El rincón del historiador

La Reserva de la Guardia del Juncal

­Hace pocos días tuve el placer de conocer personalmente un lugar histórico ubicado en el partido de Cañuelas, cerca de la localidad de Gobernador Udaondo, llamado La Guardia del Juncal. Sabía de su nombre ya que en ese paraje se estableció un puesto de defensa ante el ataque de los indios a mediados del siglo XVIII, pero bien valió el viaje de ochenta kilómetros que por invitación de Carmen Casey y su marido Justin Harman (ex embajador de Irlanda en nuestro país) hicimos bien temprano hace dos semanas.
 
La historia del lugar es poco conocida, fue uno de los fortines que se crearon en los alrededores de la capital de la gobernación para contener el avance de los malones que llegaron a incursionar en el pago de la Matanza, cerca de la capilla de los Remedios, en el actual partido de Esteban Echeverría, según documentos de la época. La del Juncal estaba cercana en línea que cubría las guardias de Monte y de Lobos.
 
El ataque que sufriera la de Monte en la víspera de la Navidad de 1778, de la cual el comandante de la del Juncal don Bernardino Antonio de Lalinde dejó suficiente información al virrey Vértiz; hizo que este creara en base al informe de Francisco de Betzebé y Ducós las guardias de Chascomús, Ranchos, Monte, Lobos y Navarro, para citar algunas que debían cuidar el Salado. Así, la del Juncal pasa a extinguirse, aunque esas tierras continuaron ocupadas y como era costumbre después de muchos años se daban en posesión a quienes se habían instalado en ellas, luego de no pocos papeleos que iban a España.
 
Las de la Guardia del Juncal pasaron por distintas manos privadas hasta su último dueño, don Rodolfo Urruti, un destacado cultor de nuestras danzas tradicionales que las paseó hasta Moscú, donde demostró sus habilidades en el malambo. Hoy el predio es propiedad de la Municipalidad de Cañuelas y es una reserva natural desde el año 2006.
 
VESTIGIOS
 
Durante años, a pesar del patrimonio histórico que encierra, permaneció en el olvido. Sólo ha quedado en pie en el lugar donde debió asentarse el fortín, un rancho construido en el siglo XIX, un galpón, probablemente en base a las originarias construcciones; algunas máquinas del siglo pasado pero todo en ruinas; el viejo pozo de agua fue tapado, pero debajo y en los alrededores hay una riqueza arqueológica que merece ser rescatada. A ello debemos agregar que está rodeado de moras, casuarinas, acacio negro, salvándose aun airoso un ombú de casi dos siglos.
 
El lugar merece al menos en el espacio circundante a la casa ser objeto de una limpieza y convertido con las especies originales en un parque autóctono, a semejanza de aquellos que idear hace más de ochenta años don Enrique Udaondo en San Antonio de Areco y en Dolores, junto con los Museos criollos, quien de seguro de vivir estaría junto a los que se proponen salvarlo del olvido.
 
A ello debemos agregar la fauna: lagartos, mulitas, zorros, zorrinos, comadrejas, liebres, nutrias, hurones, víboras, culebras, etc.; sin dejar de destacar la diversidad ornitológica, ya que se han censado arriba de 200 especies de pájaros en la zona, junto a esos humedales que hoy sufren como buena parte de la región una terrible sequía.
 
Y si hablamos de preservar el lugar, el matrimonio Harman-Casey, junto con un grupo de interesados entre los que hay historiadores, agrónomos, arquitectos y vecinos se han puesto al hombro rescatar el lugar. Providencialmente, Luis Zemborain, vecino de la localidad de Monte, también está interesado en reconstruir esa localidad, que lamentablemente por intereses que nada tienen que ver con la tradición fue abandonada la réplica que la recordaba en su histórico solar, mutándose ese predio con tanta tradición en un emprendimiento inmobiliario.
 
RECUPERACION
 
En la visita que realizamos a la Guardia del Juncal se encontraba Emanuel Saiz, delegado municipal en la vecina localidad de Udaondo, quien llevó la representación de Marisa Fassi, intendenta de Cañuelas, quienes para alegría del grupo se ha comprometido a poner en valor y dar marcha al proyecto de la Guardia del Juncal. Así, la iniciativa privada en el asesoramiento, con la infraestructura de la comuna, harán realidad aquellas ideas de Udaondo sobre la utilización de los recursos naturales con la difusión de nuestra historia, desde una nueva visión por lo avanzado de muchos recursos.
 
Sobran ejemplos cercanos sobre la necesidad de poner en valor los fortines y también valiosas experiencias para tener en cuenta. En el Uruguay, los académicos Alberto del Pino Menck y Marcelo Díaz Buschiazzo forman parte de un grupo que estudia las fortalezas; no olvidemos la de la Colonia del Sacramento, la de Montevideo o el Fuerte Santa Teresa, entre otras. También en Brasil un grupo rescata y publica libros con la historia de los fortines, fuertes y fortalezas del antiguo imperio, y en estos días el Instituto de Geografía e Historia Militar de ese país ha premiado una de esas obras con el Collar al Mérito de Pedro, O Libertador.
 
En oportunidad de la visita a la Guardia del Juncal Carmen Casey presento su libro `Campos, cielos e Historia. Reserva natural de la Guardia del Juncal'. En él las fotografías de su autoría cobran vuelo literario con textos magníficamente seleccionados de Guillermo Enrique Hudson, José Pedroni, Bartolomé Mitre, Rafael Obligado, John Brabazon, Roberto Cunninghame Graham, María Lydia Torti, Esteban Moore, Esteban Ierardo y Guillermo Etchebehere. Cuando me envió los borradores le pregunté si había leído `La Pampa en la novela argentina' porque me hizo recordar a ese libro magnífico de Enrique Williams Alzaga. Ante su respuesta negativa le dije que era el mejor elogio que le podía hacer a esta compilación de letras e imágenes, y le envié un ejemplar de dicha obra.
Todo esto es una prueba del amor y el compromiso de Carmen Casey con el lugar; ha logrado convencer a muchos en la tarea de rescatar la Guardia del Juncal. La mayoría de los que la acompañan tienen sangre irlandesa y vasca; los primeros fueron los que más se acriollaron y los segundos son proverbialmente tozudos, una excelente mezcla para llevar adelante un proyecto que va a honrar a la comunidad de Cañuelas.