Los sincericidios del líder de Wagner: el jefe mercenario dijo que perdió 20 mil hombres en Bajmut y que la campaña militar fracasó


Moscú (EFE y AP) – En un cuádruple sincericidio que alienta especulaciones sobre cuál es su propósito -quizás dio un indicio cuando pronosticó que "esto puede terminar como en 1917, en una revolución"-, el jefe de los mercenarios Wagner al servicio del Kremlin, Yevgueni Prigozhin, reconoció que en la larga y encarnizada batalla de Bajmut murieron 20.000 de sus combatientes, la mitad de ellos presos que había reclutado en cárceles -precisó que sacó de prisión a casi 50 mil-, sentenció que la campaña militar rusa “ha fracasado porque no cumplió ninguno de sus objetivos”, vaticinó que debido al continuado respaldo occidental, Ucrania podría expulsar a las tropas adversarias del sur, el este e incluso de la península de Crimea, además de admitir que el Ejército rojo asesinó a civiles.

Una de las declaradas metas del gobierno de Vladimir Putin era “desnazificar” a Ucrania que, por el contrario, “se ha convertido en una nación conocida en todo el mundo y cuyos habitantes aparecen como los griegos y los romanos de los tiempos del florecimiento".

Otro objetivo apuntaba a desmilitarizar al país vecino, pero hubo un efecto bumerang: si antes de la invasión “ellos tenían, digamos 500 tanques, ahora tienen 5.000. Si entonces disponían de 20.000 efectivos, ahora son 400.000”.

“Ucrania posee uno de los ejércitos más fuertes", ponderó valorándole especialmente “el exitoso manejo de cualquier sistema de armamento, sea de origen soviético o de la OTAN.

"Hacen todo en aras del logro supremo, como nosotros durante la Gran Guerra Patria (como denominó la URSS el período de la II Guerra Mundial entre el comienzo de la invasión en junio de 1941 y la capitulación de Alemania)", afirmó antes de arremeter contra los hijos de la élite rusa por la vida de lujo que exhiben en las redes sociales, cuando "a la gente de a pie les devuelven sus hijos despedazados en ataúdes de chapa".

"Y no hay que pensar que son cientos, ahora son decenas de miles de familiares de muertos. Y seguramente serán cientos de miles", auguró.

FRONTERAS PERMEABLES

Moscú denunció que uno de sus navíos de guerra que se encontraba en la zona económica marítima turca fue blanco de un ataque de lanchas sin piloto, en lo que constituye el último de una serie de actos de sabotajes que el gobierno de Vladimir Putin le imputa a Kiev.

El episodio se produjo en aguas cercanas al estrecho del Bósforo, punto de salida del mar Negro a través de Turquía, contra el buque Ivan Khurs, perteneciente a la Flota del Mar Negro y que "desarrollaba tareas para garantizar la seguridad del funcionamiento de los gasoductos Turkish Stream y Blue Stream", por los que Rusia exporta gas a ese país.

"Todas las embarcaciones enemigas fueron destruidas con tiros de armas regulares de nuestro navío", precisó el Ministerio de Defensa.

FRONTERA CALIENTE

Los combatientes rusos contrarios a Putin que dicen haber protagonizado la incursión armada de principios de semana desde Ucrania en la región de Bélgorod alardearon ayer de que llegaron a penetrar 42 kilómetros en dicho territorio. "Una vez más, al cruzar la frontera de la Federación, vemos que el ejército y las autoridades políticas no están preparadas para esto y exhibieron su incapacidad", se burló el jefe del Cuerpo de Voluntarios Rusos (CVR), identificado por la prensa de Kiev como "Denis White Rex".

“Tuvimos bajo control controlar varias localidades durante un día”, se jactó para enseguida desmentir que decenas de integrantes de los dos grupos -el otro es la Legión Libertad para Rusia- hayan sido liquidados como aseguran las autoridades de Moscú.

Según White Rex, que sería el alias del exbarra brava de fútbol y ultranacionalista Denis Kapustin, la operación militar en la que participa el CVR continúa, aunque no está en sus momentos en su fase más activa.

ADVERTENCIA
Rusia advirtió que responderá de manera "rápida y extremadamente firme" ante nuevas incursiones armadas en su territorio, tras denunciar más ataques con drones en Belgorod.

Poco antes, el gobernador de esa región, Viacheslav Gladkov, admitía que "la noche no transcurrió de forma totalmente calma. Hubo un gran número de ataques con drones, aunque la mayoría de ellos han sido interceptados por los sistemas de defensa antiaérea". No obstante, puntualizó que se registraron múltiples daños materiales.