"A mí la fama me trató muy bien''

Soledad Silveyra regresó a la calle Corrientes con un homenaje, desde el teatro, a las telenovelas. Estrenó 'Pasta de estrellas' en el Paseo La Plaza, dirigida por Ciro Zorzoli. La obra de Gonzalo Demaría retrata a la protagonista de una exitosa ficción que, tras el último episodio, decide ocultarse por miedo a un secuestro.

Pasaron cincuenta años desde que Soledad Silveyra se puso en la piel de Mónica Helguera Paz en 'Rolando Rivas, taxista'. Cinco décadas en las que Solita interpretó un sinfín de papeles; sin embargo, todavía hoy muchas mujeres la siguen llamando Mónica. Es que hay personajes de telenovela que logran eso: quedar grabados en la memoria colectiva. Ahora, ella homenajea un poco a todas esas actrices que formaron parte de uno de nuestros géneros más populares en 'Pasta de estrellas', que debutó anoche en la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza.­

"Es un gran delirio de Gonzalo Demaría, un homenaje a aquellos apellidos como el de Mónica Helguera Paz, a esa televisión en blanco y negro y al hecho de hacer humor de eso, de una época; me emociona'', dice Silveyra en diálogo con La Prensa.­

Tras protagonizar 'Dos locas de remate', la actriz regresa a la avenida Corrientes acompañada por María Merlino, Noralih Gago, Sergio Mayorquín y Emiliano Pandelo con esta obra que vuelve a reunir a la dupla creativa que estuvo detrás de 'Tarascones': Gonzalo Demaría y Ciro Zorzoli.­

-¿Cómo define a su personaje?­

-Es una loca total, que está encerrada porque tiene miedo de que la secuestren. Ella dejó su último capítulo y desapareció, se exilió, pasó por distintos lugares, llegó a un convento y estuvo siete años, y ahora ha puesto una fábrica de pastas. Es una señora que huye permanentemente, que no quiere ser vista.­

-¿En algún momento le pasó de querer huir de la fama?­

-No, a mí me trató muy bien la fama. Sentís el cariño de la gente; no me molesta. No es que la necesite, no es que quiera estar en televisión ni soy ambiciosa...O sí soy un poco ambiciosa. Un sueño mío era hacer una obra de Gonzalo con Ciro y lo estoy cumpliendo, y ojalá que se lo cumpla también a ellos de la mejor manera posible.­

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LENGUAJE­

-¿Qué sensaciones le generó este proyecto que decidió sumarse?­

-Para mí es como un encuentro entre una actriz popular y actores maravillosos que han trabajado en el under y también en la calle Corrientes, pero que quizás no son tan conocidos. A María la conocía y la amo, a Noralih la empecé a mirar por Instagram, y al resto de los chicos no los conocía. El proyecto eran Gonzalo y Ciro, y hoy es un todes (risas). Yo no hablo en inclusivo pero el otro día les mandé una nota diciendo 'hola a todes'...Siempre se aprende algo.­

-¿Y usted que está aprendiendo al trabajar con Zorzoli?­

-Un nuevo estilo de actuar. Es aprender otro lenguaje. Eso es lo que logra con 'Taracones', junto con Gonzalo. Hay una actriz que para mí es una maravilla con Ciro que es Paola Barrientos; es para mirar y admirar. Y es tratar de acercarse a ese lenguaje, de distinta manera porque no tiene nada que ver con el estilo de 'Tarascones' esta obra; pero es Ciro Zorzoli, es el humor con inteligencia.­

-¿Es un buen momento para hacer teatro?­

-El teatro está yendo muy bien, la comedia musical ha metido unas cifras impresionantes. Parece que sí. El argumento es que como la gente tiene un mango en el bolsillo y tiene miedo de perderlo al mes siguiente, entonces consume. Va a restaurantes, va a teatros. No se recuperó el cine desgraciadamente.­

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LA TELEVISION­

-Usted fue parte de la época de las telenovelas en blanco y negro y de aquellos años en los que se paraba el país para seguir esas historias. ¿Cómo recuerda aquel momento?­

-Como la mejor época de mi vida en el sentido en que pude hacer 'Rolando Rivas' y me valió una memoria de cincuenta años. Yo me subo a un taxi y hablamos de Rolando, y salgo del teatro y las señoras me dicen Mónica. Entonces cómo no lo voy a amar.­

-¿Cómo ve este presente de la televisión en materia de ficción?­

-Muy duro. Por suerte los actores tienen las plataformas. Yo, la verdad, quisiera seguir haciendo teatro y poder mantener mi popularidad en la medida de lo necesario, pero trabajar diez horas no sé si me dan ganas. Sólo tendría que ser algo que me apasione como actriz, ahí sí me mato y te trabajo catorce horas. Pero tiene que ser algo que me dé la oportunidad de hacer un buen trabajo.­

-¿La gente le dice si extraña las telenovelas?­

-No, lo que yo escucho de la gente es 'volvé a la tele', pero creo que eso fue una época. Lo que nos demuestran los turcos hoy es otra cosa. La gente ve esas novelas y las mexicanas. Para la producción argentina es un momento muy difícil y lo viene siendo hace rato. Perdimos el mercado internacional de la telenovela.­

-¿Tuvo posibilidad de ver la última edición de 'Gran hermano'?­

-No, no.­

-¿Por qué piensa que funcionó tan bien?­

-Parece que hay una parte del público a la que le interesa ser curioso y un fanatismo que creo que no nos hace bien en ningún sentido de la vida.­

-¿Le sorprendió la denuncia contra Marcelo Corazza?­

-Me dolió.­

-Después de tantos años de carrera, ¿le quedan cuentas pendientes en la profesión?­

-Me gustaría trabajar en la sala Casacuberta del San Martín, donde estos días estuve viendo al gran escritor uruguayo Gabriel Calderón y la verdad que...¡Guau! Porque además de amarlo porque vi su obra 'Ana contra la muerte' en el Solís de Montevideo, ahora pude volver a verlo acá, y en esa sala...Me encantaría ir ahí, con lo que me ofrezcan.­