El miércoles se cumplieron 212 años del nacimiento Domingo Faustino Sarmiento, "su obra abruma ya no solo con sus libros, ensayos, discursos y correspondencia... sus escritos son revisados, interpretados, estudiados sin solución de continuidad. Sin embargo, sus imágenes más tempranas, en especial las daguerreanas, no han sido foco de un análisis que permita contextualizarlas y comprenderlas en toda su riqueza visual''.
Al sanjuanino, desde sus Obras Completas, y los estudios ya sea a favor o en contra se le han dedicado varios cientos de miles de páginas con suerte dispar, pero
Resulta interesante la exploración que hace en Sarmiento "del sentido de la gestualidad de su primer retrato fotográfico conocido'', el daguerrotipo atribuido a Buvelot & Prat, tomado en el estudio de Río de Janeiro en abril de 1852, que se conserva en el Museo Histórico que lo recuerda en el barrio de Belgrano.
El Boletinero del Ejército Grande, vistió el uniforme francés que había comprado en Montevideo y cuyo corte le quedaba muy bien, llevaba su espada y la condecoración de la Orden militar de la Rosa que se les había conferido a los oficiales. Como bien lo apunta Vertanessian, que logra penetrar (cual Nerio Rojas) en la psicología del personaje. "
LA IMAGEN
Considera el autor que la aparición de la fotografía contribuyó a instalar la imagen del sanjuanino en el país y en el exterior, desde los años 50, si bien Mitre y Mansilla tuvieron mayor cantidad. Sarmiento tradujo un libro del francés Louis Figuier una obra sobre los descubrimientos modernos. Allí agregó de su pluma un elogio a favor de los daguerrotipos: "Por la baratura relativa de sus productos. Las planchas fotográficas están a mano en todas partes para recibir la impresión de la fisonomía de un amigo que parte, de un padre que muere, de un hijo que se ausenta. Las afecciones domésticas han hallado en el daguerrotipo un nuevo vínculo, y al abrir esas cajitas que cubren hoy nuestras mesas, puede decirse que nadie muere del todo en una familia, ni ningún amigo ha dejado de sonreírnos ni de amarnos, por causa de ausencia. El niño, perdido en sus primeros años, está ahí mostrando a la madre sus queridas facciones, el antiguo compañero de tertulia ocupa su puesto en el hogar.''
Y reconocía que Colón, Gutemberg, Valdivia y otros grandes de la historia del mundo habían desaparecido sin dejar idea de sus forma, mientras que "
Entre los daguerrotipos desconocidos, hay uno de Sarmiento de 1852 en compañía de su amigo Mariano Eleuterio de Sarratea, un porteño miembro de esa conocida familia, fue una destacada figura en Santiago de Chile donde fue tomada la imagen.
Abundan en la obra las fotografías de tomadas en Buenos Aires de Meeks y Kelsby (1862), Bartolomé Loudet (1872), Alexander Witcomb (1874), E. Massoni (1877), en Lima en ocasión del Congreso Americano por Eugenio Maunoury y Courret Hermanos (1864), en Nueva York por Napoleón Sarony (1866) y en París por Alophe Sucesores (1867) entre otros. Además de menciones en la correspondencia familiar solicitando retratos de sus parientes.