El rincón del historiador

Dos siglos de relaciones con Colombia

Hace dos siglos llegó a Buenos Aires don Joaquín Mosquera, senador colombiano y enviado como representante ante el gobierno del Buenos Aires de Simón Bolívar, que bien podemos considerar como el primer enviado de ese país amigo.­

Comencemos por presentar al enviado, tenía por entonces 32 años.­

Afortunadamente tenemos valiosa documentación sobre su visita a Buenos Aires a través de John Murray Forbes, agente de los Estados Unidos en nuestra ciudad desde 1821 y sus valiosos informes al Secretario de Estado del país del Norte. En los primeros días de 1823 informa que entre los rumores que circulaban en Buenos Aires desde diez días atrás, estaba la llegada a Mendoza del general San Martín "a quien acompañaba el ministro de Colombia". La información no dejaba de ser un rumor, ya que el Libertador divisó su ínsula cuyana el 3 de febrero.­

Forbes informaba a John Quincy Adams "estoy esperando ansiosamente la llegada del ministro de Colombia pues tengo buenos datos de su talento y de sus principios y espero que con su cooperación pueda sacudir a los hombres dirigentes de aquí, haciéndoles abrazar nuestra causa y adherir a nuestros principios y ejemplos políticos".­

Mosquera arribó a Buenos Aires el 21 de enero por la noche y Forbes lo visitó al día siguiente. Le traía una carta muy afectuosa de recomendación de John B. Prevost un ex juez que se desempeñaba como representante de los Estados Unidos en el Perú y al que había tratado en Santiago de Chile.­

Agregaba "como se estaba preparando para hacer su primera visita al ministro de Estado (Rivadavia), sólo quedé con él unos pocos minutos, pero fue extremadamente cortés, se declaró gran admirador de las ideas políticas de los Estados Unidos y manifestó vivos deseos de cultivar mi amistad, lo que retribuí sinceramente. Me parece una persona muy gentil y de gran ponderación, habla inglés y francés, sobre todo este último idioma, con gran fluidez. Voy a encontrarme de nuevo con él mañana en la comida diplomática que le da el ministro. Espero que él pueda modificar un poco las preferencias políticas del gran hombre de aquí, el señor Rivadavia, enseñándole a apreciar mejor nuestros principios y ejemplos y no suspirar tanto por los de Europa". ­

Estaba Forbes finalizando su informe de ese 23 de enero, cuando apuntó que acababa de recibir la comunicación oficial del gobierno notificándole el reconocimiento de Mosquera como ministro plenipotenciario y extraordinario de la República de Colombia.­

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POLITICA FRENTE A EUROPA­

Pocos días después Mosquera fue a visitarlo a Forbes retribuyendo atenciones, y le informó que el objetivo principal de su misión era "comprometer a los otros gobiernos independientes de Sud América española a reunirse con Colombia en un Congreso a celebrarse en un lugar que se convenga, para organizar un sistema general de política americana frente a Europa, dejando a cada región la más absoluta libertad de autogobierno". Y le comentó un tratado firmado con el Perú a esos efectos, a la vez que no iba a permanecer en la ciudad más de dos meses para regresar porque la cordillera podía quedar cerrada por el mal tiempo. Forbes informaba que podía haber caído bajo la influencia de personas impropias y dudaba que "logre éxito y convenza a este gobierno de que debe participar de una gran federación".­

No estaba equivocado Forbes, el 4 de febrero Mosquera presentó una nota al gobierno, que el 22 de ese mes continuaba sin responder; sin embargo el Oficial Mayor del ministerio le había dicho a un amigo del norteamericano que se había contestado; éste no dudaba de la sinceridad del colombiano, pero le decía a todo "el mundo que está contento con el curso y perspectivas de la negociación". Por otra parte que otra cosa podía decirles.­

El 2 de marzo Forbes noticiaba a Adams: "sigue aquí el ministro de Colombia, esperando contestación de su nota. Él ha notificado su determinación de abandonar esta ciudad, en viaje de regreso a Chile, el 15 de este mes". ­

 

TRATADO PRELIMINAR­

Realmente Rivadavia y su grupo no lo trató bien, razón tenía cuando escribió: "Tiene buenos motivos para no estar muy satisfecho con su recepción personal y oficial. Nadie, que yo sepa, le ha brindado su hospitalidad, salvo una comida diplomática y formal que le ofreció el ministro de Estado".­

El 11 de marzo Forbes fue informado que Mosquera había firmado un tratado con el gobierno, para ratificarlo lo fue a visitar y le manifestó "que sólo era un tratado preliminar, pues el estado de esta provincia con relación a las demás no permitía otro arreglo: que el convenio suscripto solo contiene seguridades mutuas de la identidad de untos de vistas y de principios de una amistad recíproca y perpetua entre la República de Colombia y el Gobierno de Buenos Aires; y una estipulación de que cooperarán por todos los medios posibles para alcanzar los dos grandes objetivos de interés común a toda América: independencia y cesación de la guerra; que tan pronto como las circunstancias lo permitan, estos principios generales, con cláusulas específicas para asegurar los derechos y deberes recíprocos de las partes contratantes se formalizarán en un Tratado definitivo". Mosquera estaba muy ocupado con los preparativos de su viaje que había adelantado para el 14.­

Forbes visitó a Rivadavia y lo felicitó cuando éste le contó lo del tratado con Colombia, por estos "pueden conducir a un firme sistema de política americana, independiente de todo interés o influencia europea".­

Años más tarde señala Miguel Angel Cárcano se hizo sentir cuando el presidente Santander que no olvidaba el desaire sufrido por su plenipotenciario Mosquera, cuando en vez de una alianza obtuvo de Rivadavia "una miserable convención" dijo: "ahora les estará pesando haber sido tan imprevisores".­

A dos siglos de distancia, a pesar de las diferencias de su tiempo por los hombres de Buenos Aires, vale recordar este primer acercamiento entre ambas naciones.­