Aumento que no corresponde

El Estado debe a las empresas ferroviarias unos 200 millones por subsidios e inversiones impagas, y afectará al usuario con un aumento del boleto.

El secretario de Transportes de la Nación anunció que habría que hacer un aumento de cinco centavos en las tarifas del boleto de tren para pagar una parte de la deuda que el Estado mantiene con los concesionarios, que es de 150 a 200 millones de pesos, a raíz de subsidios e inversiones no pagados. Para muchos este aumento de cinco centavos podrá no tener una incidencia en sus presupuestos actualmente deprimidos, mientras que para otros sí tiene importancia, y de dos maneras: porque en sí mismo es un ajuste de sus posibilidades económicas, y porque esos centavos se suman a otros aumentos, sobre todo en los servicios públicos, que se introducen subrepticiamente en las facturas bajo rubros realmente imposibles de comprender. Es decir, paso a paso, el Estado o las empresas privatizadas disponen lo que llaman reajustes tarifarios o nuevas modalidades de pago que inevitablemente han de llevarse varios centavos de los hogares. Pero en el caso del boleto de tren es muy distinto, primero por tratarse del transporte más barato y generalmente utilizado por los ciudadanos de menores recursos financieros, y luego porque es el pueblo nuevamente la variable de solución de un incumplimiento del Estado. Si es el Estado el que no pagó los subsidios y las inversiones de las empresas, pues es él el único responsable, y no debe transferir la solución al usuario, que, como siempre, resultará inevitablemente impotente para marcar su disconformidad.