SIETE DIAS SOBRE EL GLOBO

El fracaso de la contraofensiva rusa

"Carpintero, hazme un féretro pequeño, se me ha muerto un sueño." (Conrado Nalé Roxlo)

El triunfo pírrico de Vladimir Putin en la ciudad de Bajmut, ocurrido hace dos días, marca el fin de la contraofensiva militar rusa correspondiente al invierno y primavera boreal.  No era un gran objetivo estratégico, porque no abrió las puertas a la conquista de todo el Donbás, ni a la totalidad del territorio de los cuatro óblast  (pequeñas provincias ucranianas de alrededor de 20.000 kilómetros cuadrados cada una, anexados por decreto al territorio ruso). El general romano Pirro se hizo famoso con una sola frase: "Otra victoria como ésta y quedo aniquilado".

No es el caso de las actuales fuerzas armadas de la Federación Rusa, con suficiente cantidad de recursos humanos como para seguir inmolándolos en las "nefastas picadoras de carne" de los campos de batalla ucranianos. 

Pero la naturaleza de esta victoria abre inquietantes interrogantes sobre el destino final de esta criminal invasión de Rusia a Ucrania decidida el 24 de Febrero de 2022.  Llamada erróneamente como "operación militar especial", pues se trataba de una señora guerra de exterminio donde posiblemente queden al final pocos títeres con cabeza fue, entre otras cosas el comienzo de la Cuarta Guerra Mundial, si consideramos que, a partir de 1949 comenzó la Tercera, llamada eufemísticamente "Guerra Fría" entre los bloques marxista-leninista liderado por la Unión Soviética y el formado por los países "atlantistas" encabezado por los Estados Unidos y sus socios americanos y europeos. Guerra marcada a fuego por las amenazas nucleares y cuya impresionante carrera armamentística finalizó con la implosión de la Unión Soviética en diciembre de 1991. 

Esta Segunda Guerra Fría, por lo tanto, viene a ser la Cuarta Guerra Mundial, porque sus efectos se van extendiendo, inexorablemente, en mayor o menor medida, según va marcando Cronos, por toda la superficie de la Tierra. La Guerra es uno de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis y ya va tomando aire de trote.
                 
TREMENDO ERROR

Según Vladimir Vladimirovich Putin, la "operación militar especial" contra Ucrania, consistía en: a) Desnazificar (sacar de en medio a las autoridades de Kiev) al gobierno ucraniano; b) desmilitarizar a Ucrania ( desarmar a sus fuerzas armadas y reemplazarlas por militares rusos); c) impedir que Ucrania entrara en la Unión Europea y en la OTAN - Organización del Tratado de Defensa Recíproca de los países del Atlántico Norte.

El primer error de cálculo del presidente ruso consistió en la cantidad de efectivos militares seleccionados para ese objetivo:  solamente 200.000 soldados, incluidas sus mejores tropas. De acuerdo con la opinión de cantidad de militares y estrategas consultados, un país con 600.000 kilómetros cuadrados de superficie y 250.000 efectivos movilizados desde 2014, ocupados en la guerra del Donbas (la primera región de Ucrania que Moscú trató de incorporar a través de una guerra asimétrica iniciada desde sus propias fronteras con el país invadido. Una frontera en común de casi l.600 kilómetros de extensión.

Una guerra asimétrica que se convirtió en convencional durante la invasión rusa de 2014, cuando anexó el territorio ucraniano de la Península de Crimea y el Puerto Naval de Sebastopol.  Frente a ese panorama geográfico y militar, la Federación Rusa necesitaba por lo menos 800.000 efectivos ( Si hubiera sido un millón de militares, mejor que mejor). 

Para peor, hizo un ataque frontal, con muy poca preparación de artillería, donde su principal columna (proveniente de Bielorrusia) de tanques y blindados, de 65 kilómetros de longitud, quedó atascada en la ruta de acceso de Kiev con todo su flanco derecho descubierto. Las otras tres columnas de ataque corrieron parecida suerte, ni pudieron completar el cerco de Kiev, ni de Jarkov.  Enfrentaron serias fallas de logística y se encontraron con una defensa férrea, en su mayor parte compuestas por fuerzas de infantería ligera que tiraban al blanco contra tanques detenidos por falta de combustible. Pero el problema de fondo seguía siendo otro: eran 200.000 efectivos para un objetivo militar que requería por lo menos 800.000. 

Para peor, Zelenski se convirtió en el protagonista fundamental de la resistencia ucraniana: ni huyó, ni se recluyó.  Rodeado por su Gabinete y su Estado Mayor, airoso ante los bombardeos que sacudían a Kiev, pidió ayuda militar a Occidente para poder aguantar la parada.  

Para Putin, la situación resultó clara: el plan inicial era impracticable.  Tuvo que improvisar un Plan B: la conquista de todo el Donbás (la zona industrial de Ucrania, la más rica en minerales y en fábricas) para anexarla al territorio de la Federación Rusa, el más extenso del mundo, con 17 millones de kilómetros cuadrados de superficie.  Desde el Océano Artico hasta el Mar Negro, desde el Mar Báltico hasta el Océano Pacífico.
 

LA CAJA DE PANDORA

En la vida en general, pero en la guerra en especial, nada acaba donde comienza.  Los ejércitos de la Federación huyeron tan rápido de las adyacencias de Kiev y de Járkov (las dos principales ciudades ucranianas) para recostarse sobre el Dombás, que no dieron tiempo a las tropas ucranianas ni en soñar con una persecusión. Pero quedaron embretadas en el Oriente ucraniano y en Crimea, cuyas tierras dominaban desde la anexión de 2014. 

Y en este Oriente, llamado Donbás, comenzó una típica guerra de desgaste, muy del paladar de muchos militares cuando fracasa un ataque frontal, masivo, como fue el caso en febrero de 2022.  Allí se estableció una guerra de trincheras, donde las fuerzas rusas tuvieron un papel predominantemente defensivo. Olvidadas de "desmilitarizar" a Ucrania, se conformaron con salvaguardar un corredor en el Dombás entre la parte continental rusa y la Península de Crimea.  Un corredor entre el río Dnieper, que divide Ucrania en dos, y la propia frontera de la Federación.

LA ILUSION DE BAJMUT

 Así se llegó a Octubre de 2022, luego de ocho meses en ese brete, cuando Putin decidió tomar la ciudad de Bajmut, hasta entonces en poder de los ucranianos. Como ya se dijo, esta ciudad no es un objetivo estratégico propiamente dicho, pero se convirtió en un símbolo de los esfuerzos rusos por conquistar algo, aunque sea solamente una ciudad de 70.000 habitantes en sus momentos de esplendor, en el camino de lo que podría ser la llave de la conquista completa del Dombás.  Un camino bastante cuesta arriba, dicho sea de paso, tanto literal como metafóricamente.  Pero, ya convertida en símbolo de la perseverancia militar rusa, esa ciudad se convirtió en la mayor "picadora de carne" desde la Segunda Guerra Mundial.  Para comenzar, las fuerzas armadas rusas iniciaron una guerra de localidad (manzana por manzana, casa por casa) sin haber antes completado el cerco de la ciudad.
Para Ucrania, Bajmut tampoco era un objetivo estratégico, pero aceptó el reto ruso, por una cuestión de tiempo.

Era tan poco lo que había ganado Rusia en el frente ucraniano y tanto lo que que había perdido en el campo internacional, pero tanto, con Zelenski convertido en un personaje de primera final en el escenario mundial, pidiendo (y consiguiendo) tanques, aviones, sistemas de defensa antiaérea, lanchas fluviales, municiones, misiles y tutti  le fiochi, que su recompensa era la toma de Bajmut antes de que llegara fin de año. Como en la canción de "Mambrú se fue a la Guerra" fin de año llegó, pero la ciudad seguía en manos ucranianas. Llegó el tan ansiado 24 de Febrero, Aniversario de la Invasión rusa, y tampoco. Ni habían desnazificado a nadie, ni desmilitarizado a nadie, ni tomado Bajmut.  La Gran Pascua Rusa, lo mismo. Bueno, ahora se acercaba la más importante de las fechas en el calendario europeo en general, pero especialmente en el ruso:  el 9 de Mayo de 2023, el Aniversario del triunfo sobre Alemania en la Gran Guerra Patriótica finalizada en 1945. 

A todo esto, la responsabilidad de la ocupación de Bajmut estaba en manos de Eugenio Pirogozhin, el íntimo amigo y socio de Putin en la Compañía de Mercenarios Wagner, a quien se le exigía perentoriamente que apurara el trámite para concretar la ocupación total de la ciudad-símbolo en esa fecha tan memorable.  Agua y ajo.  

En el entretanto, las cosas que ha dicho el dueño de Wagner del Estado Mayor del Ejército ruso no son para contarlas aquí.  Menos lindos, les ha dicho de todo.  Y que lo han hecho fracasar a propósito, al negarle sistemáticamente las municiones que necesitaba.  Ha desafiado a los generales rusos a formar un regimiento de fusileros, con un fusil de asalto cada uno, para tomar Bajmut tiro a tiro y cuerpo a cuerpo, como los soldados de Wagner.
                       
POR FIN, SOPA

Finalmente, aproximadamente el lunes 22 de Mayo de 2023, por la mañana, la Federación Rusa ganó la batalla por Bajmut iniciada en Octubre de 2022.  No cuando quiso, sino cuando pudo, pasadas todas las fechas simbólicas.  Honor a las decenas de miles de soldados rusos y ucranianos caídos en un combate impiadoso, donde la vida no valía nada. Una picadora de carne bestial, que aumenta la deuda de sangre con el pueblo invadido. 

¿Cómo quedó la situación actual en Bajmut? Los rusos dominan las ruinas de la ciudad, reducida prácticamente a escombros, mientras que las fuerzas ucranianas dominan, con su artillería en las alturas, todo el valle donde desemboca la ciudad. Un valle mortal, por la calidad de los fuegos que lo custodian.  Pero, desde la carga de Brigada Ligera, en el siglo XIX, siempre se puede cargar contra los artilleros, sobre todo si se quiere seguir inmolando gente.

Los soldados ucranianos se han retirado con honor y los rusos han terminado agotados. El sonido y la furia.  El resto es silencio. Pero la contraofensiva rusa ha terminado en un verdadero fracaso. Si el Plan B consistía en dominar todo el Dombás, este objetivo no se cumplió para nada. Se tomó una sola ciudad, con un precio en vidas altísimo, aunque nadie diga, en ninguno de los dos campos, ni siquiera el número aproximado de las víctimas.  

Pero lo que más llama la atención es que, en Febrero de 2022, el objetivo de esta guerra consistía en desnazificar y desmilitarizar Ucrania; mientras que, en Febrero de 2023, consistió en tomar militarmente una ciudad ucraniana de 70.000 habitantes.