CLASICA. ‘Juana de Arco en la hoguera’, con Charles Dutoit y su hija Annie

Admirable evocación de una heroína

Orquesta Filarmónica de Buenos Aires. Décimo programa de su ciclo, con ‘Juana de Arco en la hoguera’, oratorio dramático de Arthur Honegger según el poema de Paul Claudel. Dirección musical: Charles Dutoit, Con solistas y elencos. El sábado 12, en el teatro Colón.

Un fresco sonoro imponente y de características colosales reunió la versión del Colón de ‘Juana de Arco en la hoguera’, el oratorio dramático en once escenas del compositor francés Arthur Honegger, nacido en Le Havre en 1892 y fallecido en París en 1955, sobre el poema del escritor del mismo origen Paul Claudel, ‘Jeanne d’Àrc au bûcher’).

Basada en la historia de la célebre campesina francesa, conocida como la Doncella de Orleans, en la historia medieval, que afirmando recibir visiones de Dios dio el triunfo en la llamada Guerra de los Cien Años a los franceses y tras las acusaciones de brujería y su condena a la hoguera, fue beatificada, recién en el siglo XX. El tema, por tanto, estaba vigente todavía cuando Paul Claudel difundió su poema y complementó su acción con un Honegger entusiasmado y atrapado por ello, generando esta obra singular.

Porque es mucho lo que requiere esta partitura de una hora y cuarto de duración, y que mostró el escenario del teatro Colón totalmente colmado por los variados elementos intervinientes, empezando con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, magistralmente dirigida por el eminente Charles Dutoit a sus ochenta y seis años, con el protagonismo radiante de su hija Annie, del matrimonio con Martha Argerich.

 FIGURAS

En efecto, Annie Dutoit Argerich, nacida en Suiza, experimentada artista, fue realmente convincente en la parte actoral en su intencionada dicción y expresividad, acompañada por el recitante Dominic Rouville, de origen británico, y el teatrista francés Axel Blind, como el Hermano Dominico.

Pero a todo esto, también integraban el escenario en sus breves y destacadas partes los cantantes Laura Pisani, Marina Silva, Alejandra Malvino, Santiago Martínez, Carlos Ullán y Gabriel Renaud, entre otros, con la preparación actoral de Betty Gambartes, musical de Rodrigo de Caso, y de los cantantes, de Juan Ignacio Ufor. También habrá que hacer justicia al agregar al Ensamble Vocal Cámara XXI, dirigido por Miguel Angel Pesce, y el Coro de Niños del Colón, por Cesar Bustamante.

Este verdadero cúmulo de artistas, con la dirección del admirable Dutoit, proporcionaron una versión condigna con la gran tradición, porque habrá que traer al recuerdo que la primera vez que llegó a este teatro, este oratorio dramático concebido por sus dos indiscutibles creadores, el compositor y el poeta, fue en 1947, con la batuta del eminente Erich Kleiber y en aquel caso, escenificada por Margarita Wallmann, una forma en que otras veces se ha repuesto.

EMOCION

De manera que todo funcionó admirablemente en la versión preparada, donde se fueron sucediendo las once escenas correspondientes para permitir la apreciación de esta obra singular, producto del vínculo Honegger-Claudel, y estrenada originalmente por el impulso de la célebre bailarina Ida Rubinstein, que tenia la idea medieval de las coreografías dramáticas, que estimuló en base a esta original partitura. Honegger la termina a finales de los años ‘30 y una representación se hizo en Basilea y luego se sucedieron otros estrenos escénicos también.

En suma, un capítulo de la música del siglo XX que marca también un rumbo de búsquedas y logros. Y por eso, volviendo a la reposición del Colón, fue un esfuerzo invalorable en esta temporada de la OFBA, por el trabajo emprendido, bajo la batuta de Dutoit, con su hija, Annie, que se despidieron abrazados en el podio. Otro momento de relieve y emoción.

 Calificación: Excelente