Violencia y derechos sin etiquetas

La verdadera prueba de la moralidad de la humanidad,
la más honda que escapa a nuestra percepción,
radica en su relación con aquellos que están a su merced: los animales 
Milan Kundera

El 10 de diciembre se celebra el Dia Universal de los Derechos Humanos, que coincide con el aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que se aprobó el 10 de diciembre de 1948 en la Asamblea General de la Naciones Unidas. Dos años después, se declaró ése como el día de los Derechos Humanos. Veinte años más tarde, 1968 fue declarado como el Año Internacional de los Derechos Humanos.
Este día también es el Día Internacional de los Derechos de los Animales. El 15 de octubre de 1978 la Liga Internacional de los Derechos del Animal proclamaba la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, aprobada por la U.N.E.S.C.O y por la Organización de las Naciones Unidas (O.N.U).
En un mundo en el que los humanos padecen tanto dolor, enfermedades, pobreza, hambre, puede parecer por momentos que la idea de derechos para los animales sea una idea frívola, alejada de esa realidad, snob. Es sin embargo algo no solo muy lejos de ella, sino íntimamente unida. De la misma manera que venimos y continuamos siendo sometidos a un bombardeo mediático de características únicas, que buscan generar desconfianza y miedo hacia el prójimo, también esto pasa con los animales. A la vez que se proclama un mundo abierto a la diversidad, con mayor contacto con la tierra, con la naturaleza, aprendemos que no solo otros mamíferos (nosotros) somos potencialmente (hasta difícil y repetida demostración de contrario) peligrosos, sino que las pandemias son en realidad zoonosis. Quizás algunos memoriosos, o quizás debieran estar solo informados de su área de experticia, recordarán que en ocasión de otro episodio en 2008-9 del virus (en ese momento H1N1) que ahora se presenta bajo otra variable presumiblemente, varios países sacrificaron decenas de miles de cerdos ya que ellos trasmitirían el virus. Las estadísticas ya hablaban en ese momento de millones de muertos. Niels Ferguson del Imperial College, quien lograría su éxito en el Sars-2, pronosticó en un artículo publicado por la prestigiosa revista Science, que un tercio de la humanidad perecería... cosa que afortunadamente no ocurrió entre humanos (al igual que sus predicciones para el Sars-2), pero ante semejante anuncio sí entre los cerdos, signados responsables de la inminente catástrofe apocalíptica. 
En la última ocasión, 2020, era el exótico y desconocido pangolín, luego el murciélago en un mercado de Wu Han, sin hacer ninguna referencia al laboratorio en la misma localidad, a pesar de ser muy conocido por la comunidad científica, no así entre los comunicadores expertos. El mundo se calienta, por culpa humana y por ende es temible, así como la fauna. Así es, finalmente de manera posterior a los animales, fueron los otros animales, los humanos, aquellos que fueron peligrosos y cuyo sacrificio era por el bien común, es decir aquel colocado como superior y sin controles morales. Muchas semejanzas con el poema del Pastor Martin Niemoller "Vinieron por...".
El tema, si uno no pierde la perspectiva, es que la crueldad animal esta íntimamente relacionada con los otros seres sintientes, los otros animales, o como diría el célebre Desmond Morris (de lectura indispensable): los otros "Monos desnudos", los seres humanos.
El que es cruel con los animales se vuelve duro también en sus relaciones con los hombres. Podemos conocer el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales. 
Immanuel Kant

Varios pensadores ya entendían como ilustra la cita de Kant, pero desde hace varias décadas el FBI en Estados Unidos lo puso en práctica y comenzó a dar por un hecho algo que hemos preconizado ante diferentes auditorios, la crueldad con los animales es la misma matriz que aquella que se desarrollará con los seres humanos. Efectivamente varios de los asesinos seriales y criminales emblemáticos registran antecedentes de maltrato y asesinato animal. Se ha vuelto en estos tiempos una serie de culto la de la vida del célebre asesino Jeffrey Dahmer, quien junto a Ted Bundy y David Berkowitz, de quienes por la extensión no vamos a escribir aquí, pero representan las figuras emblemáticas de los seres desalmados, asesinos seriales, tuvieron sus antecedentes y practicas con animales. Lo que por momentos suena a hipótesis no resiste análisis, porque quien abusa de seres a los que tiene a su merced, débiles en su concepción, no lo haría con otros como niños, inocentes y anónimos ciudadanos. ¿Por qué en nuestro medio no se ve la relación entre maltrato animal y maltrato doméstico e inclusive otros crímenes como el femicidio? Para el FBI la relación entre violencia doméstica y crueldad animal es directa.
Hay mucho que contar, pero quizás recordar solo que nuestro homicida emblemático, Cayetano Santos Godino, el "Petiso Orejudo", empezó con animales y niños y luego terminó como todos conocemos. También sabía que aseguraba su condena de muerte, al asesinar a la mascota en la cárcel del Inspector Roberto Pettinato en Ushuaia.
Los derechos a veces considerados superficiales se conectan con otros en un continuo, en una única matriz que contiene la condición humana, quizás tengamos que decidir como sociedad si lo somos. Quizás preguntarnos si nosotros somos seres humanos que entienden la profunda raíz moral que existe en la existencia.
Ese puede ser el interés del Día Internacional de los Derechos de los Animales, recordar nuestra pertenencia biológica y actuar acorde a la naturaleza y lo que sabemos es correcto.