El otro lado de la opulencia

Tokio, estación de Ueno
Por  Yu Miri

Impedimenta. 186 páginas

Una historia triste, atravesada por el fracaso y las pérdidas personales, cuenta esta novela de la escritora japonesa Yu Miri galardonada en Estados Unidos con el National Book Award de literatura traducida 2020.

Su narrador es el espíritu de Kazu, un alma en pena que puede recordar su vida, transportarse al pasado y observar (y escuchar) lo que ocurre en un presente al que ya no pertenece.

Antes de partir de este mundo Kazu era un indigente, uno de los numerosos “sin techo” que malvivían en carpas o chozas en el parque de Ueno, en Tokio, después del estallido de la crisis financiera que modeló el comienzo del siglo XXI. 

Su existencia previa había comenzado en 1933 (el mismo año que la del ahora emperador emérito Akihito) en el norte de Japón, en una familia de pescadores y labradores, de la que tomó distancia al casarse. A partir de allí, para ganarse el sustento, se convirtió en uno más de los muchos trabajadores desplazados a la capital para conseguir empleo en el auge de las construcciones que prepararon los Juegos Olímpicos de 1964. Durante cuatro décadas vivió alejado de su familia, con dos hijos a los que casi no conoció y una esposa con la que apenas convivió.

El espíritu de Kazu, atento y ubicuo, es un narrador con pretensiones. Alterna recuerdos de infancia con observaciones actuales, evoca anécdotas precisas y hasta poéticas entrelazadas con el registro de los diálogos muchas veces anodinos de los visitantes del parque en el que pasó sus últimos años sobre la Tierra. Aunque la novela logra defenderse por sus méritos literarios, también funciona como un testimonio crítico, no siempre percibido en Occidente, del otro lado del “milagro económico” japonés. “Ser pobre era el mayor de los crímenes. Y el castigo por ese crimen era ser pobre”, se comenta en un pasaje desolador.

No es habitual encontrarse con esas historias de desarraigo, penurias, soledad y aislamiento situadas en una de las grandes potencias económicas del planeta, y que en este caso funcionan apenas como el prólogo al colapso definitivo -personal y social- que se desataría a partir de 2008, agravado con las secuelas devastadoras del terremoto y el tsunami de 2011.

“Cuando caes en un agujero, siempre tienes la posibilidad de trepar y salir de él -observa el narrador-. Pero si resbalas y te precipitas por un acantilado, ya es imposible que te recuperes. Lo único que puede detener esa angustia es la muerte. Pero hasta entonces tienes que seguir viviendo, ganando lo justo para sobrevivir”.

Yu Miri (Tsuchiura, 1968) nació en una familia de origen coreano. Fue actriz de teatro y asistente de dirección y llegó a formar su propia compañía teatral. Ha escrito seis novelas, la primera de las cuales, de tono autobiográfico, generó gran polémica en su país, además de una decena de libros de ensayos o memorias. Es madre soltera y en 2020 se convirtió al catolicismo.