EL PULSO DE LOS MERCADOS

El tiempo se le agota a Massa

La disputa entre el gobierno y la oposición republicana de Estados Unidos sobre el techo de la crisis ha dejado a los mercados al borde de una crisis de nervios. Biden y McCarthy negocian con dureza para encontrar una solución que se ha demorado demasiado, al punto que algunas calificadoras de riesgo han amenazado con degradar las notas de la deuda estadounidense.

Esto ocurre en un contexto en el que se ven promisorias cifras de la economía real, aunque la inflación se sostiene. El nivel de actividad, la venta de bienes durables y el gasto personal indican que la primera economía mundial no está cerca de una recesión.

Con estas cifras en la mano, días atrás directores de la Fed han amenazado con proseguir el alza de tasas. Han dejado trascender que este año habría otras dos subas adicionales del costo del dinero, que se encuentra hoy en 5,25 %. En la reunión del 14 de junio se espera entonces que se anuncie un incremento de un cuarto de punto, por lo menos.

¿Por qué esto?, se preguntará amigo lector. Porque el descenso de la inflación marcha un ritmo mucho más lento de lo deseado por los mandarines de la Fed. Hace un año, el costo de vida minorista anual estaba en un impresionante 9 %; hoy se encuentra en el 4, 9%.

Los mercados intentan mantenerse a flote. El Dow Jones cerró la semana en 33.200 puntos (estaba 36.500 cuando comenzó el proceso de alza de tasas), con una perdida semanal del 1%. El S&P concluyó en 4.211 unidades.La buena marcha de las empresas del sector tecnológico estos últimos días hicieron que el índice Nasdaq recupere un 2,51 % en las últimas cinco ruedas. Los papeles de Nvidia fueron los ganadores de la semana, con una revalorización acumulada del 24 %, a causa de las expectativas que creó el boom de la Inteligencia Artificial.

A su vez, hay un proceso interesante de fly to quality que ubica al dólar en 1,07 frente al euro. Y vemos, de nuevo, una embestida de la burocracia estatal estadounidense contra las criptomonedas. Quieren evitar la migración popular hacia estas nuevas formas de inversión con mayores controles a los inversores y bancos.

El bitcoin ha establecido un piso en la zona de los 23.000 dólares y el ethereum en los u$s 1.700, pero no logran aumentar el volumen. De hecho se negocia un 20% del pico de transacciones. Así es muy difícil esperar, en lo inmediato, un ciclo alcista en criptos.

Hemos visto, por otro lado, que Ledger, una importante proveedora de billeteras frías (cold wallets, una especie de pendrive para almacenar uno mismo las criptos) ha sufrido una crisis de confianza, por haber puesto en riesgo la condición de anonimato de los inversores. La empresa francesa se encontró en una pesadilla de relaciones públicas después de revelar planes el 16 de mayo para introducir una herramienta llamada Ledger Recover. Tuvo que dar marcha atrás.

En Argentina, tuvimos una semana financiera corta, con el dólar cerca de los 500 pesos. Los mercados se preguntan, un día sí y el otro también, si el Gobierno podrá conseguir -de algún lado del extranjero- los dólares necesarios para evitar otra corrida cambiara o un evento bancario antes de las PASO.

La inflación, mientras tanto, sigue agravando el atraso cambiario, que yo calculo en un 50 %. El tiempo se agota. La incertidumbre -no esta mal recordarlo- genera más volatilidad y ansias de hacerse de la divisa estadounidense.