A Báez se le escapó una ventaja de dos sets y se despidió de Roland Garros

 

El tenista argentino Sebastián Báez (20°) perdió un partido increíble ante el austríaco Sebastian Ofner, en el que tuvo una ventaja de 2-0 en sets, y se despidió de Roland Garros en la segunda ronda.

El bonaerense había comenzado muy firme, quedándose con los dos primeros sets por 6-3. Luego, cuando estaba en desventaja en el tercero, el partido debió ser suspendido por lluvia.

Finalmente, el encuentro se reanudó un par de horas después y Ofner se aprovechó de las desconexiones de Báez para terminar imponiéndose por 3-6, 3-6, 6-4, 7-5 y 7-6(5) tras más de cuatro horas de juego.

Esta caída representa un duro golpe para Báez, que pese a ser uno de los jugadores más regulares en polvo de ladrillo nunca pudo superar la segunda ronda de Roland Garros, el torneo más importante que se disputa en esta superficie.

Los tenistas argentinos Francisco Cerúndolo (23°), Tomás Etcheverry (28°) y Mariano Navone (31°) también juegaban hoy sus partidos correspondientes a la segunda ronda.

Navone, que en su debut absoluto en Grand Slam derrotó al español Pablo Carreño Busta, caía por 6-2 y 4-0 ante el checo Thomas Machac, cuando se debió suspender la actividad por la lluvia. Cerúndolo, otro de los representantes nacionales que estaba en cancha, corrió la misma suerte en su duelo con el austríaco Filip Misolic, cuando recién comenzaban el primer set.

El último argentino que iba a salir a la cancha iba a ser Etcheverry y se mantenía en suspenso su realización. El platense, que el año pasado alcanzó los cuartos de final en este torneo, jugará en el tercer turno de la Cancha 7 contra el francés Arthur Rinderknech.

En lo que respecta al dobles, este jueves se iba a dar el debut de Horacio Zeballos, que a principio de mayo hizo historia y alcanzó el N°1 del mundo en la categoría junto a su pareja, el español Marcel Granollers. Sus rivales iban a ser los franceses Fabrice Martin y Adrian Mannarino. Pero el encuentro debió ser postergado para el viernes por la lluvia.

En este Roland Garros, Zeballos y Granollers irán en busca de su primer título de Grand Slam, luego de haber caído en tres definiciones.

Por otra parte, el serbio Novak Djokovic (1°) y el ruso Daniil Medvedev (5°) avanzaron a la tercera ronda de Roland Garros, por sus respectivos triunfos ante el español Roberto Carballés Baena y el también serbio Miomir Kecmanovic.

Djokovic, campeón de Roland Garros en 2016, 2021 y 2023 y actual N°1 del mundo, pudo sacar adelante un primer set complicado ante Carballés Baena, pero a partir de allí fue un monólogo suyo.

El serbio se impuso por 6-4, 6-1 y 6-2 tras 2 horas y 4 minutos de partido.

Djokovic, dueño de casi todos los récords históricos del tenis, tuvo un flojo arranque de temporada y no llegó a la final en ninguno de los torneos que disputó, pero nunca hay que subestimar a un jugador de esta categoría en un Grand Slam.

En tercera ronda tendrá como rival al ganador del partido entre el italiano Lorenzo Musetti (30°) y el francés Gael Monfils.

Medvedev, número 5 del mundo, también se metió en la tercera ronda de Roland Garros tras el retiro de su rival, Miomir Kecmanovic, cuando iban 6-1 y 5-0 en solo 55 minutos de juego.

El ruso quiere aprovechar este Roland Garros para sumar una buena cantidad de puntos, ya que el año pasado cayó de manera sorprendente en la primera ronda.

Su rival en la tercera ronda saldrá del ganador del partido entre el argentino Navone  y el checo Machac.

Otro de los candidatos que ganó hoy fue el alemán Alexander Zverev (4°), que venció al peligroso belga David Goffin por 7- 6(4), 6-2 y 6-2.

Zverev, verdugo de la leyenda Rafael Nadal en la primera ronda y semifinalista del torneo en 2021, 2022 y 2023, llega como uno de los jugadores a tener en cuenta tras quedarse con el Masters 1000 de Roma hace pocas semanas.

Por último, el noruego Casper Ruud (7°), finalista de Roland Garros en 2022 y 2023, irá en segunda ronda ante el español Alejandro Davidovich Fokina, un jugador muy talentoso pero víctima de su inestabilidad mental cuando las cosas no le salen.