmediato para niños, niñas y adolescentes desaparecidos que debe priorizar las primeras horas. De esta forma instancias como las entrevistas a la familia y testigos, inspección del último lugar visto, revisión de cámaras de seguridad y análisis del área podrían generar datos específicos que aceleren el proceso de búsqueda.

En el caso de Lian, “considero acertada la decisión del secreto de sumario. A mi parecer, se ha aprendido de los errores cometidos en el caso Loan, donde la excesiva difusión y las declaraciones contradictorias generaron un caos. La medida actual, que centraliza la información bajo el número 134, me parece prudente. Además, se está trabajando con el Sifebu en coordinación con la Fiscalía, actuando con cautela antes de divulgar detalles. Me parece crucial que puedan trabajar sin la presión mediática, que, si bien garantiza la atención necesaria, a veces interfiere negativamente".

Cabe destacar que el Sifebu (Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas) ha reconocido la necesidad de mejorar la articulación con las diferentes jurisdicciones del país y de seguir ampliando la cooperación internacional y la formación de especialistas en búsqueda de personas.

En su informe de 2024, el Sifebu señaló que el 49,6% de los casos que atendió ese año corresponden a niños, niñas y adolescentes. Esto pone de manifiesto la importancia de contar con un sistema de búsqueda eficiente y especializado en este grupo etario.

DESAPARICIONES

"Tenemos tres, cuatro, a veces más, a veces menos, denuncias diarias", señaló Ana Rosa al ser consultada por los casos que reciben por WhatsApp al 1141573101. Desde la oficina que la entidad tiene en Bahía Blanca, 8 voluntarios se alternan recibiendo información o nuevas denuncias. Se suman 10 personas más en otros destinos que ofrecen su tiempo para asistir a las familias que los contactan de forma angustiada.

"La gran mayoría aparece relativamente pronto y, generalmente, son adolescentes mujeres", explicó Ana Rosa que luego agregó que “Los casos de secuestro, incluso aquellos perpetrados por padres, son poco frecuentes”.

Las causas de las desapariciones son diversas, abarcando desde problemas familiares y conflictos propios de la adolescencia hasta el acoso y la manipulación a través de internet (grooming).

La ong recibe un gran número de denuncias, pero muchas otras no llegan a su conocimiento. La principal causa es la necesidad de una mayor articulación entre las distintas instituciones involucradas en la búsqueda, como comisarías, fiscalías, juzgados y organismos no gubernamentales. "Hay una gran cantidad de denuncias de distintos lugares del país que no nos llegan porque no lo notifican", se lamentó la voluntaria que junto al equipo de personas buscan en los medios online y redes nuevos casos específicamente de menores que no se hayan difundido.

Por otra parte, si bien existen organismos e instituciones que trabajan en la búsqueda de personas desaparecidas, como el Registro Nacional de Chicos Perdidos y el Sistema Federal de Búsqueda, la realidad es que la respuesta estatal aún presenta falencias en el entrecruzado de datos.

NUNCA OLVIDADOS

Aun así, los convenios vigentes realizados con organismos judiciales y ministeriales de algunas provincias les permite actualizar los nombres de los menores que parecen en el sitio www.missingchildren.org.ar en que ya se puede encontrar a Lian junto a otros casos emblemáticos como el de Guadalupe Cialone, desaparecida en San Luis; Brisa Ayelen Pereyra, en CABA; Sofía Herrera, en Tierra del Fuego, entre otros.

En la página de la ong, la sección dedicada a personas desaparecidas siendo menores que ahora son adultos muestra que 42 casos siguen abiertos, incluso después de décadas. “Son jóvenes que fueron niños desaparecidos hace 20 o 30 años, como el caso de Gentiletti en Santa Fe, y que aún no han sido encontrados. No hay nueva información. ¿Cómo es posible que nadie sepa nada? Ciertamente, resulta difícil comprender cómo pudo desaparecer sin dejar rastro alguno. La ausencia total de indicios, ya sean prendas de vestir u otros objetos, es desconcertante. Uno esperaría encontrar alguna evidencia”, reflexionó Llobet que junto a los voluntarios llevan recopilados 250 denuncias de menores desaparecidos en lo que va del 2025. Según las estadísticas de la entidad el 95 por ciento volverá a sus casas en el corto plazo.

RECONOCIMIENTO FACIAL

En su incansable labor por mejorar la búsqueda de menores en el país, la ONG lanzó un sistema de reconocimiento facial que incluye las imágenes de varios niños, las cuales se van ampliando progresivamente. “Solicitamos la colaboración del público mediante una aplicación móvil. Si un usuario tiene fotografías de lugares públicos como plazas, estaciones de tren, eventos deportivos o escuelas, el sistema analiza las imágenes. Al igual que Google agrupa fotos similares mediante inteligencia artificial, nuestro sistema puede identificar coincidencias con las imágenes de los niños desaparecidos", resaltó la presidenta de la entidad. La aplicación se puede bajar desde el sitio web de la entidad, es anónima y sólo el usuario decide emitir el hallazgo. De esta forma, las personas se vuelven parte activa del esclarecimiento de uno de los casos sin resolver.

Por otra parte, desde la entidad señalan que es fundamental que la población conozca los pasos a seguir ante la desaparición de un niño o niña. Las primeras horas son cruciales y la rápida acción de la familia y las autoridades puede ser determinante para el éxito de la búsqueda.

Cualquier persona puede hacer la denuncia de una desaparición inmediatamente en la comisaría, fiscalía o juzgado más cercanos. Es importante reclamar una copia de la denuncia y preguntar los datos del juzgado y la fiscalía que se harán cargo del caso.

En caso de que no se quiera tomar la denuncia, se debe comunicar a la línea 134 del Ministerio de Seguridad de la Nación. Allí se puede denunciar la desaparición y la negativa a tomar la denuncia en la instancia previa.