“Vine acá no solo a enseñar español, sino a compartir mi cultura, de dónde vengo, quién soy y mis costumbres. Acá en la clase los chicos bailan folclore y aprenden canciones de Argentina. Yo tomo todo el tiempo mate, entonces mis alumnos aprenden de esas tradiciones con la curiosidad propia de los niños. Les impacta saber que, en otra parte del mundo, en este momento, hace frío mientras ellos viven el verano”, destacó a La Prensa

Cecilia Camarero que desde hace tres años enseña el idioma español en “Ligon Magnet Middle School” en Raleigh, Carolina del Norte (Estados Unidos).

Esta maestra de inglés rionegrina tuvo en 2019 un giro total en su vida al aplicar en el programa “Participate Learning”, una iniciativa de intercambio cultural avalada por el Departamento de Estado norteamericano.

El proyecto educativo se originó en 1987 y tiene como objetivo convocar a docentes argentinos y del resto de los países latinoamericanos para el dictado de clases en las escuelas a nivel primario y secundario en Carolina del Norte, Carolina del Sur o Virginia. El permiso consular temporal obtenido para poder trabajar allá está destinado a aquellas personas que quieran vivir y trabajar en suelo americano, pero agregando un aspecto cultural.

“Apliqué en 2019 y luego de una entrevista por teléfono y otra presencial en Buenos Aires terminé quedando seleccionada. Fue una sensación muy buena que compartíamos con mi esposo y mi hijo de 10 años ya que la oportunidad te permite viajar en familia. El programa paga tu boleto de avión y, posteriormente, uno puede traer a su familia para que viva allá mientras dure la convocatoria. En un principio vas por 3 años extensibles a 5”, explicó la maestra graduada en la Universidad de Comahue.

Según datos de la organización, el 80% de los docentes que participaron en este intercambio cultural tiene entre 25 y 50 años, aunque el programa admite a postulantes de todas las edades, y cerca de un 50% de los docentes seleccionados viajan y se instalan en Estados Unidos junto a sus familias.

Mientras las buenas noticias llegaban a los oídos de Cecilia también hubo otra novedad que llegó de imprevisto: estaba embarazada de su hija Roma. Pese al impacto que el covid tuvo en el mundo, el proyecto de enseñar en Estados Unidos siguió en pie.

“Al principio viajé sola y me albergaron en un hotel. Hubo una capacitación para que entendiera el sistema educativo de allá y pude entrar en contacto con otros maestros que participaban del programa. Me sentí contenida en esos primeros días hasta que llegaron mi esposo y mis hijos”, recordó la maestra que hasta el intercambio dictaba clases en Cipolletti.

EXPERIENCIA IMBORRABLE

Así, con Roma, de 5 meses, Lucas, de 10 años, y junto a su esposo, Cecilia comenzó su trabajo con un montón de niños llenos de curiosidad por conocer un país lejano al que no todos habían oído mencionar.

“En Argentina, mi título docente es de profesora de inglés, egresada de la Universidad del Comahue en General Roca, en Río Negro. Acá, esa certificación te habilita para poder dar inglés o español. Yo estoy dictando clases de español, pero podría dictar también inglés a los chicos hispanos que ingresan acá en las distintas escuelas y que necesitan mejorar el conocimiento del idioma”, señaló la argentina.

Asimismo, contó que “la escuela ofrece una ayuda para esos niños que llegan sin ninguna noción del inglés como le sucedió a mi hijo. Además, el programa recluta maestros de primaria para el “Dual language program”, que son iniciativas educativas bilingües para escuelas primarias en que docentes de otras asignaturas, pero con un buen manejo del inglés, pueden dar clases de su especialidad. Así, dictan matemática o lengua en español, por ejemplo”.

EL SUELDO

El programa permite acreditar años de experiencia al momento de aplicar y así equiparar el cargo argentino con el de un profesional norteamericano recibiendo un sueldo que va entre 35.000 y 55.000 dólares anuales.

“El salario depende muchísimo de la práctica previa que se tiene al llegar. Yo tengo 13 años de experiencia en Argentina y a mí me los contabilizaron acá, lo que fue muy positivo para no arrancar este trabajo con un sueldo básico de maestro. Esto alcanza para vivir con cierta comodidad permitiendo alquilar una casa, contar con un auto y poder viajar. Cobrás y pagás en dólares, pero sin la inflación a la que estamos acostumbrados”, detalló la rionegrina. En tanto, su esposo pudo gestionar una visa para trabajar en una empresa durante su estadía acompañando a Cecilia.

“Nosotros no vivíamos mal en la Argentina, pero no subsistíamos solamente de mi sueldo ya que mi esposo también trabajaba. Acá mantenemos el mismo nivel de vida que teníamos, pero con la suma de lo que es vivir la experiencia y el crecimiento profesional”, señaló la docente que en su primer año de trabajo fue seleccionada como “Profesora del año” de Participate Learning.

OPORTUNIDADES

El programa ofrece distintos puestos que pueden cubrir los maestros argentinos en Estados Unidos. La Inmersión bilingüe es la propuesta en la que el docente de primaria puede dar clases en español y en inglés. Al igual que los nativos, estos profesionales también están autorizados a dar clases en todas las materias básicas, pero enseñan español con uno de los dos modelos: inmersión total (90% español); o mitad español y mitad lengua local.

En tanto, dado el continuo crecimiento que tiene la comunidad hispana en la región es necesario asistir a los recién llegados enseñándoles inglés como segundo idioma. Este programa los ayuda a que tanto adultos como niños mejoren su inglés. Este puesto requiere de profesores con un mayor nivel de dominio del inglés. Los solicitantes calificados suelen enseñar ese idioma en sus países de origen.

INTERCAMBIO CULTURAL

El vivir en otro país implica experimentar la cultura del lugar desde que se llega al aeropuerto. Las fiestas locales impactaron en Cecilia y su familia que incorporaron nuevas fechas a su calendario. “Fue un gran cambio celebrar Halloween y Thanksgiving porque acá son eventos importantes y se ven grandes preparativos. También fue una experiencia distinta festejar Navidad en invierno y no en verano”, expresó la docente que resaltó, en todo momento, lo “importante que es la comunidad local y la argentina para integrar a los recién llegados”.

Así, el primer año “fuimos a pasar Navidad a una playa cercana de donde enseño que se llama Wilmington, y nos juntamos varias argentinas con sus familias que participan del programa. Siempre que podemos, nos reunimos”.

De la misma forma que los recién llegados experimentan estas nuevas costumbres, lo chicos en las clases con maestros latinoamericanos descubren sorpresivas maneras de celebrar y vivir la cotidianidad. “Les hablo del asado de mi papá, les hice probar el dulce de leche que les encantó y les muestro fotos de Río Negro para que conozcan cómo vivimos. No paran de preguntarme sobre mil cosas que los sorprende. Además, sigo realizando intercambios virtuales con escuelas de Cipolletti y cada tanto realizamos videollamadas para que los chicos de ambos países se conozcan e intercambien ideas y experiencias. Acá mis alumnos ven otro salón y eso les abre muchísimo la cabeza. Siento que este intercambio es como mi misión también como docente”, sostuvo la educadora argentina.

MESSIMANIA

La integración cultural también se trasladó del campo del deporte a la clase. En Estados Unidos hablar de soccer, como denominan al fútbol, no era habitual hasta hace poco tiempo, pero con la obtención de la Copa del Mundo y la llegada de Lionel Messi al Inter Miami, el interés de los chicos por Argentina abrió una magnífica oportunidad para sumar contenidos en clase.

“Estuvimos palpando la Copa del Mundo todo el tiempo y con Messi en Miami no paran de hablar de eso. Acá, culturalmente, el básquet y el fútbol americano son los deportes que generan más interés, pero se ve que el futbol se está haciendo popular”, sostuvo Camarero.

Finalmente, al ser consultada sobre qué recomendaciones daría a cualquier aspirante para acceder a este intercambio, la docente señaló: “Hay que animarse y no tener temor porque el programa Participant Learning está bien armado durante todo el proceso de selección, transición y para la vuelta. Siempre se fijan si estamos bien y brindan un soporte que transforma esta experiencia en algo que siempre vamos a recordar”.