Guerra en Ucrania: avanzan con sus misiones de paz Lula y el Papa

Kiev (AP y EFE) -Mientras el ex canciller brasileño Celso Amorim, enviado “en son de paz” por el presidente Lula, fue recibido en Kiev por el gobierno ucraniano que expresó su confianza en que el país sudamericano "desempeñe un papel importante" para detener la guerra, el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, consideró que la misión en ese mismo sentido anunciada por el papa Francisco "seguirá adelante" y reveló que "hay novedades", pero que son de "carácter reservado".

“Él ya sabe lo que Putin quiere, ahora sabrá lo que quiere Volodomir Zelenski y, por ahí, vamos a tener instrumentos para hablar con otros países y construir, quién sabe, la posibilidad de parar este conflicto bélico", se manifestó esperanzado el Jefe de Estado brasileño.

RUSCISMO

La vicepresidenta del Comité para la Información del Parlamento de Ucrania, Yevgueniia Kravchuk, pidió en nombre de esa cámara legislativa al Diccionario Oxford (de la lengua inglesa) y a la Real Academia Española que incorporen el término “ruscismo”, que fusiona fascismo y racismo para “designar la ideología agresiva y totalitaria” del Kremlin.

“Hemos puesto en marcha una campaña de concientización al respecto”, remarcó la legisladora acerca del vocablo utilizado usualmente en su país para referirse al invasor.

SE HABLA MAS EN UCRANIANO

Un 61 por ciento de los ciudadanos ucranianos declaran utilizar el idioma ucraniano como lengua de comunicación en su día a día, frente al 43% que develaban utilizarla de forma cotidiana antes del inicio de los combates.

LA BATALLA POR BAJMUT

El ejército ucraniano ha realizado contraataques exitosos en la zona de Bajmut (este) y en algunos puntos obligó a las tropas rivales a replegarse hasta dos kilómetros, afirmó el comandante de las fuerzas de tierra, el general Oleksandr Syrski.

También indicó que en ciertas zonas, debido a la presión ucraniana, los mercenarios de la compañía privada Wagner “prefirieron” a ceder sus posiciones a soldados de las fuerzas regulares, menos preparados, que han emprendido la retirada. De hecho, una de las brigadas abandonó el área “dejando atrás 500 cadáveres”, acotó corroborando lo que había consignado horas antes el líder de la milicia Wagner, Yevgueni Prigozhin.