Mariano Hueter es uno de los directores jóvenes más exitosos de su generación. A sus treinta y cuatro años, tiene hecho un recorrido más que interesante que incluye series nacionales e internacionales, y una película que fue filmada el año pasado y que pronto llegará a la salas.
"Cuando llegaba mi cumpleaños y soplaba velitas, uno de mis deseos era poder vivir de lo que amo que es dirigir y crear proyectos de ficción'', reveló el realizador en conversación con La Prensa. Y vaya que se cumplió su anhelo: desde que dirigió su primer corto, 'Utopía', a los dieciocho años no paró. Le siguieron las series 'Inconsciente colectivo' (Amazon Prime Video), 'El legado' (Canal 9), 'Tierra de rufianes' (Amazon Prime Video), 'El mundo de Mateo' (Flow-TV Pública), 'Inconvivencia' (Flow-Telefe), 'El bueno retiro' (Flow) y, por último, la serie hisano-argentina 'El grito de las mariposas' (Star+, Disney y Hulu).
Guionista, director y productor -en 2011 fundó Idealismo Contenidos-, como si todo esto fuera poco Mariano también es docente hace más de diez años en la Universidad del Cine, de la que se egresó. "Es muy importante formar a las nuevas generaciones lo mejor que podamos. Mi generación empuja mucho y las nuevas, mucho más. No estoy de acuerdo en que los jóvenes no tienen entusiasmo''.
BUENOS ELENCOS
"Siempre me estoy rompiendo la cabeza por pensar en contenidos innovadores, no me gusta hacer cosas que se repitan. Soy un obsesivo de la calidad y del buen trabajo'', remarcó el admirador de Juan José Campanella, que para su ópera prima, 'Pensamiento lateral', convocó a la actriz de 'Casa de papel' Itzar Ituño y al argentino radicado en España Alberto Ammann. "Traerlos fue un lujo'', subrayó el showrunner, quien también se calificó como un apasionado por "los buenos elencos''.
-¿Se imaginaba en sus comienzos que iba a tener tanto éxito en lo suyo?
-La verdad que no. Me acuerdo que cuando llegaba mi cumpleaños y soplaba las velitas uno de mis deseos era poder vivir de lo que amo, que es dirigir y crear proyectos de ficción. Con hacer un proyecto cada tanto y que me alcance para vivir estaba contento, pero la verdad es que es mucho más que eso. Casi no descanso y trabajo arduamente. Ahora estoy escribiendo una serie para MGM y Gato Grande. No me puedo quejar y soy un agradecido de la vida por poder llevar a cabo la carrera que estoy haciendo.
-El trabajo con actores de primer nivel parece ser una constante en sus trabajos. ¿Cómo selecciona los elencos?
-Soy un fanático de los actores, los amo. Hacer series o películas es una excusa para dirigir a los actores que admiro. De hecho, en la película que hice y que está en posproducción, 'Pensamiento lateral', me di el lujo de traer a Itzar Ituño y Alberto Ammann a la Argentina. Soy un actor frustrado y por eso pienso mucho en los elencos. Después de un buen guion, lo que más pienso es en quiénes son esas personas que van a llevar adelante los personajes, y me junto con los actores todas las veces que sea necesario. Soy muy obsesivo de tener grandes elencos porque creo que así se cuentan grandes historias.
-¿Qué cree que las plataformas y las productoras ven en usted que les resulta tan atractivo?
-Creo que ven en mí la tremenda pasión y compromiso que tengo con esto. Para mí, salir a filmar es como jugar al fútbol. Lo disfruto mucho y no lo tomo como un trabajo; si bien tengo mucha disciplina y compromiso, lo disfruto mucho también y eso creo que se nota. Cuando trabajo con alguien lo que más me pasa es que la gente quiere volver a trabajar conmigo porque se genera un buen clima, porque realmente disfruto lo que hago. Siempre me estoy rompiendo la cabeza pensando en contenidos innovadores, distintos, no me gusta hacer cosas que se repitan o de menor calidad. Soy un obsesivo de la calidad y del buen trabajo, y eso es un atractivo para quienes buscan trabajar conmigo.
CONTAR LA VERDAD
-Otra constante en sus trabajos son los hechos históricos, ¿qué otros acontecimientos le gustaría representar?
-Uy, un montón. Ahora hice la vida de Minerva Mirabal en 'El grito de las mariposas'. Ella fue una de las primeras mujeres activistas de Latinoamérica, en medio de una dictadura feroz. En 'El legado' hablamos de la vida de Giuseppe Garibaldi; en 'Tierra de rufianes', de la trata de blancas en Rosario, que en la década del '20 era conocida como 'la Chicago argentina' por la cantidad de mujeres y prostitución que había. Los hechos históricos tienen una potencia que la ficción no tiene y eso es siempre es súper atractivo, porque cuando ves un contenido sabiendo que eso pasó de verdad lo hace súper interesante. Me encantaría hacer una serie sobre personajes históricos también. La historia de René Favaloro, por ejemplo, es alucinante. Hace poco veía el caso Fernando Báez Sosa, que si bien no es un hecho histórico en términos de lo que uno conoce de nuestra historia, es sí un acontecimiento real que tiene una potencia increíble para hablar de lo que está bien y lo que está mal, de lo que es la adolescencia hoy. Lo que más me interesa de la historia es la verdad.
-¿Cuán difícil es producir en la Argentina?
-El vaivén económico que tiene la Argentina hace que sea difícil cualquier cosa que requiera de planeamiento a largo plazo, ya sea hacer una serie o cualquier otro proyecto. Yo monté mi propia productora, pagué sueldos y puedo decirlo de primera mano. En Marvel te muestran lo que van a tener hasta 2030, en cambio acá no sabemos a qué valor va a estar el dólar el mes que viene. Eso hace que sea difícil producir, pero nos da una cintura muy importante para aprovechar las oportunidades.
Su primer corto lo rodó a los dieciocho años. Después vendrían las series que Hueter dirigió para Flow, Star+, Amazon y Telefe. (Foto gentileza Andrés D'Élía).