Por Carlos Lionel Traboulsi*
La sequía de distinta gravedad en el territorio nacional, avanza afectando más del 65% de la extensión de nuestra geografía, lo que provocará según estimaciones de analistas económicos una pérdida de mas de 12 mil millones de dólares en este año 2023 lo que generará mayores dolores de cabeza a la gestión del gobierno nacional. El debate de nuestra clase dirigente se centra en las discusiones y las confrontaciones de planes económicos que son pan para hoy y hambre para mañana, pero que no resuelven los graves procesos de crisis cíclicas que vive nuestro país y que hunde en la pobreza a nuestro pueblo generación tras generación. No podemos estar sujetos a los cambios climáticos y a la bondad de la naturaleza. La Argentina no tiene un problema económico sino un problema financiero por falta de proyecto de país que nos impide tener rumbos ciertos y serios.
CAMINO A SEGUIR
La naturaleza nos está pasando factura; nos está indicando un camino a seguir que tiene que ver con la recuperación de nuestro territorio continental, y para ello es imprescindible dejar definitivamente de dar la espalda al mar. Volver nuestra vista y atención hacia donde comenzó la vida de la humanidad; allí donde está la respuesta a todos nuestros problemas y reitero, el más urgente hoy frente al cambio climático que es la recuperación del hábitat terrestre para disfrute de la persona humana y todas las especies.
Bien dicho está que las algas son al mar lo que los bosques son al continente, razón por la cual debemos empezar a reemplazar espacios de deforestación, cultivos y desarrollos continentales y desplazarlos hacia el mar. Cada espacio que ganamos al mar debe ser un espacio de forestación y recuperación para el hábitat en el continente. El territorio azul, fuente de oxígeno y vida, está en condiciones de acuerdo a las conclusiones de la segunda conferencia sobre los océanos de Naciones Unidas realizada en Lisboa, Portugal del 27 de junio al 1 de julio de 2022 con solo el 2% de su extensión de sextuplicar la producción de alimentos mundiales, lo que nos permitiría reforestar gran parte del territorio continental y del planeta nuevamente. Asimismo, está en condiciones de multiplicar por 40 la generación de energía limpia que se necesita para el desarrollo. El mar tiene en su vientre desconocido por gran parte de las personas, la solución a los grandes interrogantes humanos, incluso a las cuestiones de sanidad de enfermedades hoy sin cura médica. Pero también es necesario cuidar el mar de tanta depredación y agresividad del ser humano, cuidando distintos ecosistemas y evitando la desaparición de especies, aclarando que las Areas Marítimas Protegidas (AMP) no son el único camino, sino que tenemos leyes que permiten que el INIDEP y el Consejo Federal Pesquero estudien y determinen áreas y tiempos de veda acompañando la explotación con la reproducción y cuidado de las especies a fin de garantizar la sostenibilidad y auto sustentación de los recursos marítimos.
PROXIMAS ELECCIONES
Es necesario que la clase política vernácula en particular, instale esta discusión en vistas a las próximas elecciones y juntos llevar adelante un modelo de desarrollo, que llamo Argentina Azul, lo que permitirá una descentralización urbana y poblacional a lo largo de los 6816 kilómetros lineales de costa terminando con la pobreza estructural, un impulso agresivo de la industria naval, la recuperación de la marina mercante, el desarrollo de energía limpia, el desarrollo de la acuicultura, del turismo, entre otros ítems que generarán más soberanía alimentaria, territorial y cientos de miles de nuevos puestos de trabajo, en fin, una nueva visión estratégica de la matriz productiva industrial donde el mar asuma un rol protagónico, siendo los cuatro ejes esenciales sobre los que se sustenta el modelo de desarrollo propuesto: el Conocimiento (educación), la promoción de la industria genuina del campo (en toda su extensión), la conquista y explotación del mar (integral) y el cuidado del medio ambiente.
Recordemos que Manuel Belgrano ya nos decía que las riquezas de un país productor van de la mano de un país navegante. ¿Dónde quedaron estas enseñanzas?
Debemos defender y proteger nuestros recursos e intereses marítimos, lo que implica también explotar los mismos garantizando siempre la sostenibilidad y auto sustentabilidad de los recursos y el cuidado del medio ambiente, empezando por una nueva legislación donde se tipifique la figura de la "depredación" de los recursos naturales y marítimos lo que permitirá la persecución penal de los buques que depredan en nuestro Atlántico Sud occidental protegiendo así las especies nacionales migratorias y la biodiversidad (actualmente carecemos de una norma específica en el Código Penal y solo están sometidos los depredadores a infracciones administrativas cuando se logra apresarlos).
Las directivas internacionales e incluso la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar) y la FAO (Agencia de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura) permiten a los países ribereños la protección y persecución de las depredaciones de sus recursos fuera de las zonas económicas exclusivas. La pesca ilegal, no declarada y no reglamentada existe, aunque algunos la quieran ocultar o disfrazar para quedar bien con China y otros países piratas, y seguir haciendo pingues negocios a costas del futuro de los argentinos.
Más del 70% del planeta es agua. ¿Porque entonces nos llamamos planeta tierra y no planeta agua? Es hora de darnos este debate con seriedad y profundidad; tomar una decisión trascendente para nuestras vidas, para las generaciones venideras y para el planeta en general, integrando al mar a nuestra matriz productiva industrial y cultural definitivamente, siendo parte del debate político para las próximas elecciones presidenciales. Tenemos en nuestras manos la posibilidad de incorporar el tema a la agenda pública y llevar adelante una política marítima integral e integradora que nos dé presente y futuro por varias décadas. Campo y mar deben caminar juntos, los planes económicos son los que sustentarán el proyecto de desarrollo y no al revés como nos pretenden inculcar, ¿qué haremos argentinos?.
* Abogado. Diplomado en Relaciones Internacionales; miembro de la Comisión de Derecho del Mar del CPACF; vicepresidente Alterno Cono Sur ODCA; Secretario General Partido Demócrata Cristiano CABA; autor e impulsor del Modelo de Desarrollo Argentina Azul.
