Ataque con drones suicidas golpeó dos bases militares en Irak
Bagdad - Un grupo de "pequeños drones suicidas" atacó en la madrugada de este martes dos bases militares iraquíes en una operación que causó "daños significativos" a los sistemas de radar del campamento de Taji, al norte de Bagdad, y a las instalaciones del Imán Ali, en el sur, sin que se produjeran víctimas personales.
El portavoz del comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Irak, Sabah al Numan, informó hoy de este "ataque cobarde y traicionero" que tuvo lugar entre las 02.15 y las 03.45 hora local en ambas instalaciones castrenses.
"Las fuerzas iraquíes lograron repeler y frustrar todos los demás intentos de ataque en cuatro posiciones diferentes, interceptando y derribando los drones que pretendían atacarlos", agregó Al Numan.
Según el portavoz, todos los emplazamientos atacados son instalaciones militares bajo el control total de las fuerzas de seguridad iraquíes, bajo la responsabilidad y la dirección de oficiales y personal de nuestras heroicas fuerzas de seguridad.
Tras este ataque, el primer ministro y comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Irak, Mohamed Shia al Sudani, ordenó la formación de un comité técnico y de inteligencia de alto nivel, que incluye representantes de todos los organismos de seguridad pertinentes, para investigar las circunstancias del ataque, identificar a los autores y supervisar plenamente los resultados de la investigación.
"Estos actos criminales y traicioneros no quedarán impunes, y nuestras Fuerzas Armadas seguirán siendo el escudo de Irak en defensa de nuestro pueblo, nuestro territorio y nuestra soberanía", concluyó Al Numan en un comunicado.
Hasta el momento ningún grupo ha reivindicado su implicación o autoría en ese suceso.
Anteriormente, el jefe del departamento de Medios de Seguridad iraquí, Saad Maan, había detallado a la prensa que "un dron tuvo como objetivo el radar de la base de Taji, al norte de Bagdad".
Maan explicó que un segundo dron impactó contra un generador eléctrico, sin causar víctimas, en esa misma base situada a 20 kilómetros al norte de Bagdad, que meses atrás había sido escenario de frecuentes ataques con cohetes por parte de milicias apoyadas por Irán contra las tropas lideradas por Estados Unidos, antes de su retirada del país.
En 2020, las tropas de la coalición internacional liderada por Estados Unidos se retiraron de la base y la entregaron a las fuerzas de seguridad iraquíes, que se encargaron de estas instalaciones que habían llegado a albergar 2.000 miembros de la coalición.