Un viaje por los vientos de poder

La H no Murió tocó en el Teatro de Flores para cerrar el año con un repaso poderoso por los clásicos de Hermética y Malón.

“Ajeno al tiempo, sé que quisieras seguir”. La frase no queda librada al azar. Es que del clásico de Hérmética “Tú eres su seguridad” se desprende el concepto básico de la H no Murió: mantener vigente uno de los brazos más fuertes del heavy metal argentino.

La banda integrada por Claudio O´Connor en voz, Antonio Romano en Gruitarra, Karlos Cuadrado en Bajo y Javier Rubio en batería tocó en el Teatro de Flores para cerrar el año con dos fechas a sala llena.

Cada recital de la H es la invitación a un viaje al pasado. Más precisamente a la década de 1990, cuando Hermética sumaba adeptos día tras día con sus canciones poderosas y letras con las que la gente logró identificarse rápidamente.

Y la banda preparó un show poderoso. Por poco más de una hora y media, la H logró una comunión sicenra con el público.

“Evitando el ablande” fue el tema que abrió el espectáculo. Como un presagio de lo que iba a ser la noche. Palo y palo, con un sonido sólido, que tuvo pocas debilidades salvo por un acople de bajo que apareció un par de veces.

Si hay algo que tiene la H es solidez Los riffs de Romano con, como siempre desgarradores y confiables. Cuadrado no falla y O´Connor es el maestro de una ceremonia alucinante. Su voz muestra el castigo de kilómetros y kilómetros de rutas, pero mantiene ese tono único. El vocalista deja todo en cada show y logra cautivas con su técnica y personalidad.

Mención aparte para Rubio, quien se sumó al grupo tras la salida de Claudio Strunz. EL ex Trepanador es un baterista excelente que su mó su sello personal a los clásicos de Hermética y Malón. Pareciera que le resulta fácil tocar los temas, pero y el sonido de sus parches es una aplanadora. El solo que hizo pasada la mitad del show tuvo partes de Armor of the gods, el solo que ejecutó el baterista Rhino en el tema “Achilles: agony and ecstasy in eight parts”, del disco Triuph of Steel de Manowar.

Sí cabe destacar que hubo poca interacción entre O´Connor y el público. Iban pasando himnos como “Atravesando todo límite”, “Ayer deseo, hoy realidad”, “ Del camionero”, “Vientos de poder” y el cantante no metía una pausa. Lo hizo solo para brindar por la Selección argentina de Fútbol, lo que desató el grito de “dale campeón, dale campeón de los presentes.

Hubo lugar para temas de Malón como “Castigador por herencia”, “Síntoma de la infección” y “Malón mestizo”

Y cuando parecía que el show transitaba el camino hacia el final con “cuando duerme la ciudad”, la banda acertó un gancho al mentón del público: “Vida impersonal” y “Soy de la esquina” uno atrás del otro. Dos temas que dejan KO al más heavy de los fanáticos. Fue el tiempo de los bises, tras una breve –muy breve- pausa. “Cráneo candente” y “Tú eres su seguridad” cerraron una noche llena de energía que más que show fue un viaje. Un viaje sin vacilaciones a las bases del más potente metal argentino.