Adrián Lacroix presenta su show el viernes en el teatro Opera

Trucos y secretos del ilusionista que encantó a David Copperfield

­El avance de las tecnologías parece haber reducido notablemente la capacidad de asombro. Sin embargo, el ilusionista Adrián Lacroix, con su revolucionario show de magia `Nomad', pondrá a prueba esa hipótesis y promete dejar al público con la boca abierta.

Su primer acercamiento a la disciplina fue a los ocho años, cuando descubrió en la casa de uno de sus abuelos un libro del matemático y aficionado a la magia Martin Gardner. A partir de allí comenzó un camino autodidacta en su carrera, que llegó a un punto álgido en pandemia, cuando revolucionó la escena con trucos que se podían hacer en línea y a la distancia.

Esta suerte de ilusionismo online de Lacroix llamó la atención de nada menos que David Copperfield -para quien hizo un show virtual privado-, del dúo Penn & Teller y del ilusionista neoyorquino del momento, David Blaine. Sobre este último, en charla con La Prensa, explicó Lacroix: "David me contrató como uno de sus asesores y eso motivó una serie de viajes por el mundo. Así surgió este show".

"El espectáculo está en pleno desarrollo, vamos a mostrar una versión diferente a la del año pasado porque creció mucho. El plan es que siga evolucionando y llevarlo por todo el país y eventualmente afuera", agregó sobre `Nomad', que fue un éxito en 2022 en el teatro ND Ateneo y que el próximo viernes desembarcará en el Opera.

AUTODIDACTA

-¿Cómo comenzó su camino en la magia?

-Empecé cuando tenía ocho años, ví a David Copperfield en la televisión -nunca antes había visto un mago- y quedé fascinado. Entonces, con los recursos de un niño de esa edad empecé a aprender y en la casa de uno de mis abuelos -que no tenía nada que ver con la magia sino que era matemático- encontré un libro de Martin Gardner, que era un matemático aficionado a la magia. Allí explicaba mediante diferentes fórmulas cómo uno podía predecir o adivinar números. Con eso y algún otro libro para niños y algún set de magia que me habían regalado en alguna fiesta me inicié en este mundo. Ya más de adolescente incursioné en bibliografía más profesional, pero en esencia soy autodidacta.

-¿Cómo definiría la magia?

-Lo que podría definir es un efecto mágico, la magia para mí está en todos lados. Pero nosotros lo que tenemos es una experiencia mágica frente a un evento que consideramos imposible y asombroso. Eso es lo que normalmente denominamos como magia. Yo intento generar eso mediante ciertos recursos, donde la experiencia mágica sucede en la mente del espectador. Dentro de la cabeza del público es donde se genera esa magia.

-¿Cómo es el proceso de creación de los trucos?

-Se puede encarar de diferentes maneras: a veces uno tiene la idea de algo que le gustaría realizar, por ejemplo, que un objeto aparezca en otro lado, entonces empieza a trabajar en métodos para que eso ocurra. Otras veces uno aprende cierto método para determinada finalidad y luego lo termina aplicando a otra cosa. No hay una línea fija. Es como la música, a veces aparece primero la letra y a veces, la melodía. No hay una fórmula fija. Uno tiene una base de técnicas con las cuales puede construir las cosas.

GRANDES LIGAS

-¿Cómo fue que David Copperfield lo contactó?

-Hice una presentación privada para él y su familia durante la pandemia, gracias a unos efectos que había creado. También tuve la chance de presentarlos frente a Penn & Teller y David Blaine, que son los máximos exponentes de la magia hoy en día, y Blaine me contrató para que lo asesore. Eso motivó una serie de viajes por el mundo y de esos viajes, surgió este show que se llama `Nomad'.

-¿Cuál es su fuerte en materia de ilusionismo?

-Por lo general, tiendo a llevar el show hacia el lado del mentalismo. Es una rama del ilusionismo pero forma un tipo de ilusión que es más acorde al público racional de hoy en día. Cada vez estamos más acostumbrados a perder nuestra capacidad de asombro, lamentablemente; entonces, esto conecta más con las raíces, con quiénes somos, y desde un lado que se aleja de lo más tradicional, esos elementos que en otra época tenían sentido y hoy quizás no tanto.

-¿Alguna vez le falló un truco?

-Sí, siempre puede fallar. Pero uno por lo general tiene alguna salida o alguna forma de volver al show. Como decía René Lavand, ``el público perdona errores pero no el aburrimiento''.