Por Ken Moritsugu
Durante siete décadas, el Partido Comunista de China ha gobernado el país más poblado del mundo. Los expertos afirman que, a medida que la población de la nación alcance su punto máximo y empiece a reducirse, se encontrará con retos que van desde mantener a los ancianos hasta llenar las filas de su ejército.
El crecimiento de la población china se ha desacelerado desde hace años, pero el anuncio oficial del martes de que la población del país se redujo en unas 850.000 personas en 2022 se produjo antes de las proyecciones previas.
"Esos desarrollos... bien pueden representar desafíos tanto dentro como fuera del país. En resumen, el Partido puede estar pasando por un mal momento'', opina Mike Mazza, analista de modernización militar china en el American Enterprise Institute, un centro de estudios en Washington.
Otros son menos pesimistas.
"China se está volviendo cada vez más una nación de alta tecnología, por lo que es vital concentrarse en mejorar el sistema educativo, particularmente en las empobrecidas zonas rurales e incluso en las ciudades. También lo es aumentar la productividad. Las personas más ricas comprarán más, lo que también aumenta el PBI'', recalca June Teufel Dreyer, especialista en política china de la Universidad de Miami.
Beijing intentó previamente controlar el crecimiento de su población. Las preocupaciones de que la población estaba creciendo demasiado llevaron a China a adoptar su
La política de un solo hijo se sumó a los cambios sociales existentes, en particular la multitud de personas que migraron a las ciudades durante el auge económico, explican los demógrafos.
"Por supuesto, la política del hijo único tuvo su efecto'', explica Sabine Henning, responsable de la sección de cambio demográfico de la Comisión Económica y Social de la ONU para Asia y el Pacífico, con sede en Bangkok.
Ante una tasa de natalidad en picada, la política de un solo hijo se abandonó hace siete años, pero los esfuerzos para alentar que haya familias más grandes han fracasado en gran medida, como pasó con esfuerzos similares en otros países. Europa y Japón también han luchado por cambiar la mentalidad de las familias y revertir el declive con incentivos y campañas gubernamentales.
"Me sorprende cómo todo el mundo parece estar de acuerdo en que el planeta ya tiene demasiada gente, cuya demanda incluso de lo más básico para la existencia, como comida, agua y techo, impone exigencias intolerables al ecosistema.
EL GRAN RETO
El desafío demográfico más inmediato de Beijing es el envejecimiento de la población: las cifras del martes mostraron que
"Tuvieron más tiempo para adaptarse, mientras que esto está sucediendo mucho más rápido en Asia'', advierte Srinivas Tata, director de la división de desarrollo social de la Comisión Económica y Social de la ONU para Asia y el Pacífico de la ONU.
LAS VENTAJAS
El sistema político también juega un papel, señala Mary Gallagher, académica de política china en la Universidad de Michigan.
Las sanciones económicas de Estados Unidos y la presión que ejerció para bloquear el acceso de Beijing a los microprocesadores de última generación y la tecnología de fabricación de chips le están complicando aún más a Beijing sus esfuerzos de recuperación.
"Es dudoso que el EPL obtenga lo mejor y lo más brillante, dado que las familias que tienen los medios desalentarán que sus hijos vayan al servicio militar'', opina Daniel Blumenthal, director de Estudios Asiáticos en el American Enterprise Institute y experto en temas de seguridad de Asia Oriental y Relaciones entre Estados Unidos y China.
Sin embargo, Blumenthal advierte:
TAIWAN EN LA MIRA
"Puesto que los cambios demográficos se producen lentamente, al menos al principio del cambio, tardarán en producirse sus efectos sobre la posición y la influencia de China a escala mundial", señala Steve Tsang, director del Instituto de China de la Facultad de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres y veterano observador de las tendencias políticas y sociales chinas.