Vanidades de la política

El temor al ´demos´ sacude a buena parte de la politica

Pobres, finalmente los muchachos kirchneristas han logrado que sintiera por ellos, una grata piedad. Resulta que los delegados, travestidos de peronistas, reunidos en Ferrocarril Oeste, saltaban, brincaban, andaban por los aires, al grito de Cristina Presidente. No fue más que salir a la calle, superemocionados, cuando llegó el malhadado twitter: No voy a ser candidata. Fin.

Rápidamente vino a mi memoria lo que le ocurrió a mi tía Thelma, que Dios la tenga a buen resguardo, que al salir de su despedida de soltera para encontrarse con su amado, no lo halló, se había mandado mudar. Solterita pa’ toda la vida como dice la canción de las Las Cosas del Querer. Así que, de este tipo de tristezas algo conozco.

QUE DIJO CRISTINA

Muchas cosas recurrentes pero haré punto fijo en algunas. “Ni Alberto ni Macrí, por aceptar el programa del F MI, tienen aptitud electoral.” Bueno, esto corre, entonces, también para Massa que lo continúa con entusiasmo especial. Incluso la toca a la vicepresidente, aunque en este caso, con una enorme cuota de generosidad podríamos observar que su hijo no votó el acuerdo y ella estaba refunfuñona.

¿Será por esta renguera que el Ministro de Economía no quiere internas y ser ungido candidato sin debate ni bochinches? Pretender hacer una política medianamente racional, esto es de centro o de derecha desde un espacio progresista es como criar almejas en la Puna de Atacama, te quedarás sin uñas y con las rodillas escaldadas. Al menos voluntad y ambiciones no le faltan. Pero no alcanza.

Este asunto de desconfiar del Demos también le cabe a Juntos por el Cambio, muchos de sus dirigentes más deslumbrantes, una forma de decir, pugnan por abolir el libre juego de candidatos. Piensan, equivocadamente, que el debate, la confrontación y el voto debilitan. Copia simiesca del Despotismo Ilustrado: “Todo para el pueblo sin el pueblo”.

Luego añadió la vice: “Así resulta imposible para cualquier gobierno administrar razonablemente la natural puja distributiva. Se terminó el paradigma peronista de la movilidad social ascendente.” Por lo tanto hay que irse. El kirchnerismo en términos de izquierda no puede modificar el cuadro. Adiós.

LA PROSCRIPCIÓN

Hablar desde el peronismo de proscripción es una cosa seria, no se puede tomar para la chacota. Los peronistas que aun quedan en el Frente de Todos no debieran permitir esta ofensa. Proscripto fue Perón y no se retiró a invernar.

En un primer momento apostó al voto en blanco y le salió bien. Luego apoyó a Frondizi y esa decisión fue buena. Fue Frondizi el confuso, que navegó entre Frigerio, Alsogaray y Toranzo Montero. En las elecciones de 1962 el peronismo sin Perón comenzó a mostrar las uñas. El General propuso la fórmula Framini-Perón para la Provincia de Buenos Aires, lógicamente con la intención que la proscribieran. Lo vetaron a él y cuando el exiliado esperaba que Framini se bajara, el dirigente textil dijo esta es la mía y continuó. A Perón lo salvó el golpe contra Frondizi que obligó a anular las elecciones. De Cámpora ya he escrito tanto que voy a llamarse a silencio, por ahora. ¡Pero proscripciones eran las de antes!

Cristina, enojada como está, podría intentar el voto en blanco o la abstención y resolver revolucionariamente el asunto. Pero no ¿y los emolumentos? ¡A esta altura no vamos a perder el engorde!

Parece increíble (por eso la razón de este artículo irónico) que en la Argentina que ha padecido tanto a lo largo de su historia se venga ahora a figuras payasescas que anidan en el marulo de una mujer que ha perdido el rumbo. ¡Lloren como kirchneristas lo que no supieron defender como peronistas!