Advierte Milei a los legisladores que buscan avanzar con agenda propia
La Oficina del Presidente compartió a través de las redes sociales un escrito que expresa “preocupación” y apunta contra sectores de la clase política que pretenden avanzar con una “agenda propia e inconsulta” que entorpece las negociaciones y el diálogo en la previa por el tratamiento del DNU.
“Tanto el tratamiento apresurado del DNU 70/23 como la iniciativa de promover una reforma jubilatoria sin consenso violentan el espíritu del acuerdo promovido por el Presidente”, remarca el comunicado.
Y anticipa: “El potencial rechazo del DNU, que actualmente se encuentra próximo a una definición de la Corte Suprema de Justicia, conllevaría un grave retroceso a los derechos y necesidades del pueblo argentino, implicando por ejemplo la ley de alquileres, el retorno de un sistema rígido de obras sociales sindicales, el sostenimiento del modelo corrupto de los Registros Automotor y la anulación de la política de cielos abiertos entre otras”.
En esa línea, desde el Poder Ejecutivo piden a los legisladores no dejarse “cautivar por el canto de sirena de quienes pretenden anotarse victorias a corto plazo en detrimento del futuro de los 45 millones de argentinos”. Por último, Milei agradece expresamente a “los legisladores comprometidos con los intereses de la Patria y la senda de cambio que no se prestan al juego perverso de aquellos que han decidido entorpecer deliberadamente el desarrollo de la Nación”.
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) March 13, 2024
Independientemente de cualquier resultado legislativo, el Poder Ejecutivo reafirma su compromiso inquebrantable con el déficit 0%, dejando atrás las recetas fracasadas de la casta política y avanzando decididamente hacia el camino de la prosperidad y la grandeza de la Nación Argentina”, cerró el comunicado.
SIN CONSENSO
La decisión de la vicepresidente y titular del Senado, Victoria Villarruel de habilitar el debate en la Cámara Alta del decreto de necesidad y urgencia (DNU) que dispuso fuertes desregulaciones a la economía, puso al gobierno de Javier Milei ante el riesgo de ser el primer presidente en democracia al que le rechacen un decreto.
Sería una derrota política de primera magnitud y podría comprometer, en un futuro, las reformas de 300 leyes que fueron modificadas por esta medida.
La dirigente libertaria cedió a la presiones que motorizó el kirchnerismo más duro de la Cámara Alta, una bancada granítica de 33 legisladores que reclamó de manera constante que el DNU sea puesto a consideración. Los pedidos para que se lleve al recinto el DNU lo hizo el senador ultracristinista formoseño, José Mayans, en cada encuentro y en cada sesión, pero no encontró eco.