“Las autoridades notaron que había un par de alumnos que no venían al colegio desde hace días. Sin noticias de ellos o sus padres, los contactaron y se enteraron que no iban a clases por tener deudas con sus compañeros, ya que no les podían devolver el dinero”, contó a La Prensa Verónica Dubronich, especialista en bienestar emocional y difusora del impacto de la ludopatía en los jóvenes. Esta situación de la vida real es sólo un ejemplo de cómo las apuestas deportivas online entre los adolescentes han crecido en los últimos años de tal forma que hoy ya ni las aulas pueden evitar su presencia.

En la era digital en la que vivimos, el acceso a la tecnología y a internet ha traído consigo numerosas oportunidades, pero también desafíos preocupantes, como el creciente problema de la ludopatía entre adolescentes y jóvenes adultos.

La ludopatía es la incapacidad de un sujeto para poner fin a la práctica de los juegos de azar o de las apuestas, a pesar de conocer las consecuencias negativas que su actividad implica. Internet ha revolucionado este panorama y ahora el juego patológico llega a los adolescentes con mayor facilidad. Los jóvenes están muy familiarizados con las nuevas tecnologías y son presas fáciles de los casinos o de las casas de apuestas en línea.

“En la pandemia un fenómeno que quedó muy evidente fue el incremento de los casinos online. Cualquiera puede jugar una partida de algo sin importar la edad porque las medidas de seguridad son tan vulnerables que los chicos, que la tienen muy clara sobre cómo superar obstáculos tecnológicos, acceden a una cuenta”, explicó Dubronich, quien alertó sobre el impacto que tiene la adicción al juego en el bienestar emocional.

NÚMEROS EN CRECIMIENTO

Las apuestas online son un gran negocio y sus ganancias aumentan cada año. Según el informe Global Online Gambling Market, en el año 2020 los juegos de azar online recaudaron 65.316 millones de dólares. Y se proyectan cerca de 130 mil millones de ganancias para 2027.

Un pronóstico indica que en América Latina el mercado de los juegos de azar online crecerá un 18% en los próximos seis años, según la consultora internacional Research and Markets.

Paralelamente a este incremento se debe considerar el aumento de la adicción a los juegos de azar. En Argentina, aproximadamente 19 millones de personas juegan frecuentemente, mientras que 7 de cada 100 argentinos pueden ser considerados adictos, según las estadísticas del Observatorio de Adicciones y Consumos.

Un dato importante es que las principales casas de apuestas en línea instaladas en Argentina están patrocinando a equipos deportivos, logrando gran popularidad y la aceptación social. “No me quiero poner en contra de las casas de juego, pero me parece que es algo a tener en cuenta. Hoy iba para Aeroparque y veía un cartel en la Lugones que decía: “Ahora podés jugar en pesos”. A cualquiera que haya tenido un familiar adicto al juego sabe lo tentador que es un mensaje así”, se lamentó la joven profesional.

De la misma manera, hoy navegar online en un celular significa ser bombardeado por anuncios que incluyen publicidades de casinos online. En una era en donde los menores de edad tienen mayor acceso a estos dispositivos digitales el impacto de la adicción de juegos en línea ya ha causado alarmas en el mundo. “Un 10% de los apostadores en línea en el mundo, aproximadamente, son menores de edad. Esto señala que se empieza a tener problemas de adicción al juego en edad más temprana ”, señaló Verónica.

Según los especialistas, la problemática comenzó a afectar a los adolescentes y adultos jóvenes a partir de la pandemia. A modo de ejemplo, en Gran Bretaña se detectaron que 30 mil niños de hasta 11 años son ludópatas. Un panorama similar alcanzó a España donde “el 10,3% de los adolescentes apuesta”.

VULNERABLES

El problema de la adicción al juego se acrecienta en las niñas, niños y adolescentes, quienes son especialmente vulnerables debido a su inexperiencia, la baja percepción del riesgo, la impulsividad y la facilidad de acceso a estas plataformas.

La mayoría de los que terminan cayendo en “el dinero fácil”, principal atractivo que prometen este tipo de juegos online, son varones. “Se genera como toda adicción que puede generar la tecnología, pero lo mismo nos puede suceder con el alcohol o las drogas, que se hagan dependiente. Hay muchos influencers que promueven esto de rápidamente hacerte “millonario” o “rico”, o tener la vida ostentosa a través del juego online. Entonces termina siendo también como si fuera una estafa piramidal, porque te dan bonus, te dan crédito para que juegues por traer amigos”, señaló la experta que actualmente dicta talleres en colegios para concientizar sobre el problema de la ludopatía.

En tanto, las publicaciones en redes sociales reflejan historias de premios obtenidos por acertar algún resultado deportivo, pero rara vez se muestran las pérdidas. “No entienden que es un juego armado para que se pierda, no para que se gane. Puede tocarle un golpe de suerte y en un momento gana, pero eso se termina enseguida. Y el tema de las deudas es importante porque más pueden ser deudas más graves de más dinero, o inclusive con gente peligrosa”, dijo a La Prensa el psiquiatra Alberto Álvarez, que es director del Centro Racker de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).

Para el especialista en salud mental el “tema de ganar plata con este tipo de juegos es que se enmarca en una más de las cosas que se ofrece en el mercado de facilismo que determina que en la vida no hay que hacer esfuerzo, que todo sale fácil, esa creencia de que va a ser algo positivo para uno”.

En tanto, señaló que al querer seguir apostando para ganar, el chico “le saca plata a los padres o usa las tarjetas para estos fines. Al estar tan ansioso a los resultados hay también trastornos del sueño, porque en general pueden jugar de noche cuando nadie los ve. Hay varios cambios visibles como, por ejemplo, que se aíslan más de las actividades que realizaban antes con sus amigos o familia”.

También debe despertar una alarma cuando se cae en comportamientos excesivos y repetitivos, abandonando otras conductas que antes resultaban gratificantes, debido a la necesidad de alcanzar un estado de bienestar o eliminar uno de malestar. En el caso de los adolescentes, este cuadro se intensifica, dejándolos más vulnerables.

Por otra parte, el cerebro continúa desarrollándose hasta la adultez temprana, y las áreas que permanecen inmaduras durante la adolescencia están relacionadas con la toma de decisiones y la evaluación de consecuencias, específicamente la corteza prefrontal.

BILLETERAS DIGITALES

A partir de 2017, el Banco Central concedió beneficios a quienes usaran billeteras virtuales y habilitó a menores de 18 años para acceder a tarjetas de débito y realizar transferencias o pagos mediante home banking, entre otras cosas.

Las plataformas bancarias permiten tener una cuenta digital gratuita a través de la cual se puede enviar y recibir dinero, realizar pagos online o escaneando un código QR, y recargar el celular y tarjetas de transporte. Además, el beneficio preferido por sus usuarios es que no tiene costos de mantenimiento. El problema surge cuando son usadas por los chicos para otras cosas.

Fran de 17 años y su hermana Florencia de 15 quedaron solos durante el fin de semana porque sus padres se iban por un día a la costa. Por las dudas les dejaron dinero físico para la comida, pero los chicos decidieron apostar en línea. “Le pidieron al verdulero, al que siempre le compraban, que les hiciera una transferencia a su cuenta de Mercado Pago para luego poder apostar. Esto sucede también con billeteras digitales que permiten ser utilizada por menores porque las abren un adulto y se la deja para que tengan su plata para los viáticos o lo que tengan que comprar. Nunca imaginarían los padres que la usan para apostar”, señaló Analía, mamá de dos adolescentes, que trabaja en un colegio de Zona Norte donde han notado casos de chicos que apuestan digitalmente.

Los padres de Fran y Florencia se enteraron de lo que había sucedido de casualidad y alertaron a otros padres sobre una práctica que no se reducía solo a sus hijos. “Cuando hablo de este caso de la vida real en los talleres, muchos me dicen que son chicos grandes, que la más chica estaba a tres años de ser mayor de edad, pero es una cuestión también de madurez y de no tener conciencia todavía de las consecuencias que puede generar. No hablo solo de lo económico, sino de lo más grave que es generar la conducta adictiva. Ya están expuestos a esto con las redes sociales y la generación de dopamina, de no puedo dejar de ver y de enterarse qué pasó en Instagram, TikTok o la plataforma donde tenga presencia digital”, explicó Verónica.

Luego agregó que: “Lo que también llama la atención es cómo los espacios menos pensados son impregnados con esta problemática. Por un lado, los colegios, pero también me sucedió, a partir de notas que fui haciendo sobre el tema, que me enteré de que en los clubes de deportes también sucede. Un padre me confesó que había un montón de peleas entre los chicos por deudas. Se generó algo rarísimo, para el contexto en que estábamos acostumbrados, en que se peleaban por fútbol”.

“Más allá de los beneficios, estos chicos son tan permeables a todo lo que es incorrecto o que los puede llevar en algún momento a tener otra consecuencia que debería de alguna manera regularse el uso de las cuentas digitales en manos de un menor”, enfatizó Analía a partir de su experiencia en el área educativa y como madre.

Para la educadora, “Los chicos son muy habilidosos y los adultos debemos ser un poco más hábiles que ellos porque ya caminamos por esa etapa de la vida. Entonces tal vez saber y conocer a nuestros hijos pueda servir para orientarlos. En nuestra casa no doy nada por sobreentendido, por supuesto, ni por sabido, sino que hablo y les muestro. Lo que fácil viene, fácil se va, es decir, no se llega a ningún lado consiguiéndolo así”.

El avance de la ludopatía en adolescentes y jóvenes a través del juego en línea representa un problema grave que requiere una acción inmediata.

Según Dubronich es crucial implementar medidas preventivas e intervenciones para abordar el creciente problema de la ludopatía entre adolescentes y jóvenes.

Las escuelas, los padres y los profesionales de la salud deben colaborar para educar a los jóvenes sobre los riesgos del juego en línea y fomentar hábitos de juego responsables desde temprana edad. “Es necesario abordar no solo los aspectos físicos y financieros de la adicción al juego, sino también su impacto en el bienestar emocional de esta población vulnerable. Al educar, prevenir y proporcionar apoyo adecuado, podemos trabajar juntos para proteger a los jóvenes del peligroso ciclo de la ludopatía y ayudarles a vivir vidas plenas y saludables”, concluyó la conferencista sobre ludopatía en menores de edad.