El rincón del historiador

'Don Bartolo' en el primer patio, por el artista Lucio Correa Morales

Se cumplió el 117 aniversario del fallecimiento del general Bartolomé Mitre. Bien es sabido por los lectores los homenajes que se le tributaron en esa oportunidad, después de ser velado en la intimidad familiar, su cuerpo fue trasladado a la Casa de Gobierno y desde allí al cementerio de la Recoleta, escoltado por las fuerzas armadas y acompañado por muchos veteranos de la Guerra de la Triple Alianza, algunos inválidos, como se puede apreciar en las fotos de la época.­

El cumpleaños de Mitre el 26 de junio se había convertido en un episodio de singulares características que concitaba la visita de funcionarios, amigos, colegas y hasta ignotos ciudadanos e inmigrantes. Don Bartolo gozaba de innegable popularidad. Y después de su jubileo en 1901 con mayor razón esa fecha era motivo de particulares celebraciones.­

La familia a principios de junio de 1907 había donado al Estado Nacional la residencia de la calle San Martín 336 y decidió conmemorar el cumpleaños del general con una serie de actos. Caras y Caretas informó que "la conmemoración alcanzó vastas proporciones, no sólo se asociaron a las ceremonias efectuadas la sociedad y los círculos intelectuales, sino también el elemento popular de Buenos Aires''. Con razón señalaba que "el nombre del ilustre prócer consigue siempre despertar en el espíritu público un sentimiento de homenaje respetuoso''.­

Por la mañana se celebró una misa en la parroquia de la Merced, que estuvo a cargo de monseñor Gregorio Ignacio Romero, obispo titular de Jasso y auxiliar de Buenos Aires a la que concurrió la familia del general y muchos de sus amigos, además de una numerosa concurrencia. La tumba en el cementerio de la Recoleta fue visitada por numeroso público, entre ellos el Centro Patriótico Estudiantil que colocó una corona de flores, y evocaron al prócer el doctor Cobo y los señores Luis Maleplate y Natalio Antonio Vadell.­

La casa convertida en Museo, a cargo de Alejandro Rosa, un conocido numismático e historiador, amigo del general y uno de sus colegas con los que fundó la Junta de Historia y Numismática Americana, hoy Academia Nacional de la Historia, acaparó la atención y fue visitada por un numeroso público. Una foto lo muestra a Rosa (primer director del Museo) junto a la hermana del general Edelmira Mitre de Rosende, Sara Cané de Drago y un grupo de caballeros junto a los nietos del general, en una de las salas del Museo.­

Ese día se inauguró la estatua del general Mitre, que se encuentra en el primer patio, obra del escultor Lucio Correa Morales, en presencia de sus descendientes y numeroso público, así como también alumnos de las escuelas de la ciudad.

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EL ESCULTOR­

­Correa Morales había nacido en Navarro el 3 de julio de 1852, hijo de Salustiano Correa Morales y de Francisca Oliver, su interés por las artes plásticas le mereció en 1874 una beca de Sarmiento para perfeccionarse en la Real Academia de Bellas Artes de Florencia en Italia. A su regreso al país en 1882 sus obras ya lo consagraron, tarea en la que habría de descollar a través del tiempo.­

Obras suyas son entre otras las esculturas de Carlos Tejedor, Ignacio Pirovano, Emma N. de Caprile, Francisco Narciso de Laprida, Manuel Alberti, el Deán Gregorio Funes, Juan Madero y Adolfo Alsina.

El del general Mitre lo presenta en su ancianidad, vestido de civil con su levita, las manos en los bolsillos y cubierta su cabeza con el tradicional chambergo, como se lo veía pasear por la calle Florida. La imagen que ilustra la nota es de un homenaje al general en el Museo y se atesora en el archivo de la institución, se observa el patio con las placas de homenaje que después pasaron a la azotea del primer piso y al fondo entre los asistentes don Rómulo Zabala director de la casa y un joven Juan Angel Fariní, a quien hace poco evocamos y que era funcionario en la Biblioteca. ­

En la ciudad de Mercedes, tan cerca de la localidad donde nació Correa Morales, el mismo bronce evoca al general, y ha sido como el de la casa de la calle San Martín escenario de recurrentes homenajes.

El 30 de junio de este año se cumple el centenario de la muerte de don Lucio. En 1948 al conmemorarse un cuarto de siglo se realizó una exposición de sus obras en el Museo Nacional de Bellas Artes en su homenaje. Seguramente este maestro de Zonza Briano, Yrurtia y Curatella Manes, entre otros; merecerá el recuerdo y una muestra de sus obras.

Pero siempre que atravesemos la puerta de rejas de la casa de Mitre, Don Bartolo en el bronce parece cobrar vida y nos recibe, gracias al arte de Lucio en ese primer patio.­