Arrecia un huracán llamado Julia Tozzi

La joven actriz, con un camino recorrido en el teatro y la TV, protagoniza 'Heathers'. Aunque muchos la consideran una revelación, se ha destacado anteriormente en obras como 'Juegos' y 'Mamá está más chiquita'. Celebra el reciente estreno de la serie 'FreeKs'.

Aunque muchos la consideren recién ahora una revelación, hace tiempo que Julia Tozzi se dio a conocer ante el gran público con un talento llamativo. Lo que su rol protagónico en el musical ‘Heathers’ le ha dado es más exposición, una llegada masiva a un público joven que quizás no la conocía tanto. Eso y su participación en la serie ‘FreeKs’, de Disney+, que se estrenó hace algunas semanas, han hecho que su figura diminuta se acreciente casi tanto como ella misma se agiganta al entregarse en cuerpo y alma en cada escena y canción que intepreta.

 Mucho antes de cautivar al director Fer Dente en la audición abierta de la que participaron 6.000 postulantes buscando un lugar en el elenco de la obra que se viene presentando en Opera, Julia se había lucido en teatros y con elencos de primer nivel. Fue Columbia en el Maipo en la puesta de ‘Rocky Horror Show’ que protagonizó Roberto Peloni en el lejano 2017, y también la hija menor del Tevye de Raúl Lavié en ‘El violinista en el tejado’, en el Astral (rol por el que estuvo nominada a los Premios Hugo). Ariel del Mastro la dirigió en ‘Juegos’, apenas el mundo salía del encierro pandémico, en La Plaza, y encarnó a la sufrida Clara en la ficción de ‘Mamá está más chiquita’, a las órdenes de Marcelo Albamonte, entre otros proyectos. 

En televisión la recuerdan los más jovencitos por sus participaciones en ‘El ristorantino de Arnoldo’ (junto a Topa) y en la serie ‘O11CE’, otros dos proyectos de Disney. Y ahora ‘FreeKs’, donde le presta el cuerpo de Gi, la chica buena que apoya en su desgracia al líder de la banda rockera que da título al ciclo, y termina encontrando el amor.

 

PERTENECER
Nacida en Avellaneda y formada en la Fundación Julio Bocca y en la escuela de Raúl Serrano, Julia Tozzi cautiva hoy desde el escenario del Opera como Verónica Sawyer, personaje que -junto al JD de Nicolás Di Pace- lleva adelante el relato de la provocadora obra basada en la película que protagonizara Winona Rider.

-¿Cómo la atraviesa una propuesta donde se tratan temas tan complejos como el bullying, la sexualidad y el suicidio adolescente?
-Yo no viví la secundaria de la manera en que lo hacen los personajes entonces...(piensa) ¡Mentira! Sí viví la secundaria de esa manera. Y mirá qué loco: no hace falta asistir en la típica secundaria yankee que muestra la obra, y que haya tres chicas malas y dos losers para enfrentar ciertas situaciones que son propias de la adolescencia. A esa edad sentís la necesidad de pertenecer a algo, a lo que sea, de pertenecer a la mini sociedad que se arma en tu curso o en el colegio. 

-Su recorrido en el teatro ha sido en obras sin tanta exposición mediática. ¿Cómo se adapta a este proyecto tan grande en tantos sentidos?
-Llegué hasta acá muy tranquila, como todos, por haberme presentado a la audición y haber dado lo mejor de mí. Una obra de esta envergadura es algo nuevo para mí. Si bien 'El violinista...' también fue una obra muy grande, mi rol ahí era otro completamente. Estaba mucho más tranquila, haciendo mi intervención chiquitita. En cambio acá me toca aguantar el peso de la obra sobre los hombros, sobre todo en lo argumentativo, porque por fuera de eso somos un grupo muy grande y con varios protagonistas (Di Pace, Sofi Morandi, Flor Anca, Martina Loyato). Lo que ocurre es que en 'Heathers' salgo de escena muy pocas veces, estoy siempre en acción, y eso representa un desafío enorme.

 

EXIGENCIA
-¿Cómo se preparó para dar este paso?

-En varias capas. La primera de ellas, física y vocalmente, para poder sostener las canciones y todo lo corporal que requiere la obra, que es casi un entrenamiento de atleta. Y por fuera de eso fue aprender mi texto, mis ubicaciones. De todos modos, lo más exigente ha sido lo vocal, y también lo que más miedo me daba. Estaba convencida de que podía cantar estas canciones, pero una cosa es hacerlo tranquila en casa una vez al día y otra muy distinta es hacer una función entera todos los días de la semana.

-La diferencia reside en la exigencia.
-Claro. Pensá que cantamos bailando, corriendo, subiendo escaleras. El manejo del aire requirió de un entrenamiento aparte, más allá de actuar el personaje, de transmitir lo que siente. Es un montón.

-Y para completar este momento de alta exposición, el estreno de la serie.
-Es increíble cómo se dan las cosas, porque el año pasado prácticamente no trabajé, con todo lo que eso conlleva, un montón de frustraciones, angustias, inestabilidad económica. Y de pronto 'Heathers' y el lanzamiento de ‘FreeKs’, que lo veníamos esperando hace dos años. Es inexplicable. pero la vida del artista es así.