Advierten sobre los riesgos para el corazón de los suplementos deportivos

Para mejorar el rendimiento, incrementar la masa muscular o bajar de peso, se recurre a estas sustancias cuyo efecto no está siempre probado y puede ser perjudicial para la salud, alertan desde el Comité de Cardiología del Ejercicios de la Federación Argentina de Cardiología (FAC). Deportistas de elite, amateurs y jóvenes no deportistas hacen un mal uso, por desconocimiento, falta de apoyo profesional y la fácil obtención en el mercado.

“Un suplemento natural no es necesariamente un suplemento seguro”, aclaran desde el Comité de Cardiología del Ejercicio de la Federación Argentina de Cardiología. Al tiempo que ponen de manifiesto que los atletas con enfermedades cardíacas establecidas “deben estar aún más atentos y consultar con su médico antes de usar cualquier suplemento o ayuda ergogénica”. 
Estas advertencias fueron realizadas en un documento de toma de posición elaborado por los doctores Alejandro Vilchez, Pablo Senatra y Paola Courtade, del mencionado Comité de la FAC, bajo el título “Posición sobre los efectos cardiovasculares de las sustancias de dopaje, medicamentos y suplementos ergogénicos en relación con el deporte”.
En opinión de los autores, se deben utilizar suplementos -si es necesario- “para deficiencias conocidas y recomendados por especialistas en el tema”, mientras que los productos consumidos deben ser de “fabricantes con un buen estándar de calidad”. 
Asimismo, subrayan que los atletas son personalmente responsables de cualquier sustancia que consuman y que “la ignorancia no se acepta como excusa para una prueba de dopaje positiva”. 
“Son indudables e indiscutibles los beneficios de la actividad física sobre la salud. Sin embargo, ciertos deportes en particular se han cubierto por un manto de sospecha debido al uso de sustancias ergogénicas, poniendo en duda el mérito y talento deportivo”, evalúan desde el Comité de Cardiología del Ejercicio de la FAC, para luego añadir: “La facilidad en su obtención y el marketing industrial han hecho de esto un negocio de magnitud intangible para el común popular”.
“Con el objetivo de mejorar el rendimiento, incrementar la masa muscular o bajar de peso, se recurre a estas sustancias cuyo efecto no está siempre probado y puede ser perjudicial para la salud”, reconocen Vilchez y sus colegas, quienes enfatizan que deportistas de elite, amateurs y más aún jóvenes no deportistas hacen un mal uso de esta clase de productos, “por desconocimiento, falta de apoyo profesional y la fácil obtención en el mercado”.

Los autores del documento ponen de manifiesto que en la actualidad la prevalencia del dopaje (es decir el consumo de sustancias o métodos para mejorar el rendimiento deportivo con un riesgo potencial para la salud) en el deporte competitivo oscila entre el 0% y el 73%, la mayoría cae por debajo del 5%, afecta a todos los niveles y más en amateurs que tienen menos vigilancia. 
En esa línea, apuntan que si bien la identificación de dopaje demanda un gasto importante, el problema real no es solo quitar un premio sino la salud del deportista. Y es por ello que explican que el objetivo de esta toma de posición “es crear conciencia e informar a cardiólogos, médicos y entusiastas del deporte, sobre las posibles complicaciones cardiovasculares asociadas al mal uso de estas sustancias”.
A continuación, resumimos los principales peligros que se revelan en el documento de la FAC, de acuerdo con cada una de las sustancias:

AGENTES ANABÓLICOS ESTEROIDES (AAS)
Son las drogas ilegales más utilizadas, no solo por los atletas que compiten en deportes de fuerza, sino también en deportes de resistencia, ya que aceleran la recuperación post ejercicio, aumentan la fuerza, y se tolera más carga de entrenamiento. Así mismo, en el ambiente del fitness también son muy populares para obtener rápidos logros en la imagen física. 
La mayoría de los trastornos atribuibles a estas sustancias incluyen: inicio temprano de enfermedad coronaria, hipertensión arterial, infarto de miocardio y arritmias, más otros efectos no cardiovasculares. El mal uso y abuso prolongado pueden conducir a efectos adversos cardiovasculares, algunos de ellos graves como muerte súbita y enfermedad arterial. Se estima que la mortalidad entre los atletas que utilizan AAS es de 6 a 20 veces mayor, y alrededor del 30% de las muertes pueden atribuirse a causas cardiovasculares.

HORMONA DEL CRECIMIENTO HUMANO (HGH) 
Tiene además de los efectos conocidos de crecimiento de los huesos largos previo al cierre de sus epífisis, efectos metabólicos que son de vital importancia en adultos. En los deportistas su uso se basa en el incremento de masa muscular, pérdida de masa grasa y aceleración de los tiempos de recuperación. De la misma manera que los AAS puede generar efectos adversos graves. Se ha descripto la mayor probabilidad de desarrollar hipertrofia miocárdica, aumentos del colágeno miocárdico, fibrosis, inflamación celular y necrosis. Estas alteraciones predisponen a arritmias y riesgo de insuficiencia cardíaca.

ESTIMULANTES
Anfetaminas y metilfenidato se recetan para el tratamiento del déficit de atención y trastorno por hiperactividad (TDAH). Están contraindicados en personas con antecedentes de arritmias, en particular aquellas que tienen una base genética21. Tienen efectos profundos sobre el sistema cardiovascular, lo que conduce a insuficiencia cardíaca congestiva, infarto agudo de miocardio, dilatación de cámaras cardíacas, fibrosis valvular, hipertensión pulmonar e infarto cerebral.

NUEVAS TENDENCIAS DE DOPAJE 
Péptidos sintéticos y los moduladores de los RA, son drogas modernas para mejorar el rendimiento. Desencadenan la estimulación de la secreción natural de hormonas anabólicas o estimulan su receptor. Si bien existe un riesgo potencial mayor que el uso de AAS u otras drogas prohibidas, también son utilizadas a pesar de que no han demostrado ser seguras en humanos. Los moduladores selectivos de los receptores de andrógenos (SARM) son una nueva clase de sustancias diseñadas para estimular en forma directa el receptor androgénico, con efectos anabólicos similares a AAS, pero con una potencia muy superior y menor efecto androgénico. Se consideran experimentales en humanos, con posibles efectos secundarios, incluyendo carcinogenicidad y potenciales problemas cardiovasculares. Los más conocidos son ostarine, ligandrol, andarine, y cardarine, también se consiguen por internet y tiendas de suplementación deportiva como producto no esteroideo y sin efectos adversos. 
De la misma forma que los moduladores, los péptidos, son diseñados para generar un aumento en la producción natural de hormonas anabólicas AAS y hGH. Estos productos novedosos obviamente no tienen información sobre sus resultados a largo plazo, y son promovidos como productos naturales, ya que muchos de estos son derivados de plantas.

ESTIMULANTES
Anfetaminas y metilfenidato se recetan para el tratamiento del déficit de atención y trastorno por hiperactividad (TDAH). Están contraindicados en personas con antecedentes de arritmias, en particular aquellas que tienen una base genética. Tienen efectos profundos sobre el sistema cardiovascular, lo que conduce a insuficiencia cardíaca congestiva, infarto agudo de miocardio, dilatación de cámaras cardíacas, fibrosis valvular, hipertensión pulmonar e infarto cerebral.

SUPLEMENTOS ERGOGÉNICOS LEGALES 
“En contraste con los resultados encontrados con los efectos negativos a nivel salud de los AAS, hay muchas respuestas favorables para algunas sustancias de uso legal como la cafeína, la creatina y los ácidos grasos omega-3, Ginkgo biloba y aminoácidos”
, detallan Vilchez y sus colegas en el documento, para luego añadir que “algunos de estos efectos incluyen una mayor excitación, una mejor memoria y cognición, protección cerebral y una reducción de la depresión”
“El uso de ayudas ergogénicas legales está muy extendido entre atletas y deportistas de placer, con estadísticas que varían entre el 40% y el 100%. Estos suplementos están destinados a mejorar el rendimiento o perder masa grasa en muchos casos”, agregan.

CAFEÍNA 

La cafeína por sí sola es eficaz para la mejora de la capacidad aeróbica en atletas de resistencia. Los beneficios en el rendimiento físico se logran con ingestas de 3 a 6 mg/ kg (2 a 4 tazas de café, 200-400mg). Los efectos secundarios se vuelven más comunes con dosis superiores a 9 mg/kg de masa corporal. La sobredosis puede provocar cardiotoxicidad y trastornos digestivos con efectos secundarios cardiovasculares significativos, como taquicardia, hipertensión arterial y vasoconstricción coronaria. Puede provocar diarrea, cólicos y aumento de diuresis. El estímulo en el sistema hipotalámico-hipofisario-adrenal situación, similar al estrés físico o mental intenso,  puede generar una carga adicional y complicaciones cardiovasculares. 

CREATINA (CR)

Acido α-metilguanido-acético, es un ácido orgánico nitrogenado presente en músculos y células nerviosas de algunos organismos vivos. Se puede obtener de manera natural, artificial, como suplemento. Es una molécula compuesta por los aminoácidos arginina, metionina y glicina.  Se sintetiza de forma natural en el hígado, el páncreas y en los riñones. Actúa como un intermediario en la transferencia de energía. La cantidad de Cr en el cuerpo disminuye con el avance de la edad. En cuanto al uso deportivo se ha convertido en el ergogénico legal no estimulante más popular, desde principios de la década de 1990 después de los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, donde los ganadores de medallas en disciplinas de sprint y potencia anunciaron públicamente que creían que su rendimiento se había beneficiado por su uso. Los efectos adversos son pocos y dependiente de la dosis, incluido el aumento de peso (1,6-2,4 kg), calambres, molestias gastrointestinales y deshidratación. Ha habido dos reportes de casos de compromiso transitorio de la función renal por afección glomerular y nefritis, respectivamente, por dicho motivo se debe monitorear de cerca en caso de uso. No existen efectos cardiovasculares adversos ni toxicidades importantes. Sin embargo, los informes de casos la han asociado con la presentación de trombosis venosas profundas, arritmias cardíacas, dolor torácico e incluso muerte súbita. Los estudios fueron en su mayoría a corto plazo y se referían a individuos sanos. 

CARBOHIDRATOS (CH) 

La intensidad y duración del ejercicio justifican el uso adecuado de suplementos de carbohidratos para reponer energía, en esfuerzos que tengan una duración mayor a 1hora. No hay efectos cardiovasculares salvo exceso cuando vienen combinados con cafeína.

PROTEÍNAS 

La suplementación con proteína de suero de leche de alta calidad (20-30gr, una medida), aumenta la masa muscular y la fuerza durante el entrenamiento de ejercicios de fuerza cuando se ingiere antes, y sobre todo después del ejercicio dentro de un periodo ventana de unos 30 minutos. No se han reportado efectos secundarios cardiovasculares en deportistas, por lo que pueden ser consumidos sin inconvenientes incluso en niños y ancianos. En algunos casos solo efectos digestivos pueden presentarse. 

BEBIDAS ENERGÉTICAS 

El uso de bebidas energéticas es considerado como un problema de salud pública. Contienen predominantemente cafeína en combinación con otros presuntos ingredientes potenciadores de la energía, consumidas particularmente por adolescentes y adultos jóvenes. Los ingredientes son cafeína, guaraná, taurina y ginseng. El contenido de cafeína por lata de 250ml es de unos 80 mg. Su consumo en exceso puede aumentar la presión arterial, producir agregación plaquetaria y disfunción endotelial. Además, se ha reportado que in vitro, la taurina actúa como un factor desencadenante para mejorar los resultados hemodinámicos, presentando tanto un efecto inotrópico positivo como una contracción del músculo cardíaco potenciada inducida por la cafeína. La combinación con alcohol es común, incrementando el riesgo de complicaciones, principalmente arritmias como fibrilación auricular paroxística. Dependiendo del producto y la cantidad ingerida, la dosis de cafeína puede superar fácilmente los 1.000 mg. Las bebidas energéticas ponen en riesgo a las personas con una afección cardíaca genética. Hay evidencia que beber dos latas de una bebida energética aumenta el riesgo de paro cardíaco en un 20% en personas con una afección cardíaca subyacente, como pacientes con síndrome de QT largo.