EL RINCON DEL HISTORIADOR

Un incidente entre historiadores

Adolfo Saldías y David Peña fueron dos reputados historiadores. El primero nació en 1849, abogado, destacado hombre público político y diplomático. Fue el autor de la Historia de la Confederación Argentina, dedicado a escribir la época de Rosas, la hija de este Manuelita le facilitó numerosa documentación. Falleció en  Bolivia el 17 de octubre de 1914.

David Peña nació en Rosario el 10 de julio de 1862, historiador, abogado, periodista, autor teatral, al cumplirse el centenario de su nacimiento “La Capital” de Rosario manifestó: “Todo lo hizo bien y a conciencia. Su nombre figuró siempre al frente de toda iniciativa encaminada a enaltecer y divulgar la grandeza de la Patria”. Vivió la mayor parte de su tiempo en Buenos Aires, su yerno Octavio R. Amadeo escribió una magnifica semblanza en “Vidas Argentinas”. Falleció en Buenos Aires el 9 de abril de 1930.

El jueves 27 de mayo de 1909 el doctor David Peña le escribió al general José Ignacio Garmendia y al coronel Jorge Reyes esta esquela: “Distinguidos amigos; En la mañana de hoy me acerqué al doctor Adolfo Saldías en el pórtico de la iglesia del Pilar y lo saludé cortésmente. Me dijo que se negaba a contestar mi saludo, por causas que no le era posibles explicarlas en aquel sitio”.

“Al exigirle con natural sorpresa la explicación de su conducta, se excusó también, alegando el lugar en que se hallaba”.

“Ruego a Uds. que obtengan de cualquier modo la explicación que me debe caballerescamente o una reparación por las armas. Soy de Uds. su afectísimo amigo. David Peña”.

El general Garmendia digamos de paso era un destacado oficial del ejército, y miembro de número desde 1901 de la Junta de Historia y Numismática Americana a la que en 1906 había ingresado el doctor Peña en la misma categoría, por lo que compartían actividades comunes. No dejaron de cumplir su cometido y el 29 le contestaron:

“Muy señor nuestro y amigo: Le adjuntamos el acta que pone término al incidente que Ud. nos encomendó resolver. Teniendo su origen la actitud del doctor Saldías, según Ud. nos manifestó, poniendo a nuestra disposición documentos sobre este asunto, en un pedido que le formuló a Ud. en su carácter de secretario de la Comisión Nacional del Centenario, relativo a un libro y que no pudo resolverse, de conformidad a pesar de los empeños de Ud., en consecuencia verá Ud. en el acta que nada afecta su honor. José I. Garmendia. J. Reyes”.

Y adjuntaban el acta: “Buenos Aires, mayo 29 de 1909. Con motivo de haberse negado el doctor Adolfo Saldías a contestar un saludo que le dirigió el doctor David Peña, este último comisionó a los señores general José I. Garmendia y coronel Jorge Reyes para exigir del doctor Saldías las satisfacciones del caso. El doctor Saldías nombró a su vez en su representación a los señores doctor Manuel Gorostiaga y Manuel A. Pinedo, para que se entendieran con los representantes del doctor Peña. Planteada su reclamación, por los señores Garmendia y Reyes, contestaron los señores Gorostiaga y Pinedo que al asumir el doctor Saldías la actitud citada, ejercitaba un derecho indiscutible, abonado además por antecedentes respetables”.

“Los cuatro representantes resolvieron entonces constituirse en Tribunal de Honor y examinar en ese carácter los detalles del incidente, llegando a declarar unánimemente que de su estudio no resultaban motivos para llevarlo adelante y declarar definitivamente terminada su gestión, firmando dos de un tenor. José I. Garmendia, M. A . Pinedo, J. Reyes, Manuel Gorostiaga”.

Como vemos la sangre no llegó a correr e ignoramos la relación entre ambos. Gorostiaga que representaba a Saldías, era su consuegro ya que su hijo Luciano había casado con Elisa Saldías.