“Hay que jugarse por políticas de shock”

La mejor manera de abatir la inflación sería la creación de un peso fuerte atado a una canasta de monedas. “Hay que salir del cepo el primer día”, enfatiza el economista Mariano Flores Vidal. El proceso inflacionario se desinflaría en un año.

La próxima administración deberá resolver el dilema del tipo de cambio. El 10 de diciembre el flamante equipo económico tendrá entre manos la misión de administrar los dólares escasos, achicar la brecha y poner sobre el terreno un programa que detenga el proceso inflacionario.

En días en que la dolarización ha ganado la tapa de los diarios, los economistas de las principales coaliciones políticas analizan cómo conservar el peso y de qué forma, si súbitamente o de manera paulatina, desarmar el cepo cambiario.

Entre el puñado de proyectos en danza aparece el de Mariano Flores Vidal, economista con pasado en el Banco Central, quien propone la creación de un nuevo peso -el peso fuerte- atado a una canasta de monedas. “La inflación bajaría de manera considerable en un año”, enfatiza.

En su visión no hay gradualismo posible a partir de la asunción de un nuevo gobierno.

Chances hay, pero yo planteo que no es conveniente. Si se hacen reformas fiscales, si se realiza una jugada de shock en lo fiscal, el resto de las medidas sí o sí necesitan tener un ancla monetaria y cambiaria para ser exitosas. Deben generarse buenas expectativas. Cualquier cosa que se quiera hacer, como arreglar precios relativos, si se hace en desorden monetario o de medidas muy gradualistas monetaristas y cambiarias, se va a derretir todo el cambio. La inflación mata todo. Hay que detener esas expectativas y eso se para con reglas claras y estrictas. Hay que salir del cepo el primer día. En la salida del cepo, en 2015, estaban todos asustados y al final fue lo más exitoso.

Pero habría un fogonazo inflacionario con la salida del cepo de un día para el otro.

Eso lo vamos a tener. Siempre se va a ir algo entre el oficial y el paralelo, está clarísimo. Por otro lado no hay manera de contenerlo. Si un gobierno nuevo sigue jugando con la brecha cambiaria está en el horno porque no genera expectativas de ningún tipo. O se transforma en un gobierno tibio y se le puede desbandar la cuestión. Claramente veo que en todos los sectores plantean fuertes reglas fiscales, reformas. Hay que anclar lo monetario y salir del cepo el primer día. Seguro habrá aumento de la inflación, pero es transitorio, después se acomoda.

¿Así se alinearían las expectativas? ¿Y si no ocurre?

Se va a bajar la inflación, hay que mirar para adelante. Tener un compromiso monetario. Un cepo no exitoso implica que se sale y se hiperbola todo, exponencia todo. El tipo de cambio se va a las nubes, todos corren al dólar. Sin embargo, mi planteo es al revés. La demanda de dinero está en 4% del PBI, antes estaba en el 8%. Cualquier expectativa nueva sube la demanda de dinero. La gente querrá estar más en pesos, confiará más en el peso. La inflación será menor. La contrapartida de eso es que salimos del cepo y no pasa absolutamente nada. Se rompe la expectativa de devaluación respecto al paralelo.

¿Cómo administrar ese período de transición? Me refiero a ese término tan citado que es la gobernabilidad.

Es al revés, el efecto de eso hará que la estabilización sea totalmente veloz. Una de las razones por las cuales estoy en contra del gradualismo es justamente por la gobernabilidad. Tiene que haber reglas concretas desde el día uno. No se pueden hacer reformas con el 8% mensual de inflación. No hay tiempo, se licua todo. ¿Cómo llegarían a las elecciones legislativas? Hay que ir con políticas fuertes que cambien las expectativas. El impacto fiscal solo no sirve, también debe abarcar lo monetario.

¿Actualizaría los salarios ante el sacudón inflacionario?

En el fondo eso es parte de las reformas integrales que vayan a hacer. Ahí no me meto. Si quieren hacer cualquier acuerdo salarial, lógicamente hay que tener la parte monetaria con alguna regla. Acuerdo salarial con expectativas hacia adelante traerá una inflación menor. Si tengo anclada la política monetaria, el tipo de cambio no se va a devaluar, no hay nada que esté en una olla a presión. Se entiende que bajará la inflación. Los salarios no pueden aumentar con el ritmo de la inflación.

CANASTA

Usted propone crear un nuevo peso atado a una canasta de monedas. ¿Cuáles serían los beneficios?

Hay que jugarse a una política de shock. Cuando se revisan los procesos inflacionarios, cuando se mira para atrás se advierte que la única vez que se cambió fue con Convertibilidad, como con la Caja de Conversión a fines del Siglo XIX. La última se prolongó entre el ‘91 y el 2001, y falló porque estaba atada al dólar y no se podía amortiguar el impacto ante cualquier devaluación de otro país. Así enfrentamos las crisis rusa, asiática y la de Brasil. No hay manera de agarrarse. Por eso no me gusta la dolarización. Con la canasta de monedas, si devalúa Brasil amortiguo con el resto de las divisas, aunque no completamente. El segundo punto es que en todas las convertibilidades existe un costo político al momento de salir, y generalmente se sale cuando explota todo. Eso es pésimo. En los ‘90 todos pensaron que la Convertibilidad era para siempre y se dolarizó el sistema financiero. Yo planteo una ley para la Convertibilidad porque tenemos una enfermedad que es la inflación. Luego, cuando esa inflación baja al 6% anual y se sostiene por dos años, salimos de la Convertibilidad y volvemos a flotar. El primer día no se puede porque no hay dólares y hay pasivos no monetarios.

¿Plantea reformular la Carta Orgánica del Banco Central?

Empecemos el primer día poniendo reglas. El menú son las reglas que me van a llevar a la Convertibilidad. Primero, cambio la Carta Orgánica del Banco Central con el fin de que quede claro que su rol es preservar el valor de la moneda. Segundo, prohíbo asistir al Tesoro. Tercero, cuando emita pesos fuertes, solamente será contra reservas internacionales. En el medio, la emisión de pesos solamente será para redimir las Leliqs. Así no habría Plan Bonex.

Se han establecido muchas leyes económicas, como la intangibilidad de los depósitos, y ya vemos lo que ocurrió. ¿Por qué ahora se respetarían?

Eso tenemos que aceptarlo como lo que somos. No respetamos ninguna ley. Lo mismo pasaría si se establece la dolarización. Al otro día las provincias emiten cuasimonedas. De nosotros mismos no nos salva nadie. No hay antídoto contra nosotros mismos. La dolarizacion es un antidoto falso, es mentira. Las provincias harían un bono con tasa de interés que el empleado público aceptaría, y les dejarían pagar los impuestos con eso. Entonces ya está.

¿Sus colegas tienen cierto recelo para con la canasta de monedas?

En la Convertibilidad, cuando empezó no había euros. Las economías a las que podíamos pegarnos eran inflacionarias. Brasil no tenía el real. En China no existía este yuan fuerte. Hoy hay más opciones, se pueden armar canastas. Esto busca darle flexibilidad a algo que de por sí es rígido. Si se consigue una canasta que no transmite inflación y es un poco mas flexible y permite amortiguar shock externo, es lo mejor.

¿Podría haber una desinflación veloz en un año?

Absolutamente, con la Convertibilidad se lograría. El Banco Central emitiría pesos fuertes. Empieza a aparecer esta moneda convertible y después puede rescatar al otro peso, a los 10 meses lo puede hacer. El principal transmisor de inflación en Argentina es el tipo de cambio. Con esta regla la demanda de dinero se duplica. Con irse a 8%, el Central emite contra Leliqs. Ahí se captura muchísimo. Se empezará a apreciar el tipo de cambio. Si el Central no puede emitir sin respaldo, la demanda subirá, la gente querrá billetes, se aprecia el tipo de cambio. El tipo de cambio se fija el día que no hay más Leliqs, cuando no se pueda emitir más pesos inconvertibles.

BANCO CENTRAL

¿Cómo evalúa la actual política monetaria?

Mientras sigan devaluando al ritmo que viene, eso marca la inflación. Con la tasa de interés lo único que se hace es reducir la brecha con el blue. La tasa no bajará la inflación. Cuanto mas brecha, mas inflación. La tasa sólo evita una retroalimentación inflacionaria.

¿Estima que pueden ocurrir nuevas corridas cambiarias?

Habrá otros episodios de corrida. Mi expectativa es que las tasas sigan subiendo. Está todo muy neblinoso como para saber qué puede ocurrir. No veo que haya anclas para agarrarse.

¿Le preocupa el permanente goteo de reservas?

No me preocupa tanto. Eso se puede resolver. Si me pongo a pensar, desdoblaría el tipo de cambio. El Banco Central no perdería ni un sólo dólar más. Tendría un dólar para comercio exterior y el otro libre. Es posible que lo hagan. Los que están ahí conocen de esto. Tendrán discusiones con FMI que uno no sabe. Siempre soy optimista. Creo que se va allegar a la otra orilla. Va a ser complicado y puede ser que la salida sea el desdoblamiento.