EL RINCON DEL HISTORIADOR

A 1.100 años de la coronación del primer rey de Croacia

Por Carmen Verlichak

Anno Domini 2025. Este año Croacia celebra 1.100 años de la coronación de su primer rey, Tomislav, de la dinastía de Trpimir. Fue ese un momento estelar en la vida de la nación croata; antes de ello, hubo una larga historia de desplazamientos, asentamientos y principados. De hecho, ya se menciona a los croatas 500 años antes de Cristo, en tiempos del rey persa Darío I. El nombre que define a los croatas -hrvati- es aun más antiguo.

La historia asegura que llegaron a su actual territorio entre los años 610 y 641. Antes de llegar a la zona del Adriático estuvieron en la llamada Croacia blanca que hoy es Cracovia, lugar natal de Juan Pablo II. Quizá fue allí donde creció esa predilección que este santo papa siempre mostró hacia los croatas.

Durante casi tres siglos, los croatas se rigieron a sí mismos por medio de principados o ducados (dux en latín, knez en croata) y cada lugar tenía su líder. Tomislav, knez él también, al ser coronado rey se elevó como primus inter pares, y así cumplimentó la unión de los diversos principados y regiones del territorio de Croacia.

Con este reinado también culminó un periodo turbulento de la historia de Croacia, ya que húngaros y búlgaros, cada uno por su lado, fueron los asediadores constantes de esos tiempos. A unos y a otros les pudo poner freno en victorias admirables, en especial porque no tomó venganza sobre los atacantes.

Con el estilo grandilocuente propio de la escritura épica, al cantar la defensa contra la invasión húngara, el poeta Vladimir Nazor (entre 1876- 1949) le dio voz al rey de esta manera:

—Arpad, tú eres el viento que ruge,

y yo soy un roble centenario,

sobre el que las tormentas golpean en vano.

Tú destruyes con furia,

y yo construyo con alegría;

tú, como una bestia,

vienes a matar y masacrar,

Yo soy el fiel guardián del hogar de mis padres,

soy un león que custodia el río y el valle donde nací.

 

IDENTIDAD PROPIA

Lo que se celebra este año es que Croacia, como nación milenaria, tiene una identidad propia más allá de los avatares políticos y el transcurrir de los tiempos y sus novedades; la tuvo en los momentos gloriosos y la tuvo en los tristes. En otras palabras, se subraya que Croacia fue tan Croacia cuando la azotó el comunismo que cuando coronó a Tomislav.

Estos días, en el Club del Progreso en Buenos Aires se recordó la historia; Luz Espain recorrió la transformación de Tomislav, de rey y guerrero, hasta convertirse en símbolo de identidad. Adriana Smajic repasó los años anteriores a ese reinado, y Ludovico Videla Ivanissevich habló sobre la presencia del espíritu croata en su familia y en la diáspora.