Con la tasa de interés cada vez más baja, Christian Reos, gerente de Research de Allaria, analiza la plaza y sugiere hacia dónde canalizar los pesos ahorrados.
-¿Qué cambia en el escenario de las inversiones a partir de la baja sucesiva de las tasas?
-No hubo un gran cambio. Esto lleva algunos meses. La única modificación marginal que se ve es que continúa la apuesta a comprar acciones argentinas. A los inversores del exterior no les cambia mucho la tasa local. Hay más de lo mismo. Continúa la búsqueda de comprar Equities. La deuda en dólares de Argentina depende más de las noticias del superávit financiero, más que del nivel de la tasa de interés.
-¿Esta política lleva a que los ahorros de las personas se canalice al mercado bursátil?
-Obviamente va a eliminar la acción de colocar dinero y devengar tasa. Eso está dejando de ser atractivo. Sobre todo porque la tasa está tan baja que el que buscaba hacer carry trade y tener una ganancia en dólares a través de la colocación en pesos, no es negocio. Eso genera que el inversor más conservador prefiera colocar su dinero en bonos en dólares, mientras que el que soporta más riesgo vaya a acciones. De hecho también la tasa facilita el apalancamiento para hacer inversiones. Por ahora la inversión se ve más en el sector financiero que en la economía real porque la actividad económica todavía no ha repuntado. Está la apuesta a que dentro de un par de meses mejore la situación una vez que los salarios y las jubilaciones empiecen a ganar a la inflación. Ahí se recompondría el nivel de compra de la población.
-¿Cómo juega el cepo en esta estrategia del gobierno de bajar las tasas?
-Es fundamental. Teniendo cepo no tenía tanto sentido pagar una tasa elevada. El que se quiso dolarizar ya se dolarizó, con lo cual los pesos que andan dando vuelta son el capital de trabajo de las compañías. No tenía sentido pagar una tasa de interés positiva en términos reales, sobre todo en el plan licuadora. Esto facilita la inversión en acciones.
G.G.