"Agüero me dijo que si mi hijo fallecía iba a ser por mi culpa"
La madre de uno de los bebés asesinados en el Hospital Neonatal de Córdoba complicó a la principal acusada con su declaración en el juicio.
Una de las madres de los bebés asesinados en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba declaró en el cuarto día del juicio por jurados populares y afirmó que la enfermera Brenda Agüero le dijo que "si su hijo fallecía, era su culpa".
Se trata de Damaris Bustamante, la madre de Benjamín, el segundo recién nacido que falleció en el nosocomio, quien sostuvo que ingresó al Neonatal el 23 de abril de 2022 acompañada de su pareja y sus padres.
La madre denunció que sufrió un "maltrato humillante" de parte del personal de salud, precisamente de Brenda Agüero, la principal imputada, quien le habría dicho "si te gustó lo dulce, ahora bancate lo amargo", cuando estaba a punto de dar a luz.
En este contexto, expuso que una "médica no permitió que su madre entre a la sala porque ya era grande", a la vez que agregó: "Me hicieron poner un camisón sola y subir a una silla de ruedas, luego salí ahí y estuve 20 minutos ahí".
Bustamante relató que "no toleraba el dolor" y que mientras lloraba pidió que le realicen una cesárea, pero "no la ayudaron" y que se tenía que "aguantar" la situación.
Cuando nació su hijo Benjamín, Damaris recordó que pudo amamantarlo, aunque después observó que no se encontraba bien, y sostuvo que Brenda Agüero le señaló que el niño parecía estar mal, por lo que fue trasladado a terapia intensiva, lugar en el que murió a causa de un paro cardíaco.
"A Brenda la vi en la sala de parto, en sala de recuperación y en sala común", recalcó Damaris. "Me dijo que confíe en Dios, que todo va a salir bien. Yo no contesté nada", añadió durante su testimonio frente al tribunal y que la responsabilizó por si Benjamín moría: "Estaba dilatando y me dijo que si mi hijo se caía y se moría, iba a ser mi culpa".
Tras recibir la triste noticia del deceso del bebé, la mujer solicitó una autopsia, a lo que los médicos le preguntaron "¿para qué?" y le advirtieron con el objetivo de persuadirla para que cambie de decisión: "Podés hacerla, pero mirá que te lo van a abrir todo".
"Mi hijo estaba bien hasta que lo amamanté. Luego no volvió a responder", insistió sobre su hijo, y lo describió como "lo más hermoso y suave que tocó en su vida".
"Me arruinaron la vida. Hagan justicia por mi hijo", concluyó.
Claudia Ringelheim, otra de las acusadas que se desempeñaba como vicedirectora del hospital, señaló este jueves que "jamás" conoció a la enfermera Brenda Agüero y que "nunca" estuvo con ella en el centro de salud al que consideró "de excelencia", mientras que indicó que los profesionales implicados en la causa tienen "el corazón roto".
"Jamás conocí a la enfermera Brenda Agüero. La conocí recién en el juzgado. Nunca estuve con ella", indicó, a la vez que defendió al centro de salud al decir: "Es un hospital de excelencia. Tengo 39 años de profesión. Nunca tuve un problema. El hospital es de excelencia. Los médicos que estuvimos ahí fuimos de excelencia. Estamos con todos los padres y madres en este dolor. Tenemos el corazón roto".
Además, consideró que lo que sucedió fue "algo terrible" y que nunca habló con los padres ni conoció a los niños, mientras que, en relación a sus funciones, relató: "No hacía partos. Yo estaba en el internado de las madres, externo. Rezo por ellos. Por sus almas. Pero mi función de omitir creo que no es tal. Hice lo que tenía que hacer, que realicé durante 25 años, mi trabajo. Yo en 2007 dejé la dirección".
Hay un cuarto intermedio hasta el próximo lunes cuando se reanude el juicio por jurados populares.