Humberto Maturana y la autopoiesis molecular

Un 6 de mayo de 2021 falleció Humberto Maturana, biólogo, filósofo, escritor, epistemólogo y premio nacional de ciencias de Chile en 1994. Pionero de la teoría de la autopoiesis y de la biología del conocimiento,  deja un legado enorme para pensar la vida, el conocimiento, la comprensión y el amor.
El tema de conocimiento de Maturana fue y sigue siendo en su vida póstuma, en su trascendencia,  "el conocer, el conocimiento del ser humano"
La obra de Maturana se centra en un término que acuñó combinando dos palabras del griego: "auto" (a sí mismo) y "poiesis" (creación).
Esa palabra quiere decir "producción de sí mismo", pero ha sido mal entendida. Actualmente somos precisos y hablamos de "autopoiesis molecular".
Quiere decir que los seres vivos estamos hechos de moléculas que interactúan unas con otras produciéndose otras moléculas que también interactúan unas con otras. Todo esto en la forma de una red cerrada de constantes transformaciones moleculares, que en conjunto realizan y conservan la misma red de procesos moleculares que las produjo. Nosotros somos "sistemas autopoiéticos moleculares".
Maturana estudió la organización de la vida, un proceso, una ininterrumpida onda circular de autoproducción: autopoiesis.
La autopoiesis hace referencia a que todo ser vivo se encuentra dentro de un sistema cerrado que constantemente está creciendo y creándose a sí mismo. Se trata de toda una organización que se mantiene en el tiempo en base a los componentes que la integran. Este concepto sobre el comportamiento y vida humana fue ampliamente reconocido,  traspasando ciencias y abarcando desde la biología hasta la sociología.
"Las bases biológicas del entendimiento humano" es un libro de 1984, escrito por los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela. Es un texto que busca explicar la cognición humana, cómo funciona el conocimiento, partiendo desde la mínima unidad biológica, la célula, para terminar explicando cómo se forma la conciencia en los seres humanos.  Se trata de un libro de biología,  que también explora el lenguaje, la conciencia y otros temas humanos.
Maturana considera que lo esencial que debe tenerse siempre presente es la unicidad de la naturaleza humana: lo que nos hermana a todos los hombres de todos los tiempos es la manera en que hacemos surgir en nosotros nuestros significados existenciales, la manera en que éstos son creados, generados, estabilizados, transformados.
Es precisamente el conocimiento de este proceso de aprendizaje social, cómo surge en nosotros el mundo que vivimos, nuestra particular autoconciencia, el fundamento para la comprensión universal del hombre por el hombre. 
Sostiene que tendemos a vivir en un mundo donde nuestras convicciones prueban que las cosas solo son de la manera que las vemos, y que lo que nos parece cierto no puede tener otra alternativa.  Invita  a  suspender  nuestro  habito  de  caer  en  la  tentación  de  la certidumbre. 
En cuanto al lenguaje, este es el punto de partida para Maturana. Considera que toda reflexión se da en el lenguaje, que es nuestra peculiar forma de ser humanos. Toda reflexión trae un mundo a la mano, y, como tal, es un hacer humano por alguien en particular en  un lugar particular.  Este traer a la  mano se manifiesta en  todas  nuestras acciones y todo nuestro ser.  Gracias al lenguaje es que  podemos  conocer de la  manera  humana.

"Las emociones fluyen continuamente, impregnando nuestro vivir, determinando todas nuestras acciones y conductas, incluso nuestro razonar. Así como el viento arrastra las nubes, una respiración especifica produce una emoción básica especifica: alegría, tristeza, rabia, miedo, erotismo, ternura".
Las emociones en el entendimiento son fundamentales porque determinan el espacio en el cual uno hace lo que hace. Es distinto razonar o reflexionar desde la ternura o desde el miedo, la confianza o el abandono, porque la emoción que nos guía determinará cómo actuamos y distintas emociones nos conducirán por cursos de vida distintos.
"El amor es la única emoción capaz de ampliar la inteligencia". Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras, contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos.
Es brindarle la oportunidad de ser escuchado con profunda atención, interés y respeto; aceptar su experiencia sin pretender modificarla sino comprenderla; ofrecerle un espacio en el que pueda descubrirse sin miedo a ser calificado
Amar es apreciarlo sin condiciones, sin juzgarlo ni reprobarlo, es valorarlo por ser quien es, confiar en su capacidad de aprender de sus errores y de levantarse de sus caídas. Amar es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera.
Maturana nos deja el conocimiento para que podamos corregir gran parte de los malestares históricos de la humanidad, sobre todo el desamor, fuente de muchos males y situaciones de convivencia socio educativas, de salud física, emocional, y espiritual.

Lilian Maitino
Máster Coach certificado Internacional