De Santo y las nuevas formas del amor

El actor radicado en Córdoba protagoniza, junto a Julieta Zylberberg, la comedia 'Me gusta' en el Paseo La Plaza. Después de veinte años volvió al teatro bajo la dirección de Javier Daulte con esta obra de Alberto Rojas Apel que retrata a una pareja que, agobiada por la rutina, se plantea romper con los estereotipos.

Cuando Damián de Santo decidió instalarse en Villa Giardino, en la provincia de Córdoba, supo que hacer teatro no iba a ser sencillo. Eso explica por qué el actor de 'Botineras' y 'El primero de nosotros' hace veinte años que no se subía a un escenario. Ahora está de vuelta y desde este fin de semana protagoniza 'Me gusta. Todo por un like', junto a Julieta Zylberberg y dirigido por Javier Daulte.­

Dos décadas después de haber hecho 'La cena de los tontos', el artista asegura que ''el cuerpo tiene memoria. Yo estudié teatro, no tele ni cine; y el actor está''. Sentado entre las butacas de la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza y mientras sobre el escenario los utileros pulen detalles de la escenografía, De Santo confiesa que se sigue poniendo nervioso antes de empezar un nuevo proyecto.­

En esta historia él es Andrés, un agente de bolsa que hace diez años está casado con Martina (Zylberberg). Juntos tienen una nena de tres años y la rutina pesa sobre ellos. Hasta que Jowy (Luciana Grasso), una baby-sitter centennial, aparecerá en sus vidas no sólo para cuidar a su pequeña sino también para hacerles replantear su relación de pareja. Entre fantasías, enredos y algún que otro 'like' deberán decidir si rompen con los estereotipos de la pareja ideal.­

-¿Qué tiene 'Me gusta' que lo llevó a aceptar esta propuesta después de tanto tiempo sin hacer teatro?­

-En principio, la obra; me encantó. Me parece que está bueno que nuestra generación incursione en este tipo de temáticas de las nuevas sexualidades. Creo que está bien acompañar a los adolescentes en estas historias, sobre todo porque nosotros fuimos para mí una bisagra, la generación de los '80, cambiamos un montón de cosas. Fuimos más libres en la intimidad. No sé cómo eran mis abuelos teniendo sexo, pero me lo imagino por cómo hablaban. Me parece que hoy lo que da placer no está mal y además cambiamos pañales, somos los que estamos en casa también, tenemos responsabilidades divididas. Y, por otra parte, somos los que criamos a estos niños que hoy tienen más respuestas que preguntas.­

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LAS REDES­

-¿Qué puede contar sobre 'Me gusta'?­

-Es una comedia romántica que tiene fibra, que tiene un cuento muy interesante para todas las generaciones. Representa a la generación centennial, pero de alguna manera a nosotros nos abre la cabeza con respecto a lo que está sucediendo, como en algún momento se habló de la homosexualidad y de otros cambios que hubo. A mí me parece que vas a comprender y te vas a inquietar, te van a pasar un montón de cosas y la obra te va abrir el espectro y te va a hacer ver que no es un pensamiento enfermizo sino que tiene sus fundamentos.­

-¿Cómo se lleva usted con las redes sociales?­

-Muy tranqui. Tengo Instagram y lo uso muy poquito. Pero también hay una cuestión lógica: las matemáticas son bastante crueles. Yo en las cabañas (tiene un complejo en Villa Giardino junto a su esposa) soy el encargado de mantenimiento y ataco el problema en el momento en que está surgiendo. No hay agua en la cabaña 3 y tengo que resolverlo, no tengo tiempo de ponerme a mirar Instagram. Entre toda la semana, un día por la noche me dedico a mirar y contestar algunas cosas, y a veces pasan dos semanas y no contesto nada. Sí contesto los WhatsApp y las llamadas, porque creo que el que me llama es por algo urgente. Pero no me engancho, no le quiero dedicar tiempo a eso. Prefiero salir en bicicleta, ir a caminar. Donde yo vivo agarrás el mate y salís a caminar una hora y no te diste cuenta e hiciste ocho o nueve kilómetros, es hermoso. Me parece bárbaro el que está en las redes y le gusta, entiendo también que hay negocios en eso, pero no es para mí.­

-¿Cree que, como dice la obra, 'las redes sociales todo lo complican'?­

-Yyy...Un poco sí, porque tienen eso de opinar del otro de manera agresiva y sin identificarse. En la calle no se lo vas a decir porque hay un riesgo, que no pase nada o que pase todo. Pero en las redes la gente sí se atreve a opinar de la vida de otros o de los sucesos de otros.­

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EL PRESENTE­

-¿Cómo le está resultando la experiencia de trabajar con Daulte?­

-Es un caramelo, de esos directores que decís 'nunca me puteó ni nada'. Divino, porque uno le mete nervios también. He dirigido y tengo esa onda que tiene él, yo creo que con amor todo fluye. Por ahí hay gente que necesita un poquito más de presión, pero la vas detectando.­

-¿Qué le pasó al subirse al escenario después de dos décadas?­

-Yo veo mucho teatro, me encanta y soy buen espectador, no me pongo arriba y digo 'ay, cómo lo haría yo'. Disfruto la obra, me meto en la historia y la paso genial. Esta vez fue subirme y decir: 'Ahora no voy a estar ahí, relajado. Voy a estar acá arriba'. Y además, van a pasar muchos amigos a verla, y el público. De cualquier modo, no lo sufro porque me gusta. Camino el escenario y me da mucho placer.­

-¿Le gustaría volver a la conducción?­

-Me gustó mucho. Me encanta hacer ese tipo de programas que son un popurrí de cosas. No es algo que tengo como prioridad, pero me gustaría volver a hacerlo algún día. No sé cuál sería el formato, pero sí. Me gusta que haya invitados, charlar, jorobar, sentarme y hablar si hay temas serios. Conducir en vivo me subió la adrenalina. Fue una experiencia de la que estoy muy agradecido.­

-Después de haber formado parte de 'El primero de nosotros', una de las pocas propuestas que tuvo la televisión abierta el año pasado, ¿cómo ve lo que está pasando en materia de ficción en el país?­

-Veo muy poca ficción. Me parece que se diversificó mucho con las plataformas, pero bueno...No las estamos viendo porque no sé adónde van a parar, no van a los canales de aire. No sé qué están esperando los canales para hacer algo más de ficción. De todos modos, esto favorece al teatro. Yo tomo a una persona como referencia de lo que piensan un montón. Y el otro día una persona me dijo: 'vas a hacer teatro, buenísimo. Ya voy a sacar las entradas porque como no los podemos ver en la tele los queremos ver en el teatro'. Y me pareció lógico.­

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