Alertan sobre los posibles efectos adversos del fármaco ‘de moda’ para bajar de peso

Mientras algunas ‘celebridades’ en el mundo han promocionado la semaglutida (comercializada bajo los nombres Ozempic y Wegovy) como la ‘droga mágica’ para adelgazar y sus ventas se han disparado a punto tal de provocar faltantes del producto para pacientes con diabetes, diversos especialistas han alertado sobre los potenciales riesgos de este medicamento, en especial cuando es utilizado sin prescripción ni seguimiento médico.

Obtener resultados evidentes en un periodo de tiempo relativamente corto siempre ha sido la panacea buscada por aquellos que quieren bajar kilos de más. Y este es, en parte, uno de los secretos del éxito de ventas que logró el fármaco semaglutida (comercializado bajo los nombres Ozempic y Wegovy) en distintas partes del mundo. El otro factor que contribuyó fue la eficiente campaña de marketing liderada por actrices, modelos, influencers y otros personajes considerados ‘celebridades’, que promocionan las bondades de este medicamento hasta llevarlo a la categoría de ‘mágico’.
Pero, por supuesto, ningún tratamiento médico está exento de riesgos y esta no es la excepción. Es por eso que diversos especialistas se han visto en la obligación de salir a pedir precaución a la hora de usar semaglutida, que en la Argentina ya estaba autorizada en su versión Ozempic para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Y pocos días atrás se dio a conocer que la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizó al laboratorio que la produce -Novo Nordisk- a la inscripción en el Registro de Especialidades Medicinales (REM) de la especialidad medicinal Wegovy (nombre genérico semaglutida) indicada para el descenso de peso. Ahora el laboratorio productor deberá solicitar a la misma entidad la autorización para su comercialización en el país bajo esa marca.
“El producto está indicado en combinación con una dieta reducida en calorías y un aumento de la actividad física para el control del peso, incluyendo pérdida de peso y mantenimiento del peso, en adultos con un índice de masa corporal (IMC) inicial de  ≥30 kg/m2 (obesidad), o  ≥27 kg/m2 a <30 kg/m2 (sobrepeso) en presencia de al menos una comorbilidad relacionada con el peso, por ejemplo, alteraciones de la glucemia (prediabetes o diabetes mellitus tipo 2), hipertensión, dislipidemia, apnea obstructiva del sueño o enfermedad cardiovascular (extracto de prospecto para el profesional de salud)”, aclaró la Anmat el lunes último en un comunicado y agregó que la condición de expendio es venta bajo receta.
A pesar de este último requisito, el uso indiscriminado de Ozempic y Wegovy en otros países ha causado un boom de ventas. De hecho, Novo Nordisk prevé ganancias récord para este año, con un aumento de casi un 20%, impulsadas por su fármaco estrella contra la obesidad, según anticipó Bloomberg. El año pasado las ventas de Wegovy fueron más del cuádruple, principalmente gracias a su comercialización en Estados Unidos.
Pero muchos médicos llaman a tener precaución. En un documento publicado por la University of Utah Health, los especialistas enfatizan que Ozempic y Wegovy están diseñados para tratar problemas de salud específicos.
“Ozempic y Wegovy son el mismo medicamento, pero están aprobados por la FDA y se recetan para afecciones diferentes. Ozempic se utiliza en el tratamiento de la diabetes de tipo 2, mientras que Wegovy se prescribe para la pérdida de peso en pacientes con obesidad. El medicamento ayuda al páncreas a producir más insulina para reducir el azúcar en sangre y actúa en el cerebro para inducir la sensación de saciedad. Esto hace que se coma menos o en porciones más pequeñas”, sintetiza el texto.
"Lo que mis pacientes me describen cuando toman esta medicación es que empiezan a comer y se sienten muy, muy llenos, mucho más rápido que antes de tomarla", afirma la doctora Juliana Simonetti, codirectora del Programa de Control del Peso de la University of Utah Health.  
“El resultado de tomar la medicación es un mejor control de los niveles de azúcar en la sangre y de la diabetes, y a la vez ayuda a perder peso", añade la explicación.
El documento hace hincapié en que Ozempic y Wegovy deben ser recetados por un médico o profesional sanitario y que antes de tomar el medicamento, es importante hablar con el profesional sobre: los riesgos y beneficios del medicamento, los posibles efectos secundarios, la dosificación y los otros problemas de salud que pueda presentar la persona.
"Es importante saber que hay otros medicamentos y opciones de tratamiento que pueden ayudar a alguien con la pérdida de peso que podría ser una mejor opción para el paciente", aclara Simonetti.  Y, en ese sentido, se enfatiza que las opciones de tratamiento para la pérdida de peso deben ser personalizadas y dependen del peso que se necesite perder y de si existen otros problemas de salud que deban tenerse en cuenta.  
“Por ejemplo, la fisiología subyacente de un paciente es un factor que suele contribuir al aumento de peso. Un profesional puede ayudar a identificar algunos de estos factores y adaptar las recomendaciones de medicación en consecuencia. Además, existen otras herramientas que pueden ayudar a perder peso, como mejorar el sueño, la dieta y la actividad física”, agrega el texto de la University of Utah Health.  
"Los medicamentos ciertamente ayudan, pero no son la solución para todo", subraya Simonetti, para luego añadir: "Hay herramientas adicionales para ayudar a tener éxito abordando la fisiología subyacente que dificulta la pérdida de peso".

EFECTOS SECUNDARIOS
Según Simonetti, las náuseas son la queja más frecuente entre sus pacientes. Son más frecuentes cuando el paciente empieza a tomar un medicamento o cuando cambia la dosis. Sin embargo, este efecto secundario tiende a mejorar a medida que se acostumbran a tomar la medicación, asegura la médica. Otros efectos secundarios son: diarrea, reflujo gástrico y pancreatitis.
Pero ciertos efectos adversos de mayor gravedad también están saliendo a la luz a partir de distintos estudios y publicaciones científicas. Así, por ejemplo, investigadores chinos han advertido mediante una carta al editor en la revista ‘Acta Pharmaceutica Sinica B’ que el uso prolongado de medicamentos de este tipo (denominados agonistas del receptor de péptido similar al glucagón tipo 1 GLP-1) podría exponer a algunos pacientes a un riesgo elevado de sufrir una afección gastrointestinal potencialmente mortal que requiere intervención quirúrgica.
Aunque estos fármacos se consideran seguros, en general sólo se estudian en pacientes durante un año. Transcurrido ese tiempo, el riesgo de obstrucción intestinal -una afección potencialmente mortal que requiere intervención quirúrgica- sigue aumentando en las personas con diabetes tipo 2, alcanzando su punto máximo en torno al año y medio, según escriben estos investigadores chinos.
Entre otras fuentes, citan un estudio de 2022 publicado en Clinical Pharmacology & Therapeutics en el que se señalaba que los fármacos que imitan el GLP-1 aumentan la secreción de insulina, lo que ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre, pero también pueden reducir la motilidad gastrointestinal, provocando estreñimiento y, por tanto, una posible obstrucción intestinal.
El GLP-1 puede causar "aumentos continuos de la longitud intestinal", escribieron los autores del artículo, haciendo que el intestino delgado "se vuelva tan inelástico y fibrótico como un resorte suelto".
"Por desgracia, los ensayos clínicos realizados hasta ahora no han mostrado tales cambios en el intestino humano", en parte porque "es difícil determinar la longitud del intestino delgado en adultos", señalaron.
"Dado que la obstrucción intestinal es una afección mortal que requiere cirugía, los médicos deben ser conscientes de que la aparición de efectos adversos crónicos" en pacientes que toman estos fármacos "puede afectar al intestino delgado", concluyen.
En efecto, en Estados Unidos se ha dado a conocer que un estudio de abogados inició acciones legales contra los productores de Ozempic y de Mounjaro (Eli Lilly) por no advertir debidamente sobre los riesgos, luego de que estos medicamentos le provocaran a una mujer de 44 años una afección denominada parestesis (parálisis intestinal). El titular de ese estudio de abogacía adelantó que están investigando otras 400 consultas similares de clientes de 45 estados.
Por su parte, en una reciente entrevista con CBS News, la doctora Meera Shah, endocrinóloga de la Clínica Mayo, afirma que el efecto secundario más frecuente que observa en los pacientes son las náuseas, seguidas de dolor abdominal, estreñimiento y diarrea. Estos efectos secundarios a veces mejoran con el tiempo, pero, según Shah, al menos el 10% de los pacientes que empiezan a tomar estos fármacos tienen que dejarlos porque los efectos secundarios no mejoran.
"El dolor abdominal crónico y los síntomas digestivos impredecibles, como las náuseas, la diarrea, la sensación de saciedad o el estreñimiento, pueden afectar considerablemente el estado de ánimo y los niveles de energía", declaró a la misma cadena de noticias Laurie A. Keefer, psicóloga académica sanitaria y directora de Investigación Psico-conductual de la División de Gastroenterología del Mount Sinai. Según Keefer, estos síntomas pueden hacer que los pacientes se sientan aislados, abrumados y avergonzados.
"La ansiedad por saber cuándo y dónde se presentarán los síntomas también puede llevar a evitar actividades sociales, especialmente aquellas en las que la comida es el centro de atención, o cuando los baños no están fácilmente disponibles.  Como el cerebro y el intestino están tan conectados, los síntomas emocionales pueden a su vez empeorar los gastrointestinales, creando un círculo vicioso", explicó.
Por otra parte, se ha informado que algunos pacientes, con el apetito tan suprimido, sufren desnutrición. Al respecto, Shah dijo que a menudo tiene que aconsejar a los pacientes que tomen multivitaminas o suplementos de proteínas, además de la medicación, porque no están recibiendo los nutrientes que necesitan de los alimentos.
En tanto, expertos en trastornos alimentarios subrayan que los supresores del hambre de cualquier tipo pueden provocar o empeorar los trastornos alimentarios. Shah afirmó que lo más difícil de su trabajo hoy en día es tratar de descifrar si los pacientes que acuden a ella en busca de medicamentos para perder peso también sufren trastornos alimentarios. En ocasiones, los pacientes le dicen que tienen antecedentes de trastornos alimentarios, en cuyo caso les recomienda que hablen con un psicólogo conductual de su plantilla.

PENSAMIENTOS SUICIDAS

A raíz de los informes sobre autolesiones y pensamientos suicidas entre un grupo de personas que tomaron Ozempic o Wegovy en Europa y Reino Unido, las autoridades sanitarias de estos países están investigando si estos fármacos conllevan el riesgo de estos efectos secundarios.
En concreto, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) informó el mes pasado que estaba revisando 150 informes al respecto de personas que tomaron fármacos agonistas del receptor GLP-1.
Dos semanas atrás, la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido informó a Reuters que estaba revisando los datos de seguridad de estos fármacos a raíz de informes similares.
Ni Ozempic ni Wegovy incluyen en sus prospectos advertencias sobre ideación suicida en Europa o el Reino Unido, ya que los ensayos clínicos no han demostrado un aumento de ese riesgo. Sin embargo, en Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) exige que los medicamentos para el control del peso que actúan sobre el sistema nervioso central lleven una advertencia sobre ideas suicidas. Dado que la FDA aprobó Wegovy como tratamiento para la pérdida de peso, en su prospecto se pide a los profesionales médicos que vigilen la aparición de estos síntomas y que suspendan la medicación si se presentan. Ozempic, no incluye esa advertencia si bien se trata del mismo fármaco.

EMBARAZO

A la preocupación sobre los efectos de Ozempic y Wegovy sobre el cerebro, se debe sumar también otra cuestión de la que poco se ha hablado: el hecho de que no se recomienda el uso de estos medicamentos durante el embarazo.
Ocurre que estudios en animales que fueron tratados con el fármaco inyectable mostró que éstos tuvieron mayores tasas de aborto espontáneo. Sus crías también nacieron más pequeñas y con más defectos congénitos de lo que cabría esperar normalmente.
Los estudios en animales fueron la base de las advertencias de la FDA de que tanto Ozempic  como Wegovy deben suspenderse al menos dos meses antes del embarazo.
La agencia sanitaria estadounidense también exigió al fabricante del fármaco que organice estudios de seguimiento que investiguen los resultados en las personas expuestas a Wegovy durante el embarazo.
Lo cierto es que, teniendo en cuenta que la mayoría de las personas que acceden a estos medicamentos son mujeres y que una parte significativa estará en edad fértil, algunos expertos coinciden en que los riesgos asociados con el embarazo, sin dudas, requieren más atención. Y por eso instan a los profesionales de la salud que prescriben este medicamento a resaltar esta cuestión.
Según Joseph Ross, profesor de la Facultad de Medicina de Yale que investiga la regulación farmacéutica, el peor escenario posible para los embarazos humanos es alarmante. "Si una mujer embarazada toma estos fármacos y no se da cuenta de los riesgos, y se demuestra que los fármacos causan daños al feto humano, podríamos acabar en un lío espantoso: embarazos que acaban en aborto espontáneo o neonatos que nacen con defectos congénitos", alertó por último el especialista.